Una d¨¦cada despu¨¦s y una muerte sin desvelar: las claves para atrapar al asesino de Valdepe?as
Han pasado 15 a?os desde que Gustavo Romero reconociera haber matado a una pareja de novios en un parque de la ciudad en 1993. Tras su confesi¨®n, el hombre asumi¨® el asesinato de una tercera v¨ªctima
Gustavo Romero fue condenado en abril de 2005 por el asesinato de una pareja de novios en un parque de Valdepe?as (Ciudad Real) y por la muerte de una joven a la que mat¨® y tir¨® a un pozo tras agredirla sexualmente. El doble crimen lo llev¨® a cabo en 1993 y el ¨²ltimo de ellos cinco a?os despu¨¦s. No fue hasta una d¨¦cada m¨¢s tarde cuando confes¨® ser el autor de todos las muertes. Una prueba de ADN de un resto de sangre encontrado en la mochila de la joven Rosana Maroto, la ¨²ltima de sus v¨ªctimas, confirm¨® su declaraci¨®n ante la polic¨ªa. La Audiencia de Ciudad Real le conden¨® a 113 a?os, aunque el Supremo le aplic¨® una pena efectiva de 30 a?os, en aplicaci¨®n de la doctrina Parot. Este es un reportaje,?publicado en EL PA?S el 17 de octubre de 2003, sobre el historial delictivo de "el asesino de Valdepe?as", una vez confesado su tercer crimen:
La polic¨ªa recuper¨® ayer del fondo de un pozo de piedra de 20 metros de profundidad en Valdepe?as (Ciudad Real) el esqueleto de un cuerpo de mujer que corresponde, a la espera de la confirmaci¨®n cient¨ªfica definitiva, a la joven Rosana Maroto Quintana, de 21 a?os, desaparecida en dicha ciudad el 25 de junio de 1998. El hallazgo del cad¨¢ver fue posible gracias a la confesi¨®n de Gustavo Romero Tercero, de 31 a?os, detenido la semana pasada como supuesto autor del crimen de los novios de Valdepe?as el 20 de junio de 1993. Una prueba de ADN de un resto de sangre encontrado en la mochila de Rosana Maroto, hallada pocos d¨ªas despu¨¦s de su desaparici¨®n en un r¨ªo, ha confirmado que se trata de sangre de Gustavo Romero.
Valdepe?as respir¨® ayer tras resolverse un crimen que, tras el esclarecimiento del asesinato de ?ngel Ib¨¢?ez, de 24 a?os, y Sara Dotor, de 20, a¨²n manten¨ªa en vilo a la ciudad. El mismo vecino de la localidad que hab¨ªa confesado ser el supuesto autor del crimen de los novios declaraba que tambi¨¦n hab¨ªa matado a Rosana Maroto y que la hab¨ªa tirado a un pozo, situado a 200 metros de la Nacional IV, a la altura del kil¨®metro 190, a las espaldas de un club de alterne de carretera y de la venta Saga III.
Gustavo Romero, que estaba preso en la c¨¢rcel de Herrera de la Mancha por malos tratos, se derrumb¨® durante un interrogatorio policial. Los investigadores pusieron ante ¨¦l varias evidencias: las declaraciones de dos testigos protegidos y, sobre todo, una prueba de ADN (hecha con permiso judicial) que confirmaba que el perfil gen¨¦tico obtenido de un rastro de sangre hallado en la mochila de Rosana era id¨¦ntico a su huella gen¨¦tica.
Romero confes¨® entonces que sobre las siete de la tarde del 25 de junio de 1998 se top¨® con su coche con Rosana Maroto cerca del camino de tierra de la Membrilla, cuando la joven pedaleaba hacia una casa que tiene su padre en la zona del Peral, a siete kil¨®metros de Valdepe?as. Seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, Romero dijo que la atropell¨®, que la mont¨® en su coche, la condujo hasta un pozo sito junto a la llamada "casa de Isaac", abandonada hace a?os, la tir¨® al fondo y dej¨® la embocadura tapada con unas tablas. Ninguna de las fuentes consultadas ha facilitado el m¨®vil del crimen.
Con estos datos la polic¨ªa se encamin¨® el martes a mediod¨ªa hacia el pozo, con el brocal de piedra roja siena semiderruido, pero en una primera inspecci¨®n no hall¨® el cad¨¢ver. El pozo, ubicado a cuatro kil¨®metros de donde desapareci¨® Rosana, est¨¢ al borde de una de las cientos de pistas de tierra que recorren la zona, a cinco metros de una casa de labranza. Ayer, tras introducir un foco por el pozo, cuya abertura de un metro de di¨¢metro hab¨ªa estado tapada con tablones, avist¨® restos humanos en el fondo. Un equipo de los GEO del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa recuper¨® a las 16.30 los primeros restos ¨®seos, que corresponden a una mujer de las caracter¨ªsticas de Rosana Maroto. Con una polea y una escala, fueron recuperando el cad¨¢ver.
Entre 1998 y 2003, la polic¨ªa revis¨® 300 pozos de los m¨¢s de mil que menudean por Valdepe?as para dar con el cuerpo de la joven
El detenido estuvo ayer junto a la juez del caso (que ha decretado el secreto del sumario) presenciando el rescate, en el que tambi¨¦n participaron agentes de la Comisar¨ªa General de Polic¨ªa Cient¨ªfica y de la comisar¨ªa de Valdepe?as. Durante la madrugada, la b¨²squeda segu¨ªa bajo la luz de potentes focos y se estaba recomponiendo hueso a hueso el cad¨¢ver sobre una improvisada camilla, ya que que, transcurridos m¨¢s de cinco a?os, solo se conserva el esqueleto.
Agust¨ªn D¨ªaz de Mera, director general de la Polic¨ªa, presenci¨® las labores de rescate y, poco despu¨¦s, sin confirmar al cien por cien la identidad del cad¨¢ver, dijo que todo apunta a que se trata de Rosana Maroto. D¨ªaz de Mera a?adi¨® que en los ¨²ltimos cinco a?os han sido revisados 300 pozos de los m¨¢s de mil que menudean por Valdepe?as, aunque este ¨²ltimo aljibe "no hab¨ªa sido chequeado".
Para la resoluci¨®n de estas tres muertes han sido decisivas las declaraciones de dos testigos protegidos. Gracias a su testimonio se pudo saber que Gustavo Romero dispon¨ªa de una navaja de doble hoja tipo abanico id¨¦ntica a la que seg¨²n las pruebas forenses hab¨ªa sido utilizada en el crimen de los novios. Dicha navaja fue hallada d¨ªas atr¨¢s en otro pozo de Valdepe?as, tambi¨¦n por los GEO.
Romero supuestamente cometi¨® el primer doble crimen con esa navaja y luego se fue a residir a Las Palmas de Gran Canaria. All¨ª estuvo hasta 1997 y regres¨® a Valdepe?as, donde trab¨® amistad con dos de los hermanos de Sara Dotor, a quienes les preguntaba por las investigaciones. Trabaj¨® como montador de estructuras de pladur y en una empresa c¨¢rnica. Fue entonces cuando presuntamente mat¨® a Rosana. Tras mantener una vida normal en el pueblo, fue detenido por supuestos malos tratos a su pareja. A partir de ese momento empezaron a cuadrar las pruebas que lo incriminaron en el crimen de los novios y lo llevaron ayer a contemplar el rescate de los huesos de Rosana, estudiante de segundo de Historia del Arte.
* Este art¨ªculo apareci¨® en la edici¨®n impresa del Viernes, 17 de octubre de 2003
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