El Gran Hermano del narco: lujo, chuler¨ªa y traiciones

Fotos de tatuajes de narcolanchas, v¨ªdeos de descargas de droga a plena luz del d¨ªa o im¨¢genes de tartas infantiles que recrean persecuciones. Los narcos del Campo de Gibraltar ¡ªy su s¨¦quito¡ª disfrutaban narrando sus m¨¢s endiabladas andanzas en las redes sociales. Era un acto de chuler¨ªa premeditada y controlada, hasta que la semana pasada todo se torci¨® por una traici¨®n. El perfil an¨®nimo de Instagram @cotilleolalinea ha difundido sus vidas de excesos con se?as de identidad incluso de sus amantes. Las mismas redes en las que se regodeaban, ahora son su perdici¨®n, mientras los traficantes buscan venganza para el culpable.

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La historia ha cambiado mucho en apenas tres meses. Cuando detuvieron a Antonio Tej¨®n, El Casta?a, uno de los reyes del hach¨ªs del Campo de Gibraltar, en unos pocos d¨ªas su entorno inici¨® una campa?a de apoyo en la plataforma digital change.org que firmaron 1.621 usuarios. El descaro en redes llegaba a su cota m¨¢xima: pedir justicia para el mayor traficante de hach¨ªs de Espa?a. De poco import¨® que El Casta?a fuese cazado mientras pasaba la noche con una amante con la que tiene dos hijos. Tras aquella campa?a estuvo la usuaria Zaraida L¨®pez, el mismo nombre de la mujer oficial de Tej¨®n que ahora vuelve a estar en el ojo del hurac¨¢n digital. Ha pasado de acusadora a acusada: es una de los se?alados e insultados p¨²blicamente por @cotilleolalinea.

Denigrados hasta la vejaci¨®n, el perfil divulg¨® ¡ªentre insultos y durante algo m¨¢s de un d¨ªa¡ª caras, nombres propios, viajes y supuestas amantes. Era lo que en el barrio de La Atunara de La L¨ªnea, epicentro del hach¨ªs, sab¨ªan y en la comisar¨ªa de polic¨ªa sospechaban, aunque ahora elevado a la inmensidad de Internet. Pero si el traidor, movido por supuestos impagos de unos alijos, ten¨ªa material que difundir es porque ellos antes se hab¨ªan dedicado a divulgar su propia vida. ¡°Siempre han mantenido la ostentaci¨®n. Se jactan de ello y se ven con impunidad¡±, reconoce Macarena Arroyo, fiscal antidroga del Campo de Gibraltar.

Por eso, mucho antes de que la cuenta de Instagram se pusiese en marcha, ya saltaban de m¨®vil en m¨®vil fotos de lo m¨¢s variopinto: los hermanos Casta?a a bordo de narcolanchas, las mariscadas de Abdellah El Haj, El Messi, o las fiestas en Ibiza de unos y otros. Algunas de esas im¨¢genes se han hecho virales. Es el caso de una chica con una camiseta en la que se ve una narcolancha junto al mensaje ¡°Orgullo linense¡±. O el v¨ªdeo de este agosto en el que alguien de la organizaci¨®n graba con chuler¨ªa dos alijos de forma simult¨¢nea.

A Francisco Mena, de la Federaci¨®n Antidroga Nexos, ni le sorprende lo que ahora se ha divulgado: ¡°La ostentaci¨®n siempre ha estado presente, pero antes no hab¨ªa redes sociales. Los nuevos son m¨¢s j¨®venes y ahora usan estos canales para mostrar su vida de lujo¡±. A eso se suma un factor clave, a juicio de un cargo de la comisar¨ªa de La L¨ªnea: ¡°Son de escalones sociales y culturales bajos, as¨ª que su ¨²nica v¨ªa de presumir es econ¨®mica¡±.

Esos dejes de ricos kitsch les juegan m¨¢s de una pasada. ¡°Cualquier dato ayuda. En la polic¨ªa nos ayudamos de muchas circunstancias, entre ellas de las redes sociales¡±, reconoce el agente. Y si la difusi¨®n va acompa?ada de traiciones y venganzas, como en el caso de @cotilleolalinea, m¨¢s a¨²n, seg¨²n explica el polic¨ªa: ¡°El despecho da mucho juego¡±. Los propios narcos se han dado cuenta del fil¨®n que su vida opulenta tiene para las investigaciones, por eso, la fiscal Arroyo ya ha detectado que ¡°se han vuelto mucho m¨¢s recelosos¡±.

Pero confiar en aumentar la privacidad en redes no ha sido suficiente. En apenas el d¨ªa y medio que la cuenta de Instagram estuvo abierta, cualquiera pudo dibujar el intrincado ¨¢rbol geneal¨®gico de los principales rostros y apodos del mundo del hach¨ªs, de sus mujeres y sus amantes. Aunque la fiscal tiene claro que ¡°la credibilidad de la filtraci¨®n es limitada¡±, tambi¨¦n reconoce que puede servir para trazar ¡°el hilo que permite vincular a personas¡±.

Mientras, los traficantes siguen buscando al traidor. ¡°Est¨¢n asustados, ahora saben que est¨¢n m¨¢s identificados¡±, reconoce un guardia civil. El agente cree que la fuente podr¨ªa ser m¨¢s de una persona y que recurrieron a un experto en inform¨¢tica. Sin embargo, nadie ha denunciado a¨²n la evidente vulneraci¨®n al honor y la intimidad, confirman desde la polic¨ªa de La L¨ªnea. ¡°Al final, habr¨¢ un ajuste de cuentas entre ellos, pero sin sangre, porque la filtraci¨®n no ha estropeado ning¨²n negocio, que es lo importante para ellos¡±, remacha el polic¨ªa.