La familia de Franco quiere enterrarlo en la catedral de La Almudena si se exhuma
El Gobierno quiere evitar que la nueva tumba del dictador se convierta en un lugar de peregrinaci¨®n de franquistas
La familia de Francisco Franco quiere enterrar al dictador en la cripta de la catedral de La Almudena, en Madrid, una vez se ejecute el decreto que el Congreso de los diputados aprob¨® el pasado 13 de septiembre.?
As¨ª consta en el escrito de alegaciones que los nietos de Franco presentaron ayer ante el Ministerio de Justicia, adelantado por La Raz¨®n y confirmado por este diario.
El Gobierno anunci¨® que la exhumaci¨®n se llevar¨ªa a cabo con o sin el consentimiento de la familia y prometi¨® hacerlo con respeto y dignidad, pero el Ejecutivo quiere evitar que la nueva ubicaci¨®n del enterramiento del dictador se convierta en un lugar de peregrinaci¨®n de franquistas. La catedral de La Almudena se encuentra en pleno centro de Madrid y es el lugar elegido para los funerales o misas de Estado, como ocurri¨® con los del expresidente Adolfo Su¨¢rez o las v¨ªctimas del 11-M. La familia Franco dispone de un pante¨®n familiar en El Pardo. All¨ª est¨¢ enterrada su esposa, Carmen Polo.
Rafael Escudero, profesor de filosof¨ªa del derecho en la Universidad Carlos III de Madrid y especializado en temas relacionados con la memoria hist¨®rica, cree que es "un disparate" trasladar los restos a la cripta ed la catedral de La Almudena "porque se convertir¨ªa en un lugar de peregrinaje de franquistas y vigilias, en una zona, adem¨¢s, frecuentada por turistas, y podr¨ªan generarse problemas de orden p¨²blico"."La m¨¢s interesada en que eso no ocurra es la propia Iglesia". El Arzobispado de Madrid no ha recibido a¨²n notificaci¨®n alguna y en principio, no se opone.
La familia Franco, en todo caso, sigue oponi¨¦ndose a la exhumaci¨®n en el Valle de los Ca¨ªdos. En su escrito de alegaciones alegan que el decreto, aprobado en el Congreso con solo dos votos en contra (los de dos diputados del PP que dijeron haberse equivocado),? es inconstitucional porque no cumple con los requisitos de "extraordinaria y urgente necesidad" previstos en la Constituci¨®n para dictar disposiciones legislativas por esta v¨ªa. Insisten en que son los ¨²nicos que pueden disponer del destino del cad¨¢ver; atribuyen la decisi¨®n del Gobierno a un intento de "humillar" a Franco, rechazan que la Administraci¨®n tenga competencia sobre la bas¨ªlica donde se encuentra actualmente la tumba, aseguran que muchos otros de los enterrados en el Valle de los Ca¨ªdos tampoco pueden considerarse v¨ªctimas de la Guerra Civil y hablan de "profanaci¨®n".?
El Valle de los Ca¨ªdos acoge los restos de, al menos, 33.847 personas, el equivalente a la ciudad de Teruel. Se conoce la identidad de? 21.317 de ellas y se ignora la de las restantes 12.530. La familia Franco se apoya en esa cifra de desconocidos para dudar de que todos sean v¨ªctimas de la Guerra Civil, uno de los argumentos esgrimidos por el Ejecutivo para justificar el traslado del dictador. La idea inicial de Franco era albergar solo a los ca¨ªdos del bando nacional, pero muchas viudas de soldados franquistas no autorizaron el traslado al mausoleo, como recoge la historiadora Queralt Sol¨¦ en Los muertos clandestinos.? El r¨¦gimen se dirigi¨® entones por carta a? Ayuntamientos de toda Espa?a y muchos municipios contestaron que no ten¨ªan muertos franquistas, pero s¨ª "fosas del ej¨¦rcito rojo". Sin el consentimiento de sus familias, decenas de cuerpos de republicanos fusilados fueron exhumados de fosas comunes y trasladados al Valle. Es el caso del padre y el t¨ªo de Fausto Canales, que est¨¢n "enterrados junto al verdugo", relata. Cuando, en 2003, fueron a exhumar la fosa de siete fusilados en Aldeaseca (?vila), comprobaron que no eran los primeros.? "Con las prisas, los desenterradores se hab¨ªan dejado un cr¨¢neo, huesos de falanges, varias v¨¦rtebras, piezas dentales y el dedal de la mujer asesinada aquella madrugada de 1936 con seis hombres", explica Canales.
La tumba de Franco se encuentra efectivamente en el interior de la bas¨ªlica y tiene consideraci¨®n de cementerio religioso, al contrario que las criptas donde yacen el resto de enterrados (salvo Primo de Rivera), que son un cementerio p¨²blico especial. El Gobierno necesitaba la autorizaci¨®n de la Iglesia, que no se ha opuesto, para llevar a cabo la exhumaci¨®n.?
En los ¨²ltimos a?os, representantes de organismos de derechos humanos, como el entonces relator de la ONU Pablo de Greiff, han llamado la atenci¨®n sobre la "anomal¨ªa" que supone que m¨¢s de cuatro d¨¦cadas despu¨¦s de su muerte, el Valle de los Ca¨ªdos siguiera siendo lo que Franco quiso que fuera: un monumento a s¨ª mismo y a su victoria en la Guerra Civil. Mussolini fue enterrado inicialmente en una tumba an¨®nima, pero el cad¨¢ver fue robado por sus partidarios y enterrado de nuevo en su pueblo en un lugar que hoy es centro de peregrinaci¨®n de nost¨¢lgicos del fascismo. Los restos de Hitler fueron quemados.?
El Gobierno se ha comprometido a trasladar los restos de Franco fuera del mausoleo antes de final de a?o.
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