Interior estrecha el control sobre la venta en tiendas de sustancias para fabricar explosivos

Este s¨¢bado entrar¨¢n en vigor las nuevas medidas con las que el Ministerio del Interior quiere dificultar al m¨¢ximo que los terroristas adquieran sustancias qu¨ªmicas para elaborar explosivos caseros. Los atentados de Barcelona y Cambrils de agosto de 2017 destaparon cierto descontrol en la venta de los llamados precursores de explosivos, lo que permiti¨® a los integrantes de la c¨¦lula yihadista elaborar en un chal¨¦ de Alcanar (Tarragona) cientos de kilos de triper¨®xido de triacetona (un potente explosivo conocido como madre de Sat¨¢n) sin ser detectados. Para acabar con ello, el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska ha elaborado una instrucci¨®n interna y un plan anual con los que pretende extremar la vigilancia e inspecci¨®n sobre las empresas que comercializan estos productos ¡ªdesde farmacias y ferreter¨ªas a grandes centros comerciales, establecimientos de jardiner¨ªa y empresas de mantenimiento de piscinas¡ª adem¨¢s de fijar unas pautas para aumentar la colaboraci¨®n de sus comerciales en la detecci¨®n e identificaci¨®n de compradores sospechosos.

Interior quiere que estas empresas lleven un exhaustivo registro de todas las ventas que hagan de estos productos, como la acetona, el ¨¢cido sulf¨²rico o algunos nitratos. En el mismo deber¨¢n reflejar el nombre, domicilio y DNI de la persona que haya adquirido cualquier precursor de explosivos, as¨ª como el detalle de cu¨¢l es esta sustancia, la concentraci¨®n, la cantidad y una descripci¨®n del fin que el comprador ha asegurado que pretende dar a la misma. Las compa?¨ªas comercializadoras tambi¨¦n deber¨¢n incluir en estos registros datos de la fecha y el lugar de la transacci¨®n, la firma de comprador y la licencia que este haya aportado para justificar la adquisici¨®n. Para ello, el ministerio iniciar¨¢ "una campa?a informativa", dirigida especialmente a la peque?a y mediana empresa, y aquellos negocios que venden a particulares, y que la experiencia ha demostrado que suelen ser los elegidos por terroristas para hacerse con estos materiales.

Adem¨¢s, el ministerio quiere que los comerciales de estas empresas den un paso m¨¢s all¨¢ y se involucren directamente en la detecci¨®n de posibles sospechosos. Para ello, les impartir¨¢ instrucciones sobre c¨®mo hacerlo y, posteriormente, comunicarlo a las Fuerzas de Seguridad del Estado. As¨ª, quiere que informen de aquellos compradores que no indiquen "con claridad" la utilidad que tienen prevista darle a los precursores que adquieren, que se muestran poco "familiarizados" con la utilizaci¨®n de los mismos o que adquieran "cantidades, combinaciones o concentraciones inusuales" para particulares. Tambi¨¦n invita a alertar sobre aquellos que se muestren "reacios a aportar pruebas de su identidad o su lugar de residencia" o que intenten pagar en efectivo elevadas cantidades de dinero para realizar la adquisici¨®n.

La Instrucci¨®n 10/2018 sustituye a una anterior de 2013, mientras que el reci¨¦n estrenado plan anual reemplaza al que la Uni¨®n Europea elabor¨® en 2008 con id¨¦ntico fin. Ambos hab¨ªan quedado desfasados y se mostraban claramente insuficientes tras quedar demostrado tras los ¨²ltimos atentados que "tales sustancias siguen siendo accesibles y utilizadas en la elaboraci¨®n casera de artefactos explosivos". As¨ª, en la instrucci¨®n ¡ªque firma la secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella¡ª se recoge como fin ¨²ltimo de las nuevas medidas "limitar" el acceso de los particulares a las sustancias susceptibles de ser utilizadas en la elaboraci¨®n de explosivos y "garantizar la adecuada comunicaci¨®n de las transacciones sospechosas".

Tras los atentados del 17 de agosto, el documento considera que era urgente tomar medidas para "establecer sistemas de inspecci¨®n" que permitan detectar a aquellos comercializadores de estos productos que no cumplan escrupulosamente con las medidas de control. La c¨¦lula yihadista hab¨ªa adquirido sin problemas centenares de litros de los productos necesarios para elaborar la madre de Sat¨¢n sin que ninguna de las empresas a las que acudieron alertasen en ning¨²n momento a las Fuerzas de Seguridad del Estado.

Para lograrlo, el nuevo documento otorga competencias a la Polic¨ªa Nacional y a la Guardia Civil para acudir a las empresas y almacenes de aut¨®nomos con licencia para manejar estos productos con el fin de verificar que cumplen estrictamente la ley sobre su comercializaci¨®n y no desv¨ªan ninguna cantidad al mercado clandestino. Todos ellos deber¨¢n completar una ficha sobre sus mercantiles con siete campos que recogen sus datos de identificaci¨®n, productos que comercializa y sus caracter¨ªsticas, y la forma de venta, sobre todo si es a trav¨¦s de p¨¢ginas web. Los agentes tambi¨¦n deber¨¢n recabar toda la informaci¨®n posible sobre "robos, sustracciones y desapariciones significativas" de estos productos, as¨ª como los detalles de las incautaciones que realicen en operaciones policiales.

Todos los datos que obtengan ser¨¢n centralizados por una unidad especial del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco), dependiente de Interior. Este organismo ser¨¢ tambi¨¦n el responsable de realizar informes previos para decidir si los particulares que pidan una licencia para operar con los precursores son actos, as¨ª como de elaborar "mapas de riesgos". El ministerio tambi¨¦n implica en las labores de control a las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno, y contempla la posibilidad de que las polic¨ªas auton¨®micas se adhieran a los planes anuales de inspecci¨®n dise?ados de acuerdo con las directivas europeas.