Arrimadas, a Puigdemont en Waterloo: ¡°Si tuviera dignidad estar¨ªa dando la cara en Espa?a¡±
La l¨ªder de Ciudadanos en Catalu?a realiz¨® una breve intervenci¨®n de 10 minutos ante la casa del 'expresident'
No hubo cara a cara. In¨¦s Arrimadas lleg¨® a la denominada Casa de la Rep¨²blica de Waterloo en torno a las 11.20 de la ma?ana del domingo, se coloc¨® en la explanada de c¨¦sped situada frente a la vivienda sin apenas mirar al inmueble y pos¨® junto a los diputados de su grupo en el Parlamento catal¨¢n ante una pancarta en la que se le¨ªa: "?La rep¨²blica no existe, Puigdemont!". Diez minutos despu¨¦s abandon¨® la zona de vuelta a Bruselas. Mientras hablaba, Josep Mar¨ªa Matamala, el inseparable empresario que acompa?a al expresident, tomaba fotograf¨ªas desde la ventana superior. En un momento dado, la puerta de la casa se abri¨®. No apareci¨® Puigdemont. En realidad nadie se asom¨®. Pero permaneci¨® abierta hasta que Arrimadas termin¨® su intervenci¨®n. Era la escenificaci¨®n de la invitaci¨®n al di¨¢logo que Puigdemont remiti¨® a Arrimadas hasta ¨²ltima hora sin conseguirlo.
En el breve tiempo que estuvo apostada ante la casa, la todav¨ªa jefa de la oposici¨®n en Catalu?a contrapuso su discurso de combate frontal al independentismo con las concesiones que, a su juicio, ha hecho el Gobierno de Pedro S¨¢nchez al secesionismo. "Nosotros le decimos que se entregue a la justicia, no venimos con intermediarios a negociar los Presupuestos Generales del Estado como ha hecho el Gobierno de Espa?a", critic¨®. Arrimadas apunt¨® a la vivienda como s¨ªmbolo de la degradaci¨®n del independentismo. ¡°Queremos decirle al separatismo que deje de abrir chiringuitos como este por todo el mundo y abra el Parlament con normalidad¡±, atac¨®.
Ante las cr¨ªticas recibidas por recorrer los 1.500 kil¨®metros que separan Madrid de Waterloo sin intenci¨®n de dialogar, Arrimadas reivindic¨® su derecho a presentarse en el lugar de Europa que estime conveniente. Y a poco m¨¢s de dos meses de las elecciones, quiso teatralizar el derroche de recursos del nacionalismo con la suntuosa casa como decorado de fondo. "Esta casa, en el imaginario separatista, es la sede de una rep¨²blica independiente, y eso es una falacia, una mentira, esta propaganda separatista se est¨¢ pagando con dinero p¨²blico, y con dinero p¨²blico se est¨¢ ayudando a fugados separatistas a que tengan una vidorra por Europa", argument¨®. El independentismo ha negado esa acusaci¨®n repetidas veces: afirman que el dinero proviene ¨²nicamente de donaciones.
El equipo de Puigdemont ha colocado en la llamada Casa de la Rep¨²blica carteles pidiendo la "libertad de los presos pol¨ªticos" con motivo de la visita de Arrimadas a Waterloo. Miembros de sus servicios de seguridad vigilan la entrada pic.twitter.com/lYX3DzJEHb
— ?lvaro S¨¢nchez (@Alvaro1984) February 24, 2019
En un acto altamente simb¨®lico, Arrimadas exhibi¨®, sin pretenderlo expresamente, la distancia sideral que separa a dos partes de la sociedad catalana, incapaces de avanzar unos metros para mantener una breve conversaci¨®n ante un caf¨¦. Puigdemont explot¨® en los d¨ªas previos ese rechazo a verle invit¨¢ndola p¨²blicamente, con insistencia, a entrar y charlar con ¨¦l, present¨¢ndose as¨ª como adalid del di¨¢logo. Este domingo, en el interior de la mansi¨®n, hubo movimientos espor¨¢dicos de cortinas. Imposible saber si el expresidente catal¨¢n observaba a su rival entre bambalinas.
Como estaba cantado, Arrimadas no cedi¨®. El objetivo de su visita no era tender ning¨²n puente, sino apuntar con el dedo. El ¨²ltimo miembro de Ciudadanos que entr¨® por esa puerta, la eurodiputada Carolina Punset, acab¨® expulsada del partido por reunirse con el expresidente. Y la l¨ªder naranja insisti¨® en que no es con ella con quien debe hablar, sino con los jueces."Si este se?or tuviera un m¨ªnimo ¨¢pice de dignidad estar¨ªa dando la cara en Espa?a ante los tribunales por todas las fechor¨ªas que ha hecho, y sobre todo por romper la convivencia en Catalu?a", reproch¨® la pol¨ªtica jerezana.
Arrimadas se arrog¨® la representaci¨®n de los constitucionalistas abandonados por el Gobierno de Pedro S¨¢nchez, y critic¨® a este por seguir manteniendo a Quim Torra, presidente de la Generalitat, como interlocutor, lo que en su opini¨®n equivale a situar a Puigdemont en una posici¨®n privilegiada. "Ciudadanos hace lo que el Gobierno no hace, tratarlo como a un fugado de la justicia, no como a un jefe de Estado de un pa¨ªs independiente".
La soleada ma?ana de domingo, poco habitual en estas fechas, propici¨® que Arrimadas no estuviera sola en Waterloo. Un peque?o grupo de manifestantes despleg¨® banderas espa?olas a la puerta de la casa para expresar su rechazo a Puigdemont. Bajo la mirada atenta de la polic¨ªa ¡ªavisada por los vecinos por el ruido del acto¡ª y de las c¨¢maras de seguridad controladas por los escoltas de Puigdemont, se fotografiaron ante la vivienda y escucharon a Arrimadas. "Hemos venido a intentar que este se?or entienda que tiene que volver a Espa?a", dijo Francisco Jos¨¦ Mart¨ªnez, alicantino de 40 a?os afincado en Bruselas. Afirma haber acudido a la puerta a protestar "cinco o seis veces".
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