Divina comedia
Como Dante, si bien por motivos diferentes y con obst¨¢culos a¨²n m¨¢s complejos, Oriol Junqueras aspira a abandonar el infierno, llegar al purgatorio y alcanzar el cielo
A mitad del camino de la vida, Dante Alighieri se encontr¨® en el infierno, una selva oscura que representaba el pecado y la perdici¨®n. As¨ª empieza la Divina Comedia, cuyo proemio se dedica al "extrav¨ªo, la falsa v¨ªa y el gu¨ªa seguro", toda una descripci¨®n de la oscuridad del alma: "En medio del camino de la vida / errante me encontr¨¦ por selva oscura, / en que la recta v¨ªa era perdida". Y ese primer verso lo utiliz¨® Oriol Junqueras para responder a la pregunta de en qu¨¦ momento exacto se meti¨® en pol¨ªtica: "La mitad del camino de mi vida", dijo citando a Dante, y luego murmur¨®: "Nel mezzo del cammin di nostra vida". Como el protagonista de la Divina Comedia, si bien por motivos diferentes y con obst¨¢culos a¨²n m¨¢s complejos, el historiador cat¨®lico que ha declarado en el Tribunal Supremo aspira a cruzar el infierno, llegar al purgatorio y alcanzar el cielo, o sea la libertad perdida hace un a?o y cuatro meses.
Junqueras fue el primero en sentarse en la solitaria silla frente al tribunal compuesto por siete magistrados. Al contrario que en los dos d¨ªas anteriores, el exvicepresidente de la Generalitat visti¨® corbata. Sonri¨® varias veces, la primera antes de sentarse, y una de las razones por las que se le ve¨ªa entusiasmado la aclar¨® ¨¦l mismo despu¨¦s de apasionarse en su discurso: "Disculpen, pero si me extiendo en mis intervenciones es porque llevo un a?o y medio sin hablar en p¨²blico, y a m¨ª me gusta mucho hablar". Habl¨® y mucho de pol¨ªtica y de asuntos parlamentarios que iba desgranando con su habitual solvencia, porque Junqueras, como dijo, tiene ret¨®rica. Eso le llev¨® a decir ¡ª"si se me permite"¡ª que antes que dem¨®crata es buena persona, sin mencionar que la democracia se sostiene con leyes y las buenas personas, con buenas acciones. Y es posible, perfectamente, ser buena persona y cometer un delito, a veces por creer que lo primero anula lo segundo.
Respondi¨® solo a su abogado d¨¢ndole paso con una frase de apertura de partida de ajedrez: "Yo no voy a renunciar a mis convicciones democr¨¢ticas y las acusaciones no van a dejar de perseguirme por ello". Porque es, dijo, "un preso pol¨ªtico". Avanzada la ma?ana, cuando tuvo que defenderse de los delitos que se le atribuyen, dijo que no lo eran, pero sin terminar de explicar por qu¨¦, territorio este, el de las razones, donde se sustancia su defensa.
Tiene el exalcalde de Sant Vicen? del Horts una voz muy caracter¨ªstica que en ocasiones lleva al equ¨ªvoco. Es una voz que parece que de un momento a otro va a romperse, dando la impresi¨®n de que su propietario est¨¢ a punto de llorar. Si esa voz se quebr¨® del todo, no fue hoy ni era tampoco el escenario. A cambio se refugi¨® en algunas im¨¢genes poderosas, como la de la silla vac¨ªa. Fue as¨ª como aprovechando ¡ªvoluntaria o involuntariamente¡ª la escenograf¨ªa que le dejaba sentado en soledad, apel¨® a un asiento sin ocupar frente a ¨¦l y al independentismo: la silla vac¨ªa del Estado espa?ol en contraposici¨®n a pa¨ªses europeos que s¨ª dialogaron cuando tuvieron conflictos internos. Fue otra de las cuestiones en las que insisti¨® y una m¨¢s de las cuestiones que al tribunal parec¨ªa importarle poco, pero no ser¨¢ ni la primera ni la ¨²ltima vez que los magistrados escuchan en el juicio cosas sobre las que no pueden decidir, o sea cuestiones estrictamente pol¨ªticas.
Esa silla vac¨ªa sobrevol¨® de tal manera su discurso, y lo hizo con tanta fuerza, que casi se sienta en ella Fernando Fern¨¢n G¨®mez, a quien David Trueba y Luis Alegre le hicieron un documental hace a?os para que dijese, entre otras cosas: "Los j¨®venes tienen una absoluta ignorancia de lo que va a ser de ellos. Los viejos, por el contrario, tenemos la firm¨ªsima certeza de lo que ha sido de nosotros". Nada dijo Fern¨¢n G¨®mez, y es tarde para preguntarle, sobre qu¨¦ ocurre con los que est¨¢n en la mitad del camino de la vida.
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