40 a?os del crimen impune de los sanfermines
La muerte de Germ¨¢n Rodr¨ªguez, presuntamente por un disparo de la polic¨ªa, se zanj¨® sin juicio ni culpable
Germ¨¢n Rodr¨ªguez pens¨® que no eran balas reales y grit¨®: ¡°Son de fogueo. ?Vamos, arriba!¡±. Se puso de pie y recibi¨® un tiro en la frente. Desde hace cuarenta a?os a metros de la plaza de toros de Pamplona hay una estela en su memoria. El militante de la secci¨®n vasca de la Liga Comunista Revolucionaria (LKI), que ten¨ªa entonces 23 a?os, cay¨® durante enfrentamientos con la polic¨ªa en el tercer d¨ªa de los sanfermines de 1978, pero el caso se cerr¨® sin juicio ni responsables. Cuatro d¨¦cadas despu¨¦s el Parlamento navarro ha pedido la desclasificaci¨®n de los documentos relacionados con los sucesos ¡ªlos informes que hizo el Ministerio del Interior y las investigaciones judiciales¡ª y una asociaci¨®n formada por familiares y amigos de la v¨ªctima han llevado el caso hasta el Parlamento Europeo.
El chupinazo de 1978 estall¨® desde el balc¨®n de la primera planta del Ayuntamiento de Pamplona porque en la segunda ocho personas se hab¨ªan encerrado para pedir la amnist¨ªa de cinco presos. El d¨ªa 8, otro pedido de amnist¨ªa se repiti¨® dentro de la plaza de toros cuando un grupo despleg¨® una pancarta. As¨ª empezaron los incidentes que justificaron la entrada de la polic¨ªa. Los agentes reprimieron con botes de humo, pelotas de goma y fuego real, seg¨²n consta en un informe elaborado por la Universidad P¨²blica de Navarra a instancias del Ayuntamiento de Pamplona. Pero ¡°los incidentes pr¨¢cticamente hab¨ªan desaparecido para cuando la polic¨ªa carg¨® contra la multitud¡±, indica el documento publicado en abril.
Los enfrentamientos se trasladaron a la calle. Ferm¨ªn Ilundain, que ten¨ªa 17 a?os, recuerda que sali¨® de plaza y un polic¨ªa le dispar¨® con balas de fogueo: ¡°Ese fue mi primer susto¡±. Corri¨® y se protegi¨®, por casualidad, detr¨¢s del mismo coche que Germ¨¢n, a quien no conoc¨ªa. ¡°Pamplona ya empezaba a convertirse en un caos¡±, comenta este hombre que entonces iba al instituto y no militaba en ning¨²n partido. Ilundain se puso de pie en el mismo momento que Germ¨¢n, pero solo result¨® herido en el brazo y la cicatriz ya casi no se ve. Sentado en un caf¨¦ de Pamplona, se?ala a lo lejos y asegura que a 40 metros, desde donde sal¨ªan las r¨¢fagas, distingui¨® ¡°siluetas de polic¨ªas con cascos y las camionetas con la luz azul¡±.
¡°Ha podido ser desafortunado o inoportuna la entrada de las fuerzas p¨²blicas en la plaza de toros y los resultados parece que as¨ª lo confirman. Pero resulta claro que aquellas fiestas estaban amenazadas¡±, declar¨® entonces el ministro del Interior, Rodolfo Mart¨ªn Villa, en una rueda de prensa en RTVE, recogida en el documental Sanfermines 78. El ministro a?adi¨®: ¡°Lo nuestro ser¨¢n errores, lo otro son cr¨ªmenes¡±. D¨ªas despu¨¦s exculp¨® a los miembros de la fuerzas policiales de la muerte de Germ¨¢n y de Joseba Barandiaran, que muri¨® d¨ªas despu¨¦s en una manifestaci¨®n en solidaridad con los afectados en Pamplona, y responsabiliz¨® a "los mandos que dieron esas ¨®rdenes", seg¨²n consta en el diario de sesiones del Congreso de los Diputados del 19 de julio de 1978.
¡°Eran a?os de tensi¨®n¡±, explica la historiadora Nerea P¨¦rez Ibarrola, que particip¨® en el equipo de expertos que elabor¨® un dictamen sobre los hechos solicitado por el Ayuntamiento de Pamplona. Hab¨ªan pasado dos a?os y medio de la muerte del dictador Francisco Franco y todav¨ªa no se hab¨ªa aprobado la Constituci¨®n. ¡°Muchos movimientos sociales ¡ªrupturistas y continuistas¡ª reclamaban participar en ese proceso. El choque era inevitable¡±, se?ala. Entre 1975 y 1978, hubo 31 v¨ªctimas mortales en Espa?a por actuaci¨®n policial. ETA hab¨ªa asesinado a 18 personas, en su mayor¨ªa polic¨ªas y militares, en los siete primeros meses del a?o en el que mataron a Germ¨¢n y asesinar¨ªa a otros 47 hasta terminar 1978. ¡°No hab¨ªa habido elecciones locales y las estructuras pol¨ªticas del r¨¦gimen se manten¨ªan¡±, agrega la historiadora. El partido comunista se hab¨ªa legalizado un a?o antes y los militares no se resignaban a dejar el poder.
Los sanfermines de ese a?o se suspendieron. Se abrieron cinco sumarios y todos se cerraron sin juicio. ¡°La investigaci¨®n judicial fue negligente e insuficiente¡±, apunta el informe de la UPNA. ?ngel Ruiz de Erenchun, uno de los letrados que particip¨® en la Comisi¨®n de Verdad creada por las pe?as ese a?o, explica por tel¨¦fono que ¡°con la cultura jur¨ªdica de aquella ¨¦poca no se podr¨ªa haber hecho m¨¢s¡±. Cuando la polic¨ªa entreg¨® las armas para la prueba bal¨ªstica ninguna coincidi¨® con la que mat¨® a Germ¨¢n y no pudo encontrarse al autor material¡±. ¡°Los tribunales iban en busca del autor del crimen, no se buscaban responsabilidades¡±, precisa.
Los documentos que forman parte de esos sumarios permanecen reservados. El parlamento de Navarra aprob¨® a principios de este a?o instar al Gobierno de Espa?a a desclasificar los documentos con los votos favorables de todos los grupos salvo el PPN.?En el Congreso de Diputados, en Madrid, PSOE y PP, en cambio, votaron en contra de una petici¨®n similar. La socialista navarra Inmaculada Jur¨ªo asegura que mantuvieron conversaciones con los diputados nacionales: ¡°La desclasificaci¨®n se debe enmarcar en la Ley de Secretos Oficiales, que estaba paralizada y ahora se est¨¢n tramitando las enmiendas¡±. ¡°Reconocemos a Germ¨¢n Rodr¨ªguez como una v¨ªctima de la agresi¨®n policial. Para nosotros, y todos los navarros, es una causa principal. Pero el PSOE quiere que se regulen adecuadamente los secretos oficiales y lo hace m¨¢s all¨¢ de un asunto concreto¡±, argumenta.
¡°El Gobierno de turno de estos 40 a?os han vivido de espaldas a esto¡±, comenta Ram¨®n Contreras, miembro de la iniciativa popular Sanfermines 78 Gogoan (SF78). ¡°En 1981 se cerraron las v¨ªas judiciales, ahora se abre Europa, aunque llega muy tarde¡±, agrega. Miembros de SF78 presentaron en junio una queja ante la Comisi¨®n de Peticiones del Parlamento Europeo para que el Gobierno de Espa?a quite las ¡°trabas¡± que ¡°propician la impunidad de los responsables de los Sanfermines de 1978¡±. Con el dictamen de la UPNA en la mano, alegaron que aquello fue un crimen de lesa humanidad.
¡°Fue un crimen indiscriminado contra la poblaci¨®n. En la plaza tuvieron que correr personas de derecha y de izquierda¡±, apunta uno de los hermanos menores de Germ¨¢n, Ferm¨ªn Rodr¨ªguez, que habla serio e inmutable en un bar tradicional de la Plaza del Castillo en Pamplona. No reclama presos, pero s¨ª juicios. ¡°Jam¨¢s en 40 a?os alguien nos dio una respuesta. Jam¨¢s ni una sola explicaci¨®n¡±, se queja y agrega: ¡°La impunidad hace mucho da?o¡±.
En el sitio donde cay¨® Germ¨¢n, en la calle Roncesvalles, se inaugur¨® a finales de junio un nuevo monumento, a metros de la estela. Es una escultura de bronce con silueta de mujer, aunque sin brazos, en recuerdo de todas las v¨ªctimas de la agresi¨®n policial durante los Sanfermines del 78: un muerto y m¨¢s de 150 heridos. ¡°Tirad con todas las energ¨ªas y lo m¨¢s fuerte que pod¨¢is. No os importe matar¡±, fue la orden que recibi¨® la polic¨ªa a trav¨¦s de la radio aquel 8 de julio. ¡°Yo no he estado en la guerra, pero se le debe parecer mucho a eso¡±, apunta Ferm¨ªn Rodr¨ªguez.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.