Urkullu admite ante v¨ªctimas de ETA y el GAL que ¡°las instituciones no estuvimos a la altura¡±
Urkullu hace autocr¨ªtica en D¨ªa de la Memoria ante las hijas de tres v¨ªctimas de ETA, una del GAL y otra de un guardia civil
El lehendakari, ??igo Urkullu, ha vuelto a hacer autocr¨ªtica. No es la primera vez desde que en 2006, cuando era presidente de la ponencia de la C¨¢mara vasca para las v¨ªctimas, ??igo Urkullu, les pidi¨® abiertamente perd¨®n tras una reuni¨®n que mantuvo con la Asociaci¨®n Andaluza de V¨ªctimas del Terrorismo. Pero esta ma?ana se lo ha dicho a cinco mujeres que han hablado de futuro y de convivencia en Euskadi, se han emocionado y se han unido en su dolor pese a que, solo hace unos pocos a?os, sus historias eran divergentes. A los padres de tres de ellas los asesin¨® ETA, al de otra el GAL y a la ¨²ltima lo acribill¨® un guardia civil de paisano.?
Urkullu, ha reconocido que, hasta principio de los a?os 90, se lleg¨® "tarde a la causa de las v¨ªctimas" y que la "respuesta de la sociedad vasca y de sus instituciones no estuvo a toda la altura de lo que aquella violencia supuso". No se refer¨ªa solo a las v¨ªctimas de ETA, aunque a ellas les ofreci¨® un reconocimiento especial, sino tambi¨¦n a las del GAL, a las de los grupos parapoliciales que operaron en la transici¨®n en Euskadi, o a las v¨ªctimas de persecuci¨®n que sufrieron cuando la izquierda abertzale y ETA dieron luz verde a la "socializaci¨®n" del sufrimiento, abriendo el abanico de potenciales objetivos de ETA a jueces y fiscales, profesores, funcionarios de prisiones, periodistas y muchos colectivos m¨¢s.
Naiara Zamarre?o, hija del concejal del PP Manuel Zamarre?o, asesinado por ETA en 1998; Ainara Olaciregui, hija de Eugenio Olaciregui, muerto a manos de la banda en 1997; Sandra Carrasco, hija del exedil del PSE-EE de Arrasate Isa¨ªas Carrasco, crimen cometido tambi¨¦n por ETA en 2008; Maider Garc¨ªa Mart¨ªn, hija de Juan Carlos Garc¨ªa Goena, asesinado por los GAL en 1987; y Jaione San Sebasti¨¢n, hija de Alfredo San Sebasti¨¢n, que muri¨® por un disparo de la Guardia Civil en 1975, han coincidido en la soledad y en el vac¨ªo que sufrieron, pero han remarcado que "los tiempos est¨¢n cambiando".
"Mi padre era una l¨¢pida en un cementerio", se ha emocionado Jaione San Sebasti¨¢n, que ha relatado c¨®mo cuando lo asesinaron ten¨ªa solo cinco meses. "Recuerdo que iba caminando por mi pueblo y nadie nos paraba para darnos el p¨¦same, ni para darnos un beso o un abrazo, no evitaban", ha lamentado Naiara Zamarre?o. A Sandra Carrasco le pas¨® algo similar, la soledad. Seg¨²n ha relatado "me qued¨¦ sin amigas y toqu¨¦ fondo" pero transcurrido este tiempo se hizo "m¨¢s fuerte" y ahora es capaz de ponerse en el lugar del otro. Ainara Olaciregi con voz entrecortada, ha explicado que ella s¨ª tuvo apoyo de su entorno, de su familia, amigas y del colegio, cuando ETA acab¨® con la vida de su padre. La hija de Juan Carlos Garc¨ªa Goena, Maider, ha recordado que ella ten¨ªa cinco a?os cuando el GAL asesin¨® a su padre, su hermana uno y su madre estaba embarazada de su tercer hijo. "Toda esta violencia no ha servido para nada", ha dicho tras pedir reconocer a la v¨ªctimas y su dolor, sean de donde sean. "Escuchar vuestros testimonios nos pone en relaci¨®n con la realidad", les ha dicho el lehendakari y con "una realidad incuestionable: Fue injusto e injustificable".
En el Palacio Miramar de San Sebasti¨¢n, frente a las v¨ªctimas, adem¨¢s de Urkullu se sentaron, todos los consejeros del Gobierno Vasco, la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejer¨ªa, los diputados generales de Guip¨²zcoa y ?lava, y el delegado del Gobierno en Euskadi, Jes¨²s Loza, as¨ª como parlamentarios, diputados forales y concejales de todas las formaciones pol¨ªticas a excepci¨®n del PP, que tribut¨® su propio homenaje a las v¨ªctimas en Ir¨²n (Guip¨²zcoa).
Urkullu ha criticado "el abandono sufrido por las v¨ªctimas, especialmente, en las d¨¦cadas de los 70 y los 80", en las que ETA "protagoniz¨® su etapa m¨¢s cruenta". "Solo hasta final de 1987, hab¨ªa provocado 586 v¨ªctimas mortales", ha afirmado y ha repetido que "no estuvimos a la altura".
Asimismo, ha recordado que "en la Transici¨®n, la sociedad vasca padeci¨® los coletazos de la represi¨®n franquista as¨ª como atentados de organizaciones parapoliciales o de extrema derecha en un contexto de impunidad". Y ha recordado que "las denuncias de tortura han sido una realidad persistente", ha apuntado que "todav¨ªa en los 80, el GAL, que actu¨® de 1983 hasta 1987, provoc¨® 29 asesinatos". "Estas v¨ªctimas sufrieron discriminaci¨®n y negaci¨®n oficial de su existencia y realidad", ha a?adido.
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