22 a?os de c¨¢rcel para un sicario irland¨¦s por cooperar en el asesinato de un compatriota en Mijas
El jurado descart¨® que James Q. pertenezca a una banda organizada y cobrara por matar a Gary Hutch
James Q., irland¨¦s de 35 a?os, ha sido condenado por la Audiencia de M¨¢laga a 22 a?os de c¨¢rcel por cooperar en el asesinato a tiros de su compatriota Gary Hutch en septiembre de 2015 en Mijas (M¨¢laga) y por tenencia il¨ªcita de armas. El fallo llega tras el veredicto de culpabilidad de un jurado popular, que descart¨® que Q., en prisi¨®n provisional por este crimen desde hace casi dos a?os, pertenezca a una organizaci¨®n criminal, apretara el gatillo y cobrara una recompensa por esta muerte.
El veredicto del tribunal popular ech¨® por tierra la tesis que defend¨ªa la fiscal¨ªa y la Guardia Civil de que Q. actu¨® por orden del clan de los Kinahan contra la banda liderada por Gerry Hutch, alias El Monje, y t¨ªo de la v¨ªctima del asesinato de Mijas. Las cinco mujeres y cuatro hombres que compon¨ªan el jurado dictaminaron que Q. procedi¨® ¡°de com¨²n acuerdo¡± con alguien cuya identidad no se ha podido acreditar, el autor material del crimen, y que ambos lo hicieron por encargo ¡°de una persona desconocida¡± en virtud de ¡°un plan preconcebido¡±. El instituto armado sosten¨ªa que el crimen de Hutch fue el que desat¨® la guerra entre los dos grupos rivales, que puso en jaque a las polic¨ªas irlandesa y espa?ola y dej¨® un reguero de muertes en los meses posteriores.
Tras el juicio en la Audiencia de M¨¢laga, ha quedado probado que Q., la ma?ana del 24 de septiembre de 2015, se dirigi¨® en coche con la persona no identificada hacia la urbanizaci¨®n de Mijas donde resid¨ªa Gary Hutch. Q. se qued¨® en el interior del veh¨ªculo, que hab¨ªa sido robado unos d¨ªas antes, haciendo labores de vigilancia y su acompa?ante se introdujo con un pasamonta?as en el complejo residencial. All¨ª esper¨® a la v¨ªctica a la que abord¨® ¡°de manera sorpresiva¡± en el aparcamiento de la urbanizaci¨®n.
Hutch pudo huir inicialmente hacia la zona comunitaria y su asesino lo persigui¨® alrededor de la piscina. Le dispar¨® en 15 ocasiones y le dio dos tiros de gracia en la cabeza. El agresor emprendi¨® la huida y fue recogido por el coche en el que estaba Q. Poco despu¨¦s intentaron quemar el turismo para borrar los rastros del crimen, pero unos vecinos se percataron del incendio y el fuego fue sofocado pronto. En el interior de este coche se localizaron dos gorras, una de ellas totalmente calcinada y otra en mejores condiciones, de la que se extrajo el ADN del condenado.
Q. ha sido sentenciado a 20 a?os de c¨¢rcel como cooperador necesario de un delito de asesinato y a otros dos a?os de prisi¨®n por tenencia il¨ªcita de armas. Cuando fue arrestado, en septiembre de 2016, la Guardia Civil decomis¨® en la vivienda en la que se alojaba en Benahav¨ªs un arma para la que no ten¨ªa licencia. El ahora condenado se enfrentaba antes de la vista oral a prisi¨®n permanente revisable, pero al descartar el jurado su pertenencia a una organizaci¨®n criminal, la fiscal¨ªa vari¨® sus conclusiones finales.
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