El Gobierno de S¨¢nchez deja descolocado a Ciudadanos

Ciudadanos repite con insistencia desde hace una semana que la legislatura est¨¢ liquidada. El ¨¦xito de la moci¨®n de censura de Pedro S¨¢nchez no le ha hecho cambiar el discurso: elecciones ya, cuanto antes, pidi¨® Rivera tras la votaci¨®n. Pero si esos comicios no llegan en oto?o, Ciudadanos deber¨¢ buscar otras v¨ªas ¨²tiles de oposici¨®n. A primera vista, el papel que les queda es desdibujado, entre el Gobierno "de separatistas y populistas" y el PP, que es el grupo m¨¢s numeroso de la nueva oposici¨®n: 134 diputados por solo 32 de Ciudadanos.

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Ciudadanos era hasta ahora el socio del Gobierno. Rivera se siente abandonado por el expresidente Rajoy, a quien otorga buena parte de responsabilidad de la situaci¨®n. Hasta el jueves por la noche, Ciudadanos se declaraba abierto a negociar la dimisi¨®n de Rajoy y una nueva investidura popular pero la llamada de Moncloa nunca lleg¨®.

Durante los d¨ªas previos a la moci¨®n, la c¨²pula del partido previ¨® mil escenarios. Al final opt¨® por la v¨ªa m¨¢s directa hacia elecciones. Cuando el PSOE les ofreci¨® pactar la fecha a cambio del apoyo, Ciudadanos se neg¨®. Eso le llev¨® a estar solos junto al expresidente Rajoy, una vez m¨¢s.

?Pero este desajuste de Ciudadanos es temporal o va a alargarse toda la legislatura? Depende. Si la desaparici¨®n o "desidia" del PP se mantiene, Rivera puede ir apropi¨¢ndose del rol simb¨®lico de l¨ªder de la oposici¨®n. La capacidad del PP de revitalizarse o estar m¨¢s pendientes de cuitas internas ser¨¢ una de las claves.

El ¨¦xito depender¨¢ primero de qui¨¦n es el jefe del grupo popular. Aunque Rajoy siga como l¨ªder de la oposici¨®n, parece dif¨ªcil que se mantenga. Algunos en su partido querr¨ªan ver en su resistencia una promesa de volver al gobierno. Pero el ¨²nico antecedente es el de Felipe Gonz¨¢lez tras las elecciones de mayo de 1996. Despu¨¦s de su derrota contra Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, Gonz¨¢lez conserv¨® el rol oficial de l¨ªder oposici¨®n durante un a?o .

En su comparecencia tras la votaci¨®n, Rivera dej¨® claros cu¨¢les ser¨¢n los dos ejes de esa oposici¨®n que debe llevarles a sacar la cabeza por encima del resto: uno, la corrupci¨®n, contra el PP. Dos, Catalu?a, contra el Gobierno.

Rivera dijo que quer¨ªa dejar atr¨¢s "el campeonato de corrupci¨®n" de los dos grandes partidos: "No podemos ilusionar a los espa?oles ech¨¢ndonos los platos por la cabeza con la corrupci¨®n", dijo. El calvario judicial, adem¨¢s, no ha terminado: "El PP, expuesto a las 60 sentencias por corrupci¨®n que le esperan, y fuera del poder, sobreactuar¨¢ en un papel de oposici¨®n dur¨ªsimo y polarizador", opinan fuentes del partido.

En cuanto a Catalu?a, Ciudadanos aspira a "consolidarse como el muro de contenci¨®n frente a los separatistas" y ante las posibles concesiones del presidente S¨¢nchez. De la mano de Catalu?a y de corrupci¨®n, Ciudadanos ir¨¢ contra los "¨²ltimos coletazos del bipartidismo", en palabras de Rivera. "Nuestro papel solo puede consistir en convertirnos en alternativa al bipartidismo", a?aden fuentes del partido.