La dif¨ªcil tarea de demostrar la rebeli¨®n
Los procesados insisten en negar la violencia en las movilizaciones para evitar registros judiciales o el cierre de colegios el 1 de octubre
En cuanto Jordi Turull, nada m¨¢s empezar la cuarta sesi¨®n del juicio, le dijo al fiscal Jaime Moreno ¡°mire usted¡±, todo el mundo supo en la sala que el buen rollo se hab¨ªa acabado. Hasta ahora, todo hab¨ªa sido de guante blanco. Oriol Junqueras se hab¨ªa conformado con fiar su absoluci¨®n a la historia, y Joaquim Forn, que s¨ª acept¨® las preguntas del fiscal y de la abogada del Estado, protagoniz¨® una leal defensa de su inocencia. Pero Jordi Turull es un personaje m¨¢s duro de pelar. No en vano se subi¨® al Gobierno de Carles Puigdemont en julio de 2017, cuando la deriva secesionista ya iba en ruta de colisi¨®n y los consejeros m¨¢s prudentes se hab¨ªan tirado en marcha. El exconsejero de Presidencia lleg¨® al juicio dispuesto a sorprender al fiscal en los primeros minutos del interrogatorio, no dej¨¢ndole terminar las preguntas, utiliz¨¢ndolas para soltar sus proclamas y trat¨¢ndolo en muchas ocasiones de forma condescendiente:
?¡ªA ver, se?or fiscal, para que usted se sit¨²e¡
El ¡°mire usted¡±, como bien explic¨® ?lex Grijelmo en el suplemento Ideas, significa en realidad ¡°no me toque usted las narices¡±. Aunque la columna se public¨® el 21 de enero, parece que el autor estaba pensando en Turull y su altaner¨ªa frente al fiscal: ¡°El dirigente pol¨ªtico que la pronuncia suele adoptar una actitud admonitoria, a la vez que de cierto fastidio por verse en el brete de explicar algo que se habr¨ªa ahorrado si de su propia iniciativa dependiera. ¡®Mire usted¡¯ parece m¨¢s bien en estos casos una forma de decir ¡®ah¨ª est¨¢s t¨²¡¯ y ¡®aqu¨ª estoy yo¡¯, ¡®no me gusta lo que planteas, y para empezar te lanzo un imperativo por si no sabes qui¨¦n manda aqu¨ª¡¯. Se trata de un ¡®mire usted¡¯ que usa quien responde pero est¨¢ vedado a quien pregunta¡±.
Y as¨ª fue, porque ante la sorpresa evidente del fiscal, que trastabill¨® en m¨¢s de una ocasi¨®n a la hora de formular las preguntas, Jordi Turull trat¨® de dejarlo en rid¨ªculo:
¡ª?Es usted socio de Omnium Cultural?
¡ªS¨ª, y de Caritas, y del Real Autom¨®vil Club...
Hubo risas al fondo de la sala, donde es mayoritaria la hinchada independentista, y la consejera de Presidencia y portavoz del Govern, Elsa Artadi, que estaba sentada en la primera fila del p¨²blico, se gir¨® con una sonrisa e hizo un gesto que ven¨ªa a significar: ¡°S¨ª, aqu¨ª hay partido¡±. Y lo hubo. Tanto que, solo unos minutos despu¨¦s, el presidente del Tribunal, Manuel Marchena, que hasta ahora hab¨ªa dejado jugar incluso a costa de permitir alguna tarascada de los procesados, decidi¨® cortar por lo sano y advertir al pol¨ªtico de que se estaba pasando. El toque de atenci¨®n no tuvo demasiada repercusi¨®n, porque Turull ya hab¨ªa olido la debilidad del fiscal, que una y otra vez daba la impresi¨®n de no haberse preparado demasiado bien el interrogatorio y parec¨ªa acusar las invectivas del acusado: ¡°Supongo que usted sabr¨¢ a lo que me refiero cuando hablo de cloacas del Estado¡¡±.
Se puede decir que, aunque Turull pareci¨® abrumar a la acusaci¨®n, el duelo qued¨® en tablas. El fiscal Jaime Moreno no supo encontrar la v¨ªa para poner en aprietos al acusado con respecto al delito de rebeli¨®n. De hecho, si la fiscal¨ªa decide finalmente mantener la acusaci¨®n ¨Calgo que no est¨¢ nada claro¡ª necesitar¨¢ un bistur¨ª mucho m¨¢s fino que el que ayer exhibi¨®. Pero tampoco Turull supo defenderse de las acusaciones de desobediencia y malversaci¨®n. El hombre encargado de la log¨ªstica del proc¨¦s se empe?¨® en que el fiscal, el tribunal y hasta el p¨²blico se creyeran que las campa?as fueron gratis y nadie encarg¨® las papeletas o las urnas que luego aparecieron en todos los colegios¡
Nada m¨¢s empezar la segunda sesi¨®n de la ma?ana, el tribunal anunci¨® que Mariano Rajoy, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, Crist¨®bal Montoro, Artur Mas y Roger Torrent comparecer¨¢n como testigos el 26 de febrero. La decisi¨®n pretende distanciar varias semanas sus declaraciones de la campa?a de las elecciones generales del 28 de abril. Ser¨¢ el momento en que la acusaci¨®n popular que ejerce Vox pueda reclamar su cuota de protagonismo, porque hasta ahora los dos abogados del partido ultraderechista ¨CJavier Ortega Smith y Pedro Fern¨¢ndez Hern¨¢ndez¡ª apenas han podido abrir la boca. En la sesi¨®n de ayer, cuando tanto Jordi Turull como Ra¨¹l Romeva advirtieron de que no se someter¨ªan a sus preguntas, Ortega Smith apoy¨® el codo en la mesa y dej¨® caer la cabeza sobre su mano izquierda, donde exhibi¨® durante horas y horas, como en una especie de letargo, su pulsera de la bandera de Espa?a.
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