Muere el obispo Jos¨¦ Mar¨ªa Seti¨¦n a los 90 a?os, tras sufrir un ictus

Jos¨¦ Mar¨ªa Seti¨¦n, que fue obispo de San Sebasti¨¢n entre 1979 y principios de 2000, ha fallecido esta madrugada a los 90 a?os en el Hospital Donostia de la capital guipuzcoana,?donde se encontraba ingresado tras sufrir un ictus este pasado domingo. Su funeral ser¨¢ este mi¨¦rcoles a las 12.00 en la Catedral del Buen Pastor, seg¨²n han confirmado fuentes del Obispado de San Sebasti¨¢n. Durante sus a?os como obispo donostiarra, que coincidieron con los a?os m¨¢s duros y desatados de los asesinos de ETA, Seti¨¦n fue una controvertida figura por su postura af¨ªn al nacionalismo vasco,?as¨ª como por sus cr¨ªticas a algunas acciones policiales y su denuncia de las supuestas torturas infligidas a integrantes de ETA.

Seti¨¦n estaba ingresado en la UCI del citado hospital, donde no ha logrado superar el ictus que sufri¨® este domingo y ha fallecido a las dos de esta madrugada. El prelado ya hab¨ªa sufrido dolencias card¨ªacas muchos a?os atr¨¢s. Tras su jubilaci¨®n, se retir¨® a un monasterio de monjas de la orden de las Agustinas, en Astigarraga (Gipuzkoa), hasta que recientemente, dado su delicado estado de salud, fue acogido por una sobrina suya y resid¨ªa en el barrio donostiarra del Antiguo.

Su funeral ser¨¢ este mi¨¦rcoles a las 12.00 en la Catedral del Buen Pastor y ser¨¢ oficiado por el obispo de San Sebasti¨¢n, Jos¨¦ Ignacio Munilla, quien hoy no ha querido realizar declaraciones. Seti¨¦n ser¨¢ enterrado en el presbiterio de la citada catedral donostiarra, como era su deseo, ha asegurado la di¨®cesis guipuzcoana. La capilla ardiente con los restos mortales del obispo em¨¦rito ha sido instalada en la capilla del Sant¨ªsimo Sacramento de la catedral a las 14.00 y hasta las 20.00 de hoy, y ma?ana a partir de las 8.00 hasta la hora del funeral.

Seti¨¦n, nacido en Hernani (Gipuzkoa) el 18 de marzo de 1928, fue ordenado sacerdote en la catedral del Buen Pastor de San Sebasti¨¢n en junio de 1951 y fue consagrado como obispo auxiliar 21 a?os despu¨¦s. Tom¨® posesi¨®n como obispo de la di¨®cesis donostiarra en 1979, al d¨ªa siguiente de haber cumplido 51 a?os. Le esperaban por delante dos largas d¨¦cadas como prelado en las que se convirti¨® en un hacedor de titulares con sus pol¨¦micas declaraciones, pastorales y homil¨ªas.

En octubre de 1955 fue designado profesor de Teolog¨ªa Moral en el Seminario de Vitoria y a partir de 1960 fue profesor en la Universidad Pontificia de Salamanca, tanto en la Facultad de Derecho Can¨®nico como en la de Teolog¨ªa, de la que fue decano. Fue autor de 14 libros, seg¨²n el listado facilitado por la di¨®cesis, el ¨²ltimo de los cuales, titulado Un obispo vasco ante ETA (Editorial Cr¨ªtica), se public¨® en 2007.

Sus posiciones a favor del derecho de autodeterminaci¨®n y de la negociaci¨®n entre el Gobierno y ETA fueron muchas veces cuestionadas, as¨ª como sus cr¨ªticas a algunas acciones policiales y su denuncia de las supuestas torturas infligidas a integrantes de ETA.

Fr¨ªo y distante en el trato, fue calificado de equidistante desde las posiciones alejadas del nacionalismo, cuando no de amigo de ETA, pero nada de ello impidi¨® que a lo largo de su ejercicio siguiera hablando del problema de la violencia en el Pa¨ªs Vasco desde un punto de vista pol¨ªtico. Y "¨¦tico", seg¨²n sol¨ªa subrayar.

En una pastoral de finales de 1997, titulada Humanizar los caminos de la Pacificaci¨®n, dijo que ni los atentados de ETA ni las acciones policiales "deben paralizar los esfuerzos orientados a buscar otros caminos m¨¢s humanos de pacificaci¨®n". En septiembre ya hab¨ªa reclamado la apertura de un di¨¢logo para lograr la paz y el a?o anterior hab¨ªa reiterado la disposici¨®n de la iglesia vasca a "un servicio de mediaci¨®n" entre el Gobierno y ETA. La v¨ªa negociadora, sostuvo siempre, no era una f¨®rmula que los Estados ten¨ªan que considerar indigna.

En enero de 2000, unos d¨ªas antes de su renuncia al cargo, volvi¨® a hacer un nuevo pronunciamiento pol¨¦mico. Afirm¨® que la paz ten¨ªa un precio y que el acuerdo al que deb¨ªa llegarse es "qu¨¦ precio se est¨¢ dispuesto a pagar".

La publicaci¨®n del ensayo titulado De la ¨¦tica y el nacionalismo (Editorial Erein), en mayo de 2003, tambi¨¦n vino envuelta de pol¨¦mica. En aquel trabajo defend¨ªa que "la incorporaci¨®n del fen¨®meno del terrorismo a ciertas formas de nacionalismo no significa que todo el nacionalismo pol¨ªtico sea ¨¦ticamente reprobable. Ese nacionalismo puede entenderse sin las connotaciones terroristas que frecuentemente se la inculpan". Critic¨® la postura de la c¨²pula episcopal espa?ola y defendi¨® la "libertad moral" del ciudadano de optar por el "nacionalismo pol¨ªtico".

Seti¨¦n fue relevado al frente del Obispado de San Sebasti¨¢n por Juan Mar¨ªa Uriarte, hasta entonces responsable de la iglesia de Zamora. El primero jug¨® con habilidad sus cartas ante el Vaticano para conseguir una sustituci¨®n pactada, garantiz¨¢ndose que su sucesor no fuera alguien ajeno a la compleja realidad de la iglesia guipuzcoana. Uriarte Uriarte aseguraba el continuismo en la di¨®cesis, puesto que era un buen conocedor de la compleja realidad vasca, al participar a?os atr¨¢s como mediador entre el Gobierno y ETA.

En su despedida, Seti¨¦n desliz¨® una autocr¨ªtica al repasar sus a?os como pastor de Gipuzkoa: "Quiero deciros que a todos os he querido y sigo queri¨¦ndoos de verdad, aunque no haya sido capaz de mostraros a todos el afecto sincero que hacia todos he tenido. O que, al menos, no he sabido hacerlo en el modo en el que lo hubierais deseado o incluso en el que hubierais tenido derecho a esperar".

Las apariciones p¨²blicas de Seti¨¦n han sido escasas en la segunda d¨¦cada de este siglo. Una de ellas fue su visita al tanatorio donde se encontraban los restos mortales del abogado y pol¨ªtico vasco Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s en octubre de 2011. Han transcurrido 18 a?os entre su retirada, motivada en parte por razones de salud, y su fallecimiento, y casi 30 de su cese como miembro de la comisi¨®n ejecutiva de la Conferencia Episcopal, de la que fue tambi¨¦n integrante de su comisi¨®n permanente.

El sacerdote Xabier Andonegi, p¨¢rroco de la iglesia de San Vicente, en San Sebasti¨¢n, destaca que Seti¨¦n estuvo ¡°activo hasta el ¨²ltimo momento¡±, pese a encontrarse ¡°delicado de salud¡±. Estaba implicado principalmente en las actividades que organizaba la Fundaci¨®n Etikarte-?tica y Convivencia, fundada por el exobispo. ¡°Su muerte es una p¨¦rdida muy grande, aunque en la memoria quedar¨¢ toda su obra escrita, que era de lo que ¨¦l se sent¨ªa m¨¢s alegre y satisfecho. Ah¨ª quedan para la investigaci¨®n sus libros sobre la ¨¦tica, la juventud, la educaci¨®n¡­¡±, afirma Andonegi.