El clima de ¡°odio¡± y otras nueve claves de la sentencia de Alsasua
Los jueces desmontan la acusaci¨®n de terrorismo, pero consideran probado la "grave" paliza motivada por la animadversi¨®n a la Guardia Civil
La Audiencia Nacional public¨® este viernes la sentencia que condena a los ocho acusados por la agresi¨®n a dos guardias civiles y sus respectivas parejas en Alsasua (Navarra). Los magistrados Concepci¨®n Espejel, Manuela Fern¨¢ndez y Jes¨²s Eduardo Guti¨¦rrez rechazan en su escrito toda vinculaci¨®n de los procesados con el terrorismo, pero consideran probada la paliza a las cuatro v¨ªctimas. Un ataque que el tribunal considera muy "grave" y que constituye los delitos de atentado a los agentes de la Autoridad, lesiones, des¨®rdenes p¨²blicos y amenazas. Adem¨¢s, a lo largo de 67 p¨¢ginas, los jueces describen un clima de "animadversi¨®n" hacia los agentes del instituto armado. Esta es una las claves de la causa, donde "el tribunal aprecia las agravantes de abuso de superioridad y de odio". Los familiares de los condenados han denunciado las "desproporcionadas" penas.
Clima. La sentencia describe c¨®mo en Alsasua y otras localidades navarras "pervive un clima de animadversi¨®n" contra las instituciones y las fuerzas de seguridad del Estado. Seg¨²n los jueces, en estos municipios se mueven "movimientos populares asamblearios" que funcionan con la "idea subyacente" y el "prop¨®sito claro" de "crear o alimentar" un rechazo a la Guardia Civil para que abandone el Pa¨ªs Vasco y Navarra. En ese contexto, la Audiencia Nacional encuadra al colectivo OSPA, vinculado a dos de los procesados.
Odio. "No cabe la menor duda de que esta agresi¨®n se desarroll¨® en raz¨®n a la profesi¨®n que dos de las v¨ªctimas desarrollaban en Alsasua", sentencian los magistrados de la Secci¨®n Primera de la Sala de lo Penal, que insisten en que los condenados ten¨ªan un "sentimiento contrario" a la Guardia civil como instituci¨®n: "Pues no se entiende que agredieran de esa manera a dos agentes y a sus parejas cuando aquellos llevaban trabajando en la casa cuartel escasamente, uno de ellos un a?o y el otro apenas veinte d¨ªas". Por ello, los jueces recalcan que la agresi¨®n no fue un "simple altercado o pelea de bar": "Basta, para ello, ver el n¨²mero de personas que agredieron, que jalearon, que animaron, que mostraron una actitud pasiva, indiferente, de desprecio¡". "Es dif¨ªcil suponer que se hubieran producido unos hechos de esta naturaleza y gravedad si se tratara de personas que no ostentaban la condici¨®n de guardias civiles. Al margen de esta circunstancia, no hay ninguna raz¨®n que justifique [el ataque]", dicen. "El tribunal aprecia las agravantes de abuso de superioridad y de odio", recalca la Audiencia Nacional.
No fue terrorismo. Seg¨²n resalta la Audiencia Nacional, pese a su vinculaci¨®n a movimientos como OSPA ¡ªo, incluso, su "acuerdo, conformidad o connivencia" con la idea de expulsar a las fuerzas de seguridad de Navarra¡ª, ello no implica que de "manera autom¨¢tica" se considere terrorismo la agresi¨®n. "No podemos dar por probado que exista una vinculaci¨®n real y verdadera de los procesados con ETA", resalta la sentencia, que a?ade: "Ni siquiera eran mayores de edad cuando, en el a?o 2011 o 2012, la banda terrorista manifest¨® que abandonaba la lucha armada". Adem¨¢s, los magistrados apuntan que no ha quedado acreditado que los delitos se cometiesen con el fin de "intimidar gravemente a una poblaci¨®n; obligar indebidamente a los poderes p¨²blicos o a una organizaci¨®n internacional a realizar un acto o abstenerse de hacerlo, o bien desestabilizar gravemente o destruir las estructuras fundamentales pol¨ªticas, constitucionales, econ¨®micas o sociales de un pa¨ªs u organizaci¨®n internacional". As¨ª es como la Posici¨®n Com¨²n del Consejo de la UE define el concepto de terrorismo.
Loas a las v¨ªctimas. "Frente a este sentimiento radical y de intolerancia de los acusados, nos encontramos con una actuaci¨®n significativamente profesional de los guardias civiles, que no se dejaron llevar por la agresividad frente a las provocaciones y la violencia desplegada por los acusados", se?alan los jueces, que antes describen en su escrito la paliza. "Tampoco podemos olvidar la valent¨ªa de las novias y el aplomo que demostraron, igualmente, al no contestar a las referidas provocaciones. No siendo ayudadas por ninguna de las personas all¨ª presentes, trataron de proteger en todo momento a los guardias civiles".
Amenazas y tumulto en la calle. La agresi¨®n comenz¨® en el interior del bar Koxka, donde un grupo de 25 personas rode¨® a las v¨ªctimas ¡ªal grito de "os vamos a matar por ser guardias civiles", "hijos de puta" o "esto os pasa por venir aqu¨ª"¡ª y las golpearon, seg¨²n la sentencia. Los guardias civiles y sus parejas lograron entonces salir al exterior, pero la paliza continu¨® fuera del local. All¨ª, por ejemplo, le partieron la tibia y el peron¨¦ a uno de los agentes. Y las amenazas se multiplicaron. "Esto os ha pasado por bajar al pueblo. Cada vez que salg¨¢is os va a la pasar lo mismo", le dijo una de las condenadas, seg¨²n consideran probado los jueces, que explican que el hostigamiento sigui¨®, pese a que lleg¨® la Polic¨ªa Foral. Uno de los procesados, por ejemplo, se encar¨® con uno de los efectivos del Cuerpo auton¨®mico ¡ª"con los pu?os cerrados, haciendo claro adem¨¢n de agredirle"¡ª. Otro fue detenido e introducido en un coche patrulla, pero una multitud se acerc¨® al veh¨ªculo y consigui¨® sacarlo. Seg¨²n los datos de los antidisturbios, se hab¨ªa congregado en ese momento unas 50 personas a las puertas del bar, otras tantas personas por los alrededores y otras 30 increpaban a las patrullas de la Guardia Civil y de la Foral.
Rechazo social posterior. Los jueces tambi¨¦n se?alan que, adem¨¢s de las lesiones f¨ªsicas, las v¨ªctimas requirieron tratamiento psicol¨®gico. Es el caso de una de las novias de los guardias civiles, que sufri¨® "un rechazo social posterior en su pueblo", Alsasua, por parte de los "vecinos y personas con las que anteriormente conviv¨ªa y trataba". "Un rechazo social que antes no exist¨ªa", recalcan los magistrados.
Pruebas testificales. Adem¨¢s de las declaraciones de las cuatro v¨ªctimas ¡ª"claras, rotundas, contundentes y coincidentes"¡ª, la Sala considera clave en su sentencia el testimonio de Keneth Paulet, citado a declarar como testigo por la defensa de uno de los condenados. Este hombre, que afirm¨® durante el juicio sentirse "un poco presionado" para declarar a favor de los acusados, describi¨® con detalle los incidentes fuera y dentro del bar. "[Lo que cuenta] es coincidente con [lo relatado por] las cuatro v¨ªctimas, pero no es capaz de identificar a ninguno de los agresores, llegando a decir que alguno de los acusados no lleg¨® a participar", explican los jueces, que consideran que esta falta de identificaci¨®n es un "signo evidente de la presi¨®n a la que, sin duda, el testigo est¨¢ siendo o ha sido sometido por el entorno en el que vive y se mueve". Los magistrados tambi¨¦n recalcan la importancia del relato de los polic¨ªas forales, que resaltan el "clima de tensi¨®n" que los agentes apreciaron al llegar y c¨®mo el jefe de los antidisturbios describi¨® la "animadversi¨®n verbal de la gente hacia el teniente, el sargento y sus parejas; adem¨¢s de la actitud desobediente y el mal ambiente".
Identificaciones. Los abogados de los acusados denunciaron durante el juicio que las identificaciones de sus clientes se hab¨ªan producido de forma irregular, pero los jueces rechazan esa afirmaci¨®n y recalcan que los letrados han querido "infundir cierta confusi¨®n en la sala" al decir que las pruebas de reconocimiento se formaron con ciudadanos extranjeros. "Pero ello, realmente, no fue as¨ª", subraya la Sala.
El v¨ªdeo de la ETB del partido de pelota vasca.?Uno de los condenados,?Adur Ramirez, aleg¨® durante la vista oral que no hab¨ªa estado aquella noche en el?Koxka, sino en un partido de pelota vasca y que despu¨¦s se fue a su casa. Como prueba se adjunt¨® un v¨ªdeo de la ETB donde supuestamente se le ve. Los jueces rechazan esa prueba: "Puede aceptarse que, sin entrar a discutir la calidad de las im¨¢genes, el acusado estuvo presente en el partido de pelota, pues ello ha sido aseverado tambi¨¦n por varios testigos. Ahora bien, el partido finaliz¨® a eso de las doce de la noche aproximadamente y los hechos en bar Koxka se producen mucho despu¨¦s, por lo que es perfectamente posible que le diera tiempo a ir a su casa, cenar, acostarse y levantarse de nuevo para acudir a dicho establecimiento y estar presente a la hora en la que ocurrieron los hechos".
Motivaci¨®n ideol¨®gica. Los jueces concluyen que la agresi¨®n se produjo "por una motivaci¨®n de car¨¢cter ideol¨®gico". Aunque, en su escrito, los magistrados matizan que no responde a una "determinada idea o postura pol¨ªtica de adhesi¨®n a un concreto partido pol¨ªtico", sino a una "radicalizaci¨®n, animadversi¨®n e intolerancia" hacia la Guardia Civil.
Referencia a un segundo v¨ªdeo
Los magistrados se refieren tambi¨¦n en su escrito a un segundo v¨ªdeo visionado en el juicio a petici¨®n de la defensa de uno de los condenados. "Se refiere al momento en el que, seg¨²n [el procesado], un se?or con una camisa blanca, el sargento de la Guardia Civil, le da un manotazo", dice la sentencia sobre las im¨¢genes, sobre las que a?ade: "Esta Sala no puede compartir el car¨¢cter pac¨ªfico del acusado, pues basta visionar el v¨ªdeo para evidenciar que ese d¨ªa su actitud no era precisamente pasiva con el sargento a quien acusaba de haberle dado un manotazo y tirarle el tel¨¦fono m¨®vil".
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