Examen a la selectividad
Castilla y Le¨®n sostiene que algunas autonom¨ªas facilitan que sus alumnos logren mejores notas de acceso a la universidad
Uno de cada tres alumnos canarios (el 34,71%) que se examinaron de Historia de Espa?a en 2017 en la Evaluaci¨®n del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU o EvAU, seg¨²n la comunidad aut¨®noma), que sustituye a la antigua selectividad, sacaron m¨¢s de un 9 sobre 10. En Castilla y Le¨®n fueron el 9,55%. Fernando Rey, consejero de Educaci¨®n castellanoleon¨¦s, reivindica que todos los alumnos del pa¨ªs hagan el mismo examen, porque hay grados muy competitivos como Medicina donde cada d¨¦cima puede ser decisiva. ¡°En algunas comunidades las notas de los chicos vienen hinchadas¡±, dice Rey, que se?ala a las del sur, el Levante y las islas. Tambi¨¦n se queja de que las pruebas en esas autonom¨ªas son m¨¢s f¨¢ciles y, para tratar de demostrarlo, est¨¢ recopilando las de este a?o para analizarlas y llevarlas junto a su propuesta de examen ¨²nico al ministerio.
Una profesora de bioestad¨ªstica de la Universidad de Medicina de Valladolid, Cristina Rueda, compar¨® las notas de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) de 2015 con los resultados del informe PISA y public¨® un informe que titul¨® Manu, por un alumno que se qued¨® fuera del grado de Medicina en su comunidad. ¡°Lo repas¨¦ 20 veces¡±, recuerda sobre la sorpresa que le caus¨® comparar el porcentaje de sobresalientes. ¡°Demostr¨¦ que el acceso era muy dif¨ªcil en algunas comunidades aut¨®nomas en asignaturas clave¡±, a?ade. Rueda compar¨® los resultados de la PAU con los del informe PISA y observ¨® que Castilla y Le¨®n, n¨²mero uno en la evaluaci¨®n de la OCDE, quedaba por debajo de la media.
¡°Estamos convencidos de que en Canarias accede a la Universidad quien lo merece y con la nota que merece. Canarias sigue trabajando intensamente para situar a sus estudiantes en los mejores niveles de resultados¡±, responde la Consejer¨ªa de Educaci¨®n insular. ¡°Ni es verdad que el sistema actual genere desigualdad, ni es cierto que las notas de la prueba de acceso a la universidad se inflen en Extremadura. Estas afirmaciones, que cada a?o se repiten, est¨¢n cargadas de prejuicios y faltas de rigor¡±, a?ade la Junta de Extremadura, otra de las aludidas. La consejer¨ªa andaluza no entiende el origen de las afirmaciones de Castilla y Le¨®n: ¡°No existen datos que permitan afirmar que en unas regiones se hinchan las notas y en otras son m¨¢s exigentes¡±.
Concha Valero, vicerrectora de alumnos y coordinadora de la EBAU en la Universidad de C¨¢diz, no es contraria a un examen ¨²nico, pero cree que su coordinaci¨®n ser¨ªa compleja. La percepci¨®n sobre la dificultad var¨ªa entre centros en una misma autonom¨ªa en funci¨®n de d¨®nde hayan puesto el ¨¦nfasis los profesores, explica. Dos alumnos del mismo centro opinar¨¢n adem¨¢s diferente sobre la complejidad de la opci¨®n A y B del examen. ¡°A nivel espa?ol la entrop¨ªa aumenta¡±, se?ala, y recuerda que es una orden ministerial la que define el temario y los tipos de preguntas. Cuando hay ¡°17 autonom¨ªas con ex¨¢menes diferentes es posible que unos puedan parecer m¨¢s f¨¢ciles y m¨¢s dif¨ªciles¡±, reconoce.
Los rectores, satisfechos
Las universidades defienden el modelo de EBAU. Las pruebas sirven para ordenar el acceso a las titulaciones, como explica Julio Contreras, secretario ejecutivo de la CRUE (conferencia de rectores)-Asuntos Estudiantiles. ¡°Mide de forma puntual la madurez de un estudiante y es un sistema que iguala y que es garantista¡±, insiste el tambi¨¦n vicerrector de estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid. ¡°Encantados de hablar con cualquier comunidad que quiera hacer un debate serio y profundo, pero de momento no lo hemos visto¡±, afirma Contreras.
En su opini¨®n, faltan datos que demuestren las ventajas de una prueba ¨²nica y la supuesta discriminaci¨®n de alumnos de algunas comunidades. Es un asunto ¡°poli¨¦drico y complejo¡±, se?ala. Dentro de la Comunidad de Madrid se observan desigualdades entre centros y el ¨¢rea geogr¨¢fica donde se encuentran, dice el vicerrector.
Matem¨¢ticas de un nivel excesivo
Miles de estudiantes vascos y valencianos han recogido firmas en una plataforma digital para quejarse de la dificultad de los respectivos ejercicios de Matem¨¢ticas aplicadas a las Ciencias Sociales que les han tocado. En ninguno de los dos casos los han impugnado. En Castilla y Le¨®n la impresi¨®n de sindicatos de profesores es que en la convocatoria de 2018 se ha suavizado el nivel de exigencia. Esta rebaja llega despu¨¦s de las movilizaciones en el ¨²ltimo a?o de estudiantes que consideraban que el alto nivel de las pruebas les dejaban en desventaja en comparaci¨®n con alumnos de otras autonom¨ªas.
En Andaluc¨ªa una errata en el enunciado del examen de Matem¨¢ticas para Ciencias tuvo que ser solventada sobre la marcha en los primeros minutos del examen, aunque algunos alumnos se quejaron de que les avisaron tarde. Ning¨²n error comparable a la filtraci¨®n en Extremadura que oblig¨® a repetir varias pruebas.
Con informaci¨®n de Mikel Ormazabal, Mar¨ªa Pitarch, Antonio J. Mora y Cristina Huete.
En los resultados dispares pueden influir factores socioecon¨®micos, asegura Contreras. Tambi¨¦n puede ocurrir que los alumnos de una comunidad que hacen la EBAU sean los mejor preparados, aunque en n¨²mero sea de la que menos accedan a la universidad. ¡°Muchos canarios que vienen a la Complutense con unos cracks¡±, dice orgulloso de que su universidad tenga un 40% de alumnos de otras autonom¨ªas. El secretario ejecutivo de la CRUE tampoco cree que la relaci¨®n entre los resultados de PISA y los de la EBAU sean comparables. La evaluaci¨®n de la OCDE se hace a todos los estudiantes de un curso, por ejemplo, 100 alumnos, pero si de ese centenar solo se presentan 40 a las pruebas, ambas puntuaciones no son equiparables, explica. ¡°El debate est¨¢ servido, sin duda, pero hay que hacer un an¨¢lisis profundo¡±.
La selectividad que han hecho estos d¨ªas m¨¢s de 250.000 alumnos ¡ªde los que en 2017 aprobaron el 87%¡ª es fruto del acuerdo el a?o pasado entre las comunidades aut¨®nomas, el Ministerio de Educaci¨®n y las universidades despu¨¦s de descartar la contestada rev¨¢lida que pretend¨ªa introducir la LOMCE. ¡°Se hizo lo mejor que se pudo dentro de la interpretaci¨®n normativa; intentamos tocar lo menos posible la PAU [prueba de acceso a la universidad, nombre oficial de la selectividad]¡±, explica ?ngela Barrios, que represent¨® a las universidades en un a?o de negociaciones que recuerda muy duras.
Esta profesora de Psicolog¨ªa Evolutiva y de la Educaci¨®n de la Aut¨®noma de Madrid, que entonces era vicerrectora de alumnos y representante de la CRUE, cuenta que el acuerdo se dise?¨® para dar ¡°seguridad jur¨ªdica a los estudiantes y una informaci¨®n clara lo antes posible¡±, dentro del margen que dejaban los nuevos curr¨ªculos de la ley educativa.
Cualquier alteraci¨®n en la prueba debe ir paralela a una reforma del bachillerato que eval¨²a (la EBAU es el 40% de la nota de acceso a la universidad, el bachillerato, el 60%), seg¨²n los expertos. ¡°Todo cambio que no est¨¦ listo antes del arranque del curso el 1 de septiembre destrozar¨ªa el sistema¡±, advierte Contreras, que recuerda que una reforma del bachillerato no se puede hacer en una semana o dos meses. ¡°Por eso es importante un pacto educativo¡±, dice, pero mientras aconseja no incrementar la incertidumbre de los alumnos ni ¡°cambiar las reglas del juego a mitad de partido¡±.
Una prueba m¨¢s competencial y menos memor¨ªstica
Alberto Arriazu, presidente de Fedadi (la Federaci¨®n de Directivos de Centros Educativos P¨²blicos), cree que habr¨ªa que eliminar la EBAU, o como m¨ªnimo, hacerla "memos memor¨ªstica y m¨¢s competencial", para medir la capacidad de los alumnos para aplicar el conocimiento a situaciones reales. "M¨¢s moderna", resume.
Su opini¨®n coincide bastante con la de los alumnos. Carles L¨®pez, presidente de la Confederaci¨®n Estatal de Asociaciones de Estudiantes (Canae) tambi¨¦n aboga por eliminarla y que se apueste por una evaluaci¨®n continua en el bachillerato, reforzando el papel de la inspecci¨®n educativa para asegurar que las obligaciones y derechos son los mismos para todos. "Los dos ¨²ltimos cursos se orientan solo a la EBAU; el bachillerato es antipedag¨®gico", critica y manifiesta tambi¨¦n su preferencia por un modelo m¨¢s competencial si debe existir una prueba.
El profesor de Sociolog¨ªa de la Educaci¨®n en la Universidad Complutense Julio Caraba?a est¨¢ radicalmente en contra de estas tesis. "Las pruebas de evaluaci¨®n de cualquier sistema educativo deben incluir los conocimientos de memoria, entendimiento y voluntad que sean necesarios".
"Los t¨ªtulos no se dan por las competencias, sino por lo que has aprendido", insiste, y a?ade que "la memoria es fundamental para aprender". "Me irrita lo competencial que perjudica a los buenos estudiantes que trabajan. Es el triunfo del listo sin m¨¢s, sin que importe el trabajo".
En Catalu?a, hace 11 a?os, David Bueno culmin¨® el cambio que se estaba produciendo hacia lo competencial en el examen de Biolog¨ªa de esa comunidad aut¨®noma. Desde entonces, este profesor de Gen¨¦tica de la Universidad de Barcelona, experto en neuroeducaci¨®n, coordina los ex¨¢menes en esta materia y defiende que todos se hagan de esa forma. Hace tres a?os el suyo se consider¨® un examen piloto para el resto de asignaturas.
"Estudiar una lista de cosas, ?qu¨¦ sentido tiene? El cerebro prioriza la realidad y el exterior es competencial (tienes que orientarte, hablar un idioma, interpretar sem¨¢foros)", dice. "Claro que tienes que memorizar, pero hay un paso m¨¢s: memorizar y aplicar". Traducido, significar¨ªa darles a los alumnos un texto antiguo para el examen de historia a partir del cual deber¨ªan contar qu¨¦ suced¨ªa en esa ¨¦poca, qui¨¦n reinaba, cu¨¢l era la influencia de la religi¨®n, c¨®mo se organizaba la sociedad, etc.
Las notas de sus alumnos, cuyos profesores cada vez m¨¢s abordan la asignatura de esta forma, est¨¢n dentro de la media. "El sistema funciona y es ¨²til", afirma.
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