Txell Bonet, drama sin tragedia

Txell Bonet no es Pen¨¦lope. Sufre una larga ausencia, pero el sufrimiento no la ahoga. Espera, pero no teje de d¨ªa y desteje de noche esperando a Jordi Cuixart, su Odiseo encarcelado, porque tiene otras cosas que hacer. Trabaja y cuida a su hijo, que no es un hombre como Tel¨¦maco sino una criatura de un a?o y diez meses. El drama familiar es menos drama porque lo afronta con un envidiable estoicismo. Y porque tiene como tel¨®n de fondo, viene a sugerir Bonet, la tragedia de un pueblo. ¡°Esto no es un sacrificio familiar ni una injusticia personal, es una causa colectiva¡±.

Bonet -guionista, hija del barrio barcelon¨¦s de Gr¨¤cia, cosecha de 1975- se ha convertido, a su pesar, en la voz del presidente de ?mnium Cultural desde que fue encarcelado, el 16 de octubre de 2017. El hijo de la pareja contaba entonces seis meses. Bonet recuerda con tristeza pero sin amargura los 600 kil¨®metros que recorr¨ªan juntos, cada semana, hasta Soto del Real. El traslado de los pol¨ªticos a Catalu?a acort¨® la distancia f¨ªsica, no la emocional. ¡°Para mi hijo, ver a su padre es algo exclusivo y ¨²nico. Sabe que hay una llamada al d¨ªa, y asocia el tel¨¦fono a ¨¦l. El da?o es irreparable, pero haremos lo posible para que tenga un crecimiento normal¡±.

La pareja afronta el proceso judicial -la fiscal¨ªa pide 17 a?os de c¨¢rcel para Cuixart- con una extra?a calma. De su ¡°compa?ero¡±, al que se ha visto relajado y sonriente en el juicio, dice Bonet que est¨¢ m¨¢s fuerte que nunca, sereno y con la mente clara. ¡°Ha tenido tiempo para reflexionar, para meditar y buscar la verdad. En la c¨¢rcel ha encontrado la libertad¡±, cuenta Bonet con la misma y pasmosa serenidad con la que resta peso al drama familiar.

¡°Para ¨¦l, lo m¨¢s importante no es salir de la c¨¢rcel y estar con nosotros cuanto antes, sino demostrar que las cosas que defiende son leg¨ªtimas. Y a m¨ª me parece bien. Debemos trascender nuestro entorno pr¨¢ctico y pensar en cosas m¨¢s universales¡±, asegura Bonet. Le ha ayudado a verlo de esa forma, dice, su trabajo como guionista de documentales en medio mundo. ¡°He vivido de cerca muchas injusticias. Hoy la tengo en casa¡±.

Pero la f¨¦rrea defensa de los ideales no evita que el d¨ªa a d¨ªa sea, sin Cuixart, un poco m¨¢s dif¨ªcil. Porque Bonet no para. Es madre. Trabaja. Asiste a actos de los familiares de los pol¨ªticos presos. Atiende cuando puede a los periodistas, a los que se invita a infiltrarse moment¨¢neamente en su denso fluir cotidiano. Cuenta con una persona, M¨ªriam, que le ayuda a organizar su agenda p¨²blica. ¡°Es que no quiero que mi hijo me vea todo el d¨ªa con el tel¨¦fono y el ordenador¡±.

Discreta, sin ninguna vocaci¨®n de m¨¢rtir, Bonet ha acudido tres veces al juicio del proc¨¦s: el primer d¨ªa, la semana pasada -cuando cre¨ªa que iba a declarar su marido- y este martes, cuando finalmente lo hizo para negar el relato de violencia que traza la Fiscal¨ªa. Su voz es suya, pero es tambi¨¦n un poco la de Cuixart, fusi¨®n de palabras y emociones. ¡°No sentimos ning¨²n odio. Esta prisi¨®n es injustificada e injustificable. Pero incluso ante una injusticia, la vida no se detiene. Pase lo que pase, vale la pena vivirla¡±.