Villarejo en prisi¨®n: un l¨ªder respetado

Desde que pis¨® la c¨¢rcel el pasado noviembre, el presunto cerebro del caso t¨¢ndem ¡ªuna red de tr¨¢fico de informaci¨®n confidencial a golpe de talonario¡ª, se ha forjado una imagen de hombre de honor. De tipo respetado. ¡°Se ha hecho fuerte. Se dirige a los presos con tono paternalista, revisa sus recursos judiciales y valora estrategias de defensa [el comisario es licenciado en Derecho]. Sabe a qui¨¦n dirigirse para conseguir cosas¡±, resumen fuentes pr¨®ximas al recluso.

M¨¢s informaci¨®n

Pedro S¨¢nchez: ¡°No nos va marcar la agenda pol¨ªtica un corrupto¡±

Villarejo amenaza con ¡°una traca final¡±

El juez rastrea un bot¨ªn de Villarejo en Uruguay de hasta 15 millones

Men¨¦ndez, el hombre que encarcel¨® al comisario Villarejo

La vida en la c¨¢rcel de Estremera de Villarejo, el preso n¨²mero 2017014718

Villarejo se mueve por el penal con un sherpa o ayudante. Un preso guardia civil de mediana edad que estuvo destinado a la lucha antiterrorista en el Pa¨ªs Vasco durante los a?os de plomo. El agente es la sombra protectora del comisario. Tocado con una gorra, pasea con su escudero por el peque?o patio del m¨®dulo, rodeado de muros y alambradas de varios metros de altura para evitar fugas. Guardia y comisario entrenan juntos en el gimnasio. E, incluso, el agente le hace la cama a Villarejo cuando al polic¨ªa le aquejan dolores de espalda.

M¨¦todo antiescuchas

El hombre que durante 25 a?os grab¨® en secreto a pol¨ªticos, magistrados, fiscales, empresarios y periodistas teme ser escuchado. Y, por eso, lleg¨® a tapar el interfono de su celda para evitar un episodio de espionaje. Una empresa poco efectiva: el dispositivo solo sirve para que los presos comuniquen con los funcionarios en caso de emergencia o enfermedad, seg¨²n fuentes penitenciarias.

Con los funcionarios, el polic¨ªa se permite ciertas licencias. ¡°?No vuelvas a cerrarme la puerta de ese modo!¡±, advirti¨® a uno de ellos, seg¨²n un exrecluso.

Inquina a 'El Gato'

Tras devorar los peri¨®dicos que llegan a diario a prisi¨®n ¡ªEL PA?S, El Mundo y Marca¡ª, Villarejo analiza la actualidad con sus compa?eros. Y es en estos corrillos donde airea en¨¦rgico y sin pudor su inquina hacia el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el general F¨¦lix Sanz Rold¨¢n. Se refiere a ¨¦l como El Gato, en alusi¨®n a F¨¦lix el gato, el felino negro animado de cine mudo. Villarejo atribuye ante algunos internos al jefe de los esp¨ªas su arresto e ingreso en prisi¨®n el pasado noviembre por pertenencia a organizaci¨®n criminal, cohecho y blanqueo de capitales.?

Un guardia civil es la sombra del polic¨ªa. A veces, le hace la cama y le ayuda en el gimnasio

¡°Cada vez que llama por tel¨¦fono, pasan cosas. Y llama mucho¡±, elucubra un exrecluso. Una fuente que atribuye al comisario una frase: ¡°Si no me sacan pronto, habr¨¢ novedades a finales de septiembre. Y la traca final¡­ antes de Navidad¡±. Lo cierto es que Villarejo apura cada semana las diez llamadas telef¨®nicas de un m¨¢ximo de cinco minutos de las que disfrutan los 1.100 internos de Estremera.

Con frecuencia, Villarejo presume en los corrillos de la munici¨®n de alto voltaje que registr¨® durante m¨¢s de dos d¨¦cadas su grabadora. Airea ante los reclusos supuestos esc¨¢ndalos econ¨®micos y de cama que salpican a los prebostes del establishment. Apoyado sobre el borde de una mesa o recostado en las columnas de la sala de estar donde se re¨²nen los internos cuando salen del patio, el polic¨ªa gesticula con sus brazos y dirige las conversaciones de los escasos presos a los que conf¨ªa sus confidencias. El resto, observa desde la distancia.

Para blindar su dinamita sonora, el comisario les ha explicado a los reclusos que mantiene copias de seguridad de sus discos duros en B¨¦lgica y Suiza. Un extremo que los investigadores del caso t¨¢ndem todav¨ªa no han acreditado, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a la causa.

El hombre que se autodenominaba "agente encubierto" lleg¨® a alardear de haber tenido hilo directo telef¨®nico con el exfiscal general del Estado Jos¨¦ Manuel Maza, que falleci¨® en Buenos Aires el pasado noviembre, dos semanas despu¨¦s de que el comisario ingresara en Estremera.

Villarejo elude a los presos condenados por violencia machista y violaci¨®n. Y frecuenta a atracadores y sentenciados por otros delitos menores. A uno de ellos, el comisario le ofreci¨® trabajo. ¡°Cuando estemos fuera, te llamar¨¦¡±, le prometi¨®. Antes, el viejo polic¨ªa le advirti¨® de la importancia de cumplir su c¨®digo de honor: ¡°Si incumples un trato, tientas a tu suerte¡±.