El Constitucional abre la puerta a que las comunidades declaren zonas libres de ¡®fracking¡¯
Castilla-La Mancha marca el camino al resto de autonom¨ªas para impedir esta t¨¦cnica de extracci¨®n de gas
El Tribunal Constitucional abre la puerta a que las comunidades aut¨®nomas puedan declarar libres de fracking zonas dentro de su territorio. Este tribunal ha ido vetando desde 2014 los intentos de varios Gobiernos auton¨®micos por impedir el uso de esta t¨¦cnica de extracci¨®n de gas del subsuelo. Lo hac¨ªa ante los requerimientos del Gobierno central, que entend¨ªa que las autonom¨ªas invad¨ªan sus competencias. Sin embargo, el Constitucional ha avalado la v¨ªa propuesta por Castilla-La Mancha, que implica hacer zonificaciones del territorio donde el fracking quede excluido, restringido o permitido. Esta t¨¦cnica no se ha usado a¨²n en Espa?a.
Desde que el PP lleg¨® a La Moncloa en 2011 los intentos por impulsar la extracci¨®n de gas esquisto a trav¨¦s de la fractura hidr¨¢ulica desde la Administraci¨®n central fueron una constante. Se modificaron leyes e, incluso, se cambi¨® la Ley del Sector de Hidrocarburos para que los Ayuntamientos y propietarios de terrenos se beneficiaran econ¨®micamente de las explotaciones de los yacimientos de este gas.
Pero la oposici¨®n a esta t¨¦cnica no se quebr¨® en Espa?a. El problema ha residido desde el principio en la forma en la que se extraer este tipo de gas no convencional del subsuelo. Para poder sacarlo es necesario romper la roca en la que se aloja a trav¨¦s del fracking, que consiste en inyectar a trav¨¦s de los pozos agua a presi¨®n mezclada con arena y varios productos qu¨ªmicos. La oposici¨®n a la t¨¦cnica (por sus posibles afecciones a los acu¨ªferos, por ejemplo) arranc¨® entre los grupos ecologistas y, de ah¨ª, pas¨® a algunos Ayuntamientos (que aprobaron mociones) y a varios Gobiernos regionales, que empezaron a legislar para impedir el uso del fracking.
Cantabria, La Rioja y Navarra aprobaron leyes en las que directamente establec¨ªan la prohibici¨®n de emplear esta t¨¦cnica de extracci¨®n de gas no convencional dentro de su territorio. Y el Constitucional anul¨® todas esas normas en 2014 y record¨® a los Gobiernos regionales que las competencias en materia de planificaci¨®n energ¨¦tica eran del Estado.
Catalu?a y Pa¨ªs Vasco intentaron seguir otro camino. No figuraba en sus normas la prohibici¨®n absoluta, pero si se introduc¨ªan cambios en diferentes leyes sectoriales (las competencias mediambientales o urban¨ªsticas est¨¢n en manos de las autonom¨ªas) que hac¨ªan pr¨¢cticamente inviable el empleo del fracking. El Constitucional tambi¨¦n anul¨® esta v¨ªa. Primero la de Catalu?a, en 2016, y luego la del Pa¨ªs Vasco, en 2018. Esta ¨²ltima sentencia sali¨® adelante con un voto particular que firmaban tres magistrados contra el fallo.?
"Una norma novedosa"
Castilla-La Mancha aprob¨® en 2017 su norma. Y el Constitucional entiende ahora que la del Ejecutivo de Emiliano Garc¨ªa-Page es "una norma novedosa y no examinada hasta la fecha, consistente en habilitar a la Administraci¨®n auton¨®mica para que esta efect¨²e una zonificaci¨®n del territorio de la comunidad aut¨®noma". Y dentro de esa zonificaci¨®n, prosigue la sentencia, se delimiten "¨¢reas donde la t¨¦cnica del fracking quede excluida, restringida o permitida". Remarcan los magistrados que esta es una v¨ªa diferente y que "no procede anticipar ni hacer hip¨®tesis sobre los resultados de esa zonificaci¨®n que se encomienda a la Administraci¨®n".?
Para llevarlo a cabo, el Gobierno de Castilla-La Mancha tendr¨¢ que elaborar ahora un plan estrat¨¦gico que contenga esa zonificaci¨®n. Y la Junta ya avanz¨® ayer que en ese plan se vetar¨¢ el uso de esta t¨¦cnica.
La burbuja del fracking en Espa?a (y en gran parte de Europa) se pinch¨® gracias en gran parte a la presi¨®n social contra esta t¨¦cnica, que encontr¨® el rechazo en muchos Consistorios afectados y algunas comunidades aut¨®nomas, que se movilizaron para legislar en su contra. Tambi¨¦n en el Congreso los pronunciamientos de la mayor¨ªa de partidos contra el fracking se hicieron habituales.
Cuando el debate se estaba iniciando, cinco compa?¨ªas (que lideraban el movimiento profracking) constituyeron una plataforma:?Shale Gas Espa?a. Todas han acabado renunciando a sus proyectos en Espa?a.
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