Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, Alberti y El Lute estudiaron aqu¨ª
El Luis Coloma de Jerez, uno de los institutos p¨²blicos de ense?anza m¨¢s antiguos de Espa?a, celebra su 180 aniversario
Los escritores Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, Pedro Mu?oz Seca, Rafael Alberti; el pol¨ªtico Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera; el ex-fugitivo Eleuterio S¨¢nchez, El Lute, o el chef ?ngel Le¨®n. Todos tienen un pasado en com¨²n. Algunos corretearon ante la inquietante mirada de la antigua galer¨ªa de retratos. Otros se maravillaron con el imponente herbario de m¨¢s de 3.000 plantas. Quiz¨¢s hubo quien idolatr¨® al famoso puma disecado del gabinete de historia natural. Todos pasaron por las aulas o, al menos, se examinaron en uno de los institutos de secundaria m¨¢s antiguos de Espa?a, el IES Padre Luis Coloma, en Jerez de la Frontera.
Hoy, exhibidos en vitrinas, los expedientes acad¨¦micos de tan variados personajes ¡ªalgunos con alguna que otra m¨¢cula¡ª son ya parte de la historia viva de un centro p¨²blico que arranca un nuevo curso en el a?o de su 180 aniversario. A principios de mes, en su vuelta a clase, m¨¢s de 1.600 alumnos han descubierto por primera vez o se han reencontrado con las singularidades de estudiar en un instituto fundado 1838 y que ya ha pasado por tres sedes distintas. La ¨²ltima, ubicada en avenida Alcalde ?lvaro Domecq, data de 1953 y fue construida expresamente para albergar este espacio educativo, hoy declarado Instituto Hist¨®rico Educativo de Andaluc¨ªa.
El centro conserva el examen de ingreso de Rafael Alberti en 1914: un dictado del Quijote y una cuenta
Los adolescentes ya est¨¢n acostumbrados a deambular por pasillos en los que cuelgan grandes retratos decimon¨®nicos de patronos y antiguos directores. Su actual responsable, Jos¨¦ ?ngel Aparicio, ya ni se sorprende cuando un consejero de la Junta le dice que tiene ¡°mejor despacho¡± que ¨¦l. En su espacio, adem¨¢s de vetustos muebles, se conservan hasta tres obras del Museo del Prado y del actual Reina Sof¨ªa, depositadas en el instituto desde 1920: Busto de mujer, de Juan Brull y Vi?olas; Feria andaluza y Lanceros franceses, de Manuel Picolo L¨®pez.
El Coloma ¡ªcomo le suelen llamar hoy sus alumnos¡ª cuenta con una biblioteca y archivo con libros, documentos y mapas desde el siglo XVIII. Adem¨¢s, tiene un museo con centenares de piezas cient¨ªficas singulares de hasta dos siglos de antig¨¹edad. ¡°Este instituto es historia viva de la ciudad¡±, reconoce Aparicio. Tambi¨¦n de toda la provincia de C¨¢diz y de localidades lim¨ªtrofes a ella. En 1853 se convirti¨® en instituto provincial. Por ¨¦l pas¨® todo aquel que quiso alcanzar estudios superiores, hasta que, a lo largo del siglo XX, se fueron fundando nuevos centros de educaci¨®n secundaria. Sin embargo, tan amplio y rico pasado no siempre fue tan conocido, valorado y defendido como lo es hoy.
¡°?En qu¨¦ clase de instituto de ense?anza secundaria estoy?¡±, se pregunt¨®, all¨¢ por 1978, la joven profesora de Historia Mar¨ªa Dolores Rodr¨ªguez Doblas. Era un a?o convulso para la ense?anza espa?ola, los d¨ªas en los que la huelga de interinos imped¨ªa dar clases, Rodr¨ªguez aprovechaba para escudri?ar entre despachos y salones. Una buena ma?ana encontr¨® una trampilla bajo la vetusta sala de profesores. La abri¨® y descubri¨® el para¨ªso con el que todo historiador sue?a. ¡°Hab¨ªa una escalera llena de papeles. Luego, una puerta cerrada que ni se pod¨ªa abrir de la de libros que hab¨ªa en la sala que estaba al otro lado. Ese d¨ªa entend¨ª, por fin, donde estaba¡±, rememora Rodr¨ªguez ya hoy como catedr¨¢tica y profesora jubilada tras 35 a?os de ense?anza.
Una historia rescatada
A ella el Coloma le debe haber rescatado toda una historia que, en buena medida, estaba olvidada. Cuando se jubil¨® en 2006, consigui¨® uno de sus sue?os: inaugurar el museo del instituto. Fue la consecuci¨®n de a?os de pesquisas y gratas sorpresas como la del hallazgo del semis¨®tano. ¡°Fuimos buscando y guardando cosas de todo el instituto. Miraba en los despachos de mis compa?eros y les quitaba cosas que ten¨ªan guardadas sin usar. Aprovechaba los veranos, cuando se pintaba y se sacaba todo a los pasillos¡±, recuerda la catedr¨¢tica de Historia entre risas.
Junto con otros cuatro profesores ya jubilados, Rodr¨ªguez gestiona un museo que recibe anualmente centenares de visitas de alumnos de otros centros o de ciudadanos en general. ¡°La esencia de todo esto es de nuestros profesores em¨¦ritos¡±, reconoce Antonio Ruiz, profesor de Biolog¨ªa. En las abigarradas vitrinas del Coloma, con aires de museo decimon¨®nico, se exponen decenas de piezas cient¨ªficas singulares. ¡°Muchas son de origen franc¨¦s o ingl¨¦s¡±, como reconoce Justo Cuenda, profesor de historia jubilado y conservador del museo.
El espacio atesora una colecci¨®n de 200 animales disecados, entre los que destaca el famoso puma por el que la mayor¨ªa de alumnos pregunta al visitarlo por primera vez. Tambi¨¦n guarda diverso instrumental del gabinete de f¨ªsica y qu¨ªmica, como una m¨¢quina port¨¢til de rayos X (1911) del inventor espa?ol M¨®nico S¨¢nchez. Sin embargo, la pieza m¨¢s destacada es el Herbario de flora. En 18 inmensas carpetas se conserva la colecci¨®n de 1.000 especies y 3.000 plantas de origen pirenaico que, en 1876, un boticario de Huesca realiz¨® exclusivamente para el instituto. ¡°Es una joya y no creo que sea muy usual en Andaluc¨ªa¡±, reconoce Rodr¨ªguez.
¡°Todas son piezas que se han usado para la ense?anza, valiosas pero que se han usado y salvado¡±, explica la catedr¨¢tica. Con ellas, se formaron algunos de los alumnos ilustres que pasaron por el centro. A eso se suman los que, procedentes de otras instituciones de localidades cercanas, pasaron por el Coloma para examinarse, Fue lo que ocurri¨® con el escritor Pedro Mu?oz Seca, el poeta Fernando Villal¨®n o el premio Nobel de Literatura Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, todos compa?eros de promoci¨®n de bachiller en el prestigioso colegio San Luis Gonzaga de El Puerto de Santa Mar¨ªa.
Sus expedientes se guardan hoy con mimo, como ocurre con el poeta Rafael Alberti, alumno del mismo centro portuense y del que se conserva tambi¨¦n su examen de ingreso en 1914: un dictado del Quijote y una cuenta. En los archivos tambi¨¦n hay documentos que recuerdan el paso del escritor Eduardo Mendicutti o ejercicios gramaticales y de matem¨¢ticas de Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald.
La misma huella que, a su paso, tambi¨¦n dej¨® el sacerdote jesuita Luis Coloma que da nombre al centro. Fue antes de que escribiese su c¨¦lebre Ratoncito P¨¦rez en 1894. Hoy es dif¨ªcil encontrar a alumnos del instituto que no conozcan los detalles de la vinculaci¨®n entre el famoso rat¨®n y su m¨¢s olvidado autor. Hay incluso quien ya sabe leer la obra en chino, gracias a las clases del Aula Confucio ¡ªel equivalente de China al Instituto Cervantes¡ª, impartidas desde 2011 y en las que, durante el curso pasado, se tradujo y edit¨® en biling¨¹e el famoso cuento. Para el centenario ratoncito y el casi bicentenario Coloma, el tiempo s¨ª parece pasar en vano.
Una ilustre alumna
Entre tantos nombres masculinos en los expedientes que el IES Padre Luis Coloma de Jerez de la Frontera conserva en sus vitrinas, destaca un nombre femenino: Gertrudis Mart¨ªnez Otero. Nacida en Sanl¨²car de Barrameda en 1878, fue la primera mujer en concluir sus estudios en el instituto. Fue solo una de las barreras que Mart¨ªnez rompi¨® a lo largo de su vida, antes de fallecer en 1965. Pocos a?os despu¨¦s, se convirti¨® en la primera en acabar y ejercer la farmacia en Andaluc¨ªa y, seguramente, en Espa?a. El pasado mes de mayo, en un acto enmarcado en el 180 aniversario del instituto, el Coloma le dedic¨® un patio y una placa. Fue una iniciativa del reci¨¦n creado Departamento de Igualdad que persegu¨ªa ¡°dar por fin voz a la primera alumna del centro¡±, como reconoce su director, Jos¨¦ ?ngel Aparicio.
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