El Defensor alerta de la discriminaci¨®n de las aspirantes a militar tatuadas

El Defensor del Pueblo en funciones, Francisco Fern¨¢ndez Marug¨¢n, se ha dirigido al Ministerio de Defensa para advertirle de la discriminaci¨®n que pueden estar sufriendo las mujeres que tienen tatuajes y aspiran a ingresar a las Fuerzas Armadas respecto a sus compa?eros varones.

La instituci¨®n ha pedido al departamento que dirige Margarita Robles que le explique ¡°por qu¨¦ se excluye a mujeres con tatuajes visibles (por ejemplo, en los pies) con el uniforme femenino (falda) y, sin embargo, aspirantes masculinos con tatuajes en el mismo lugar s¨ª son considerados aptos por no ser estos visibles con el uniforme masculino (pantal¨®n largo)¡±.

El Defensor del Pueblo ha iniciado esta actuaci¨®n de oficio tras difundirse el caso de Estela Mart¨ªn, una licenciada en psicolog¨ªa que fue excluida el pasado d¨ªa 19 de las pruebas de acceso al Cuerpo Militar de Sanidad por lucir un tatuaje de siete cent¨ªmetros en el empeine, que solo ser¨ªa visible con el uniforme de falda, pero no con el de pantal¨®n. Aunque en teor¨ªa las militares pueden elegir entre una uniformidad u otra, el responsable del tribunal de selecci¨®n le dijo que su jefe podr¨ªa obligarle a vestir falda aunque ella no quisiera.

No es esta la primera vez que el Defensor del Pueblo se interesa por este asunto. En 2014 se dirigi¨® al Ministerio de Defensa y a la Guardia Civil ante las quejas recibidas por la prohibici¨®n de tatuajes visibles con el uniforme. La respuesta que recibi¨® entonces es que los agentes de la Guardia Civil deben ¡°ofrecer la imagen m¨¢s neutral, homog¨¦nea y discreta posible¡±, atendiendo a sus funciones sociales y por razones de seguridad.

No obstante, el Defensor advierte de que esta normativa debe ¡°someterse a ciertos l¨ªmites, como el principio de igualdad y no discriminaci¨®n¡± y pide a Defensa que se cuestione si se est¨¢ generando una situaci¨®n de discriminaci¨®n hacia las mujeres en el acceso a las Fuerzas Armadas.

Estela Mart¨ªn ha presentado un recurso de alzada ante la Subsecretar¨ªa de Defensa y ha dirigido un escrito a la ministra Margarita Robles. El problema es que, aunque gane el recurso, lo que resulta probable, habr¨¢ perdido la convocatoria para ingresar en las Fuerzas Armadas y, al tener 30 a?os de edad, ya no podr¨¢ volver a presentarse, seg¨²n la legislaci¨®n vigente.