Ahora s¨ª, rivales por el poder
Cospedal y Santamar¨ªa est¨¢n obligadas ahora a dirimir en p¨²blico su hist¨®rica rivalidad por el poder
La pugna que Mar¨ªa Dolores de Cospedal y Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa han mantenido durante a?os ha sido soterrada, con gestos p¨²blicos que han evidenciado la distancia entre las dos dirigentes que han estado m¨¢s cerca de Mariano Rajoy en la ¨²ltima d¨¦cada. En este tiempo, Cospedal (m¨¢s bien su famoso entorno) ha reprochado a la exvicepresidenta que no haya dado la cara ante los casos de corrupci¨®n que acosan al PP y el fiasco de su estrategia en la crisis territorial en Catalu?a. Por su parte, Santamar¨ªa (y su no menos c¨¦lebre entorno) ha censurado la tendencia de la secretaria general a acumular cargos org¨¢nicos e institucionales, en definitiva, su ansia de poder.
Tras la sorpresiva renuncia de Feij¨®o a la carrera sucesoria, es previsible que una de las dos sustituya a Rajoy, cuya decisi¨®n de desistir al dedazo, y romper as¨ª una cultura hereditaria del mando, ha abocado al PP a un escenario in¨¦dito. Los conservadores siempre han temido el debate interno, creyendo que las discrepancias son un s¨ªntoma de fractura y debilidad en vez de un ejemplo de salud democr¨¢tica y pluralidad. Ante este v¨¦rtigo, el PP puede mirarse en el espejo del PSOE. Es dif¨ªcil encontrar una lucha m¨¢s desgarradora que la que sufrieron los socialistas en 2016, que acab¨® con la capitulaci¨®n de Pedro S¨¢nchez. Solo dos a?os despu¨¦s, S¨¢nchez es presidente del Gobierno.
La pugna ha empezado con una clara escenificaci¨®n de la estrategia que van a seguir las dos principales aspirantes. Cospedal present¨® su candidatura en Toledo, acompa?ada por la c¨²pula del PP de Castilla-La Mancha, una demostraci¨®n de poder org¨¢nico. Lanz¨® cuatro mensajes n¨ªtidos a su competidora: ella conoce bien el partido, ha luchado contra la corrupci¨®n, ha dado la cara en los momentos duros y sabe qu¨¦ es ganar elecciones.
Santamar¨ªa lo hizo poco despu¨¦s, en soledad, delante del Congreso de los Diputados, s¨ªmbolo del poder institucional. Despojada del mando que alcanz¨® como vicepresidenta, se present¨® como una militante de base que sabe estar en el Gobierno y en la oposici¨®n y que ofrece unidad, integraci¨®n e integridad. Una r¨¦plica menos directa pero con evidente carga de profundidad.
Est¨¢ extendido en el PP que Cospedal tiene vocaci¨®n de mando, mientras Santamar¨ªa la tiene de gobierno. Se trata de un sutil matiz que diferencia a dos dirigentes obligadas ahora a dirimir en p¨²blico su rivalidad por la vocaci¨®n compartida por el poder.
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