El fantasma que se convirti¨® en momia

El cad¨¢ver momificado de Mar¨ªa Amparo Plaza, una mujer humilde que ahora tendr¨ªa 78 a?os, fue hallado el lunes en El Cabanyal, uno de los barrios mar¨ªtimos de Valencia. La polic¨ªa cree que falleci¨® de forma natural en su casa hace unos cuatro a?os y que durante ese tiempo nadie se preocup¨® por su ausencia, en lo que representa un caso extremo del problema de soledad y aislamiento social que sufren miles de ancianos.

Desde ese d¨ªa muchos vecinos, sobre todo mujeres, se detienen un momento al pasar ante la fachada decr¨¦pita del n¨²mero 141 de la calle Jos¨¦ Benlliure, donde Plaza vivi¨® al menos tres d¨¦cadas con la discreci¨®n de un fantasma. "Es tremendo pensar que no haya nadie que te vaya a echar de menos. Que no tuviera no ya familia, sino absolutamente a nadie, ni siquiera contacto con alg¨²n vecino", afirma Amparo Miguel, de 56 a?os, que lleva 30 viviendo en la misma calle. "Paso por aqu¨ª todos los d¨ªas, conozco a mucha gente y aunque parezca un poco incre¨ªble no tengo ni idea de qui¨¦n era".

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Hallado el cad¨¢ver momificado de una anciana en Valencia a la que nadie ech¨® en falta durante cuatro a?os

Cuando la soledad mata

El cad¨¢ver de Plaza seguir¨ªa tumbado en el suelo de la cocina, conservado de forma natural por un proceso menos infrecuente de lo que puede parecer, si C¨¦sar, un vecino de la paralela calle de Escalante, no hubiera bajado a limpiar el peque?o patio que separa su piso del de la se?ora movido por la idea de abrir en el bajo una hamburgueser¨ªa y, por curiosidad, no hubiera empujado con el palo de la escoba la ventana ligeramente abierta de la casa de la mujer, atisbando sus piernas. Conmocionado, el hombre llam¨® al tel¨¦fono de Emergencias 112 y avis¨® de la muerte de Plaza, junto a la que llevaba tiempo viviendo y de la que, en realidad, apenas sab¨ªa nada. "La mujer sal¨ªa muy poco y no se relacionaba con nadie. Hac¨ªa mucho que no la ve¨ªamos, y a veces coment¨¢bamos si no se habr¨ªa muerto. Pero lo dec¨ªamos por decir", admite, con cierto tono de culpa, una residente joven del inmueble donde vive C¨¦sar y que declina dar su nombre. "Lo que nosotros cre¨ªamos es que se hab¨ªa marchado".

Nacida en Valencia en 1940, Plaza no ten¨ªa familiares cercanos en la ciudad y tampoco consta que hubiese estado casada ni tuviera hijos. La polic¨ªa ha seguido el rastro de una hermana hasta Tenerife, pero de momento no la ha localizado. Seg¨²n el testimonio de un vecino recogido por los agentes, la mujer hab¨ªa vivido una temporada en Argentina. Seg¨²n otro, hab¨ªa manifestado su intenci¨®n de mudarse. Plaza nunca fue atendida por los servicios sociales municipales y en su centro de Salud, Serrer¨ªa 1, saben qui¨¦n era, pero quienes la trataron apenas conservan de ella un vago recuerdo. Los vecinos la describen como herm¨¦tica, pero no arisca. Con el pelo blanco largo y ropa ancha que, seg¨²n las versiones, le daba un aspecto "hippie" o "de andar por casa".

Plaza ten¨ªa una farmacia en la acera de enfrente y un estanco a pocas calles de casa, pero iba un poco m¨¢s lejos a comprar el tabaco y los medicamentos. "Era muy reservada y siempre ven¨ªa sola. No le ve¨ªas amistades, ni familiares. Entraba, saludaba con educaci¨®n, compraba su paracetamol o alguna cosilla, y adi¨®s. No era como algunos que se sientan aqu¨ª y te cuentan su vida", dice Joaqu¨ªn Morales, due?o de la farmacia de la calle Mediterr¨¢neo.

La ¨²nica vez que Antonio Escudero, electromec¨¢nico con incapacidad parcial, de 56 a?os, habl¨® con ella fue el d¨ªa que la mujer baj¨® a la falla que hay en el portal de al lado de su casa a pedirles ayuda porque una gaviota se hab¨ªa quedado atrapada en su balc¨®n. "No era de hablar mucho ni de venir a la carpa que mont¨¢bamos en Fallas, aunque tampoco se quejaba del ruido". Vicente Salcedo, de 40 a?os, le subi¨® hace seis o siete a su recibidor un zapatero, el m¨¢s econ¨®mico del cat¨¢logo, que hab¨ªa comprado en su tienda de muebles. Recuerda la casa "limpia, pero muy mal conservada, como si no hubieran hecho ni un arreglo desde que la construyeron".

Por lo que cuentan los vecinos, la tendencia de Plaza a recluirse ven¨ªa de antes, pero no ayud¨® a mitigarla el deterioro que sufri¨® su entorno a ra¨ªz del proyecto de prolongaci¨®n hasta el mar de la avenida de Blasco Ib¨¢?ez aprobado por el anterior gobierno local, del PP, en los noventa. El plan contemplaba demoler m¨¢s de un millar de viviendas de Cabanyal. El Ayuntamiento expropi¨® 500, derrib¨® un centenar y congel¨® la posibilidad de hacer reformas en las casas. Parte de las viviendas expropiadas y otras abandonadas por sus propietarios fueron ocupadas. Algunas se convirtieron en puntos de venta de droga y la sensaci¨®n de inseguridad se dispar¨®.

"Hubo una ruptura de las relaciones sociales en esta zona del barrio, que siempre hab¨ªa sido como un pueblo, y eso contribuy¨® al aislamiento de algunos vecinos, sobre todo de edad avanzada", afirma Faustino Villora, hist¨®rico activista de Salvem El Cabanyal, la asociaci¨®n que se opuso al plan, hoy derogado.

Corriente de aire y baja humedad

Plaza ten¨ªa domiciliados el pago del alquiler, el agua y la luz en la misma cuenta bancaria en la que el Estado le ingresaba la pensi¨®n. Un circuito que ha seguido funcionando autom¨¢ticamente estos a?os impidiendo que los impagos advirtieran de su muerte.

Tampoco lo hizo el olor que desprende un cad¨¢ver al descomponerse debido a la momificaci¨®n, un proceso que se produce de forma natural en condiciones ambientales especiales, explica Fernando Verd¨², profesor de Medicina Legal en la Universidad de Valencia. "Requiere baja humedad, una corriente de aire y una temperatura no muy alta, pero s¨ª lo bastante como para provocar la desaparici¨®n de l¨ªquidos. Ser una persona mayor, delgada y haber sufrido una deshidrataci¨®n antes de morir son factores que favorecen la momificaci¨®n".