Irene Montero, el futuro de Podemos cambia de g¨¦nero
La que fuera una joven activista antidesahucios se ha convertido en una figura clave en el partido en mitad de su crisis m¨¢s grave
Antes de llegar a alguna de sus clases en la universidad, Irene Montero (Madrid, 1988) acud¨ªa a un desahucio sin importar la hora. ¡°M¨¢s de una vez la encontramos en el ba?o de la facultad lav¨¢ndose los dientes porque ni le hab¨ªa dado tiempo en casa¡±, recuerda su amiga Ione Belarra, diputada de Podemos. La activista que se forj¨® en el movimiento antidesahucios ha contribuido en cinco a?os a la construcci¨®n de Podemos y ha tenido que asumir el liderazgo en el momento m¨¢s cr¨ªtico: la integraci¨®n de ??igo Errej¨®n en M¨¢s Madrid, la plataforma de la alcaldesa Manuela Carmena. Una crisis que no pudo frenar. Montero es ya una de las m¨¢ximas dirigentes de una formaci¨®n en la que el hiperliderazgo lo ejercen los hombres. Y abandera las quinielas para encabezar el relevo en la secretar¨ªa general.
Montero deja su futuro en manos de la militancia, pero entre bastidores Podemos prepara desde hace tiempo la sucesi¨®n femenina a Pablo Iglesias. Su nombre aparece en todas las encuestas internas. ¡°Estoy convencida de que en Podemos la pr¨®xima persona que sea secretaria general ser¨¢ una mujer¡±, dijo esta semana en una entrevista en TVE. No fue una respuesta improvisada. Fue un mensaje directo a su partido, explican dos personas que han trabajado con ella. Montero, dicen estas fuentes, nunca se sale del guion. Aquella noche, antes de que pronunciara la frase, en los chats internos de Podemos ya circulaba la orden de difundir este mensaje en redes hasta convertirlo en trending topic. Fuentes del partido aseguran, por el contrario, que la respuesta no estaba planeada y que "no hab¨ªa intenci¨®n" de realizar ninguna campa?a.
En horario de m¨¢xima audiencia, en la televisi¨®n p¨²blica, la dirigente inici¨® una campa?a distinta de la de las cuatro citas electorales que Podemos tiene por delante. Se ha abierto la puerta a Vistalegre III, la asamblea, a¨²n sin fecha, de la que saldr¨¢ un nuevo liderazgo.
Lanzar esta estrategia en el inicio de la precampa?a no ha sentado bien en una parte de Podemos, muy preocupada por unas elecciones en las que pueden perder ¡ªcomo auguran las encuestas¡ª parte de la representaci¨®n que consiguieron en todas las instituciones hace cuatro a?os, seg¨²n explican fuentes del partido.
Los a?os de la PAH
Montero, ahora pieza clave en la direcci¨®n de Podemos, lleg¨® al partido tras las elecciones europeas de 2015. No aparece en la ya famosa foto de los cinco fundadores del partido de Vistalegre I, la primera gran asamblea de la formaci¨®n. Su entrada coincide con el momento de efervescencia inicial.
¡°Compartimos una reflexi¨®n que ten¨ªamos desde el 15M. M¨¢s all¨¢ de seguir reclamando a los que estaban en las instituciones, era el momento de hacer pol¨ªtica con nuestras manos¡±, dice Rafa Mayoral, tambi¨¦n diputado de Podemos. Aunque se hab¨ªan conocido antes, su amistad comenz¨® a forjarse en 2011 cuando se fund¨® la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) en Madrid. ¡°Yo aportaba mis conocimientos jur¨ªdicos de abogado e Irene, psic¨®loga, acompa?aba a las familias que sufr¨ªan los desahucios siempre desde la l¨®gica del empoderamiento¡±, relata.
El trabajo de Montero en esta organizaci¨®n llam¨® la atenci¨®n de Juan Carlos Monedero. ¡°La conoc¨ª en las marchas de la dignidad. Era una joven llena de fuerza, valiente y muy comprometida con la suerte de la gente m¨¢s golpeada¡±, dice el fundador de Podemos, ahora fuera del funcionamiento diario del partido.
Monedero la invit¨® a su programa de televisi¨®n La Tuerka, en el que tambi¨¦n participaba Iglesias. Este espacio fue otra de las semillas de las que surgi¨® Podemos. Cuenta Monedero que ya entonces vio ¡°a un cuadro pol¨ªtico que pod¨ªa hacer mucho por la regeneraci¨®n en Espa?a¡±. As¨ª que la anim¨® para que entrara en el partido. La propia Montero ha reconocido en m¨¢s de una ocasi¨®n que este encuentro fue clave para que tomara la decisi¨®n definitiva de unirse a Podemos.
De aquellos a?os de activismo, tanto Mayoral como Belarra recuerdan a una mujer ¡°trabajadora, emp¨¢tica y comprometida¡±. Cualidades que, aseguran, ha mantenido en la pol¨ªtica institucional. ¡°Cuando entramos en el Congreso nos sorprendi¨® el funcionamiento jer¨¢rquico de las instituciones, venimos de espacios m¨¢s horizontales¡±, cuenta Belarra.
Los que ya no trabajan tan cerca de ella coinciden en esta descripci¨®n. ¡°Es brillante, muy inteligente¡±, opinan. Aunque consideran que es menos creativa que otros dirigentes de Podemos. Lo intenta suplir, dicen, con autoexigencia. Montero estudia al mil¨ªmetro cada uno de los pasos que da en su trabajo. No deja una l¨ªnea suelta en cada una de las propuestas que defiende. ¡°Los comunistas nos empollamos las cosas¡±, dice una persona que comparte con ella el mismo origen: las juventudes comunistas en las que Montero empez¨® a militar con 16 a?os.
Era el inicio de los 2000 cuando se integr¨® en este movimiento. Montero era una estudiante en el colegio Siglo XXI de Moratalaz. Un colegio concertado que surgi¨® de una cooperativa de corte progresista en el barrio obrero de Madrid donde se crio con sus padres, un empleado de una empresa de mudanzas y una educadora. Escuchaba a Marea, Extremoduro, Fito y los Fitipaldis, parte de la m¨²sica que su padre pon¨ªa en casa. Ya despuntaba como estudiante. Y mantuvo un buen expediente acad¨¦mico en la facultad de Psicolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Madrid que le permiti¨® acceder a distintas becas, como la S¨¦neca que la llev¨® a Chile.
¡°No estuve totalmente de acuerdo con que renunciara a su beca para hacer el doctorado en Estados Unidos y se metiera a trabajar en Podemos 24 horas al d¨ªa¡±, dice Monedero. ¡°Ella dec¨ªa que no pod¨ªa marcharse fuera en un momento tan importante para el futuro de Espa?a y yo, como profesor, le dec¨ªa que conseguir una beca tan relevante era el sue?o de cualquier estudiante y que renunciar a ella era un sacrificio excesivo¡±.
Desde abajo
En Podemos empez¨® desde abajo. Colabor¨® en el programa, trabaj¨® en los c¨ªrculos (una de las estructuras en las que se organiza la militancia de Podemos), organiz¨® manifestaciones. ¡°Era evidente que sus cualidades la iban a llevar a asumir cada vez m¨¢s responsabilidades¡±, afirma Monedero.
Entr¨® en la direcci¨®n como jefa de gabinete de Iglesias. Una vez dentro de la ejecutiva, su trabajo y la coyuntura acompa?aron su ascenso. Las elecciones generales de 2015 y 2016 pusieron a prueba la amistad de Iglesias e ??igo Errej¨®n y, por tanto, la unidad en Podemos. Cada uno defendi¨® una posici¨®n pol¨ªtica que termin¨® por materializar que en el partido no cab¨ªan dos amigos. La distancia f¨ªsica que marcaron en el Congreso ¡ªdejaron de sentarse juntos en su bancada¡ª se tradujo en abismo en el partido.
El secretario general empez¨® a cerrar su c¨ªrculo con unas pocas personas de confianza. Montero asumi¨® la portavoc¨ªa parlamentaria ¨Cantes de cumplir los 30 a?os¨C en sustituci¨®n de Errej¨®n y ocup¨® su esca?o, el asiento al lado de Iglesias. Este movimiento que provoc¨® cr¨ªticas dentro y fuera de la organizaci¨®n consolid¨® la ejecutiva leal y sin fisuras que Iglesias buscaba. Los m¨¢s cr¨ªticos con el partido quedaron desplazados aunque su papel desde la fundaci¨®n del partido hubiera sido determinante.
¡°Es ambiciosa, siempre ha querido ser un peso pesado en Podemos¡±, opina una fuente del partido que conoce la trayectoria de Montero. Los que cuestionan su gesti¨®n le achacan que le cuesta delegar: ¡°Lo hace todo ella y de manera directa¡±. Montero siempre ha reconocido que es una persona "cabezota" y lo relaciona con su "perfeccionismo".
El liderazgo de Montero se ha aparejado irremediablemente al de Iglesias sobre todo despu¨¦s de que hicieran p¨²blica su relaci¨®n personal. ¡°A veces es dif¨ªcil distinguirlos, hablan y gesticulan igual¡±, abunda otra persona del partido. Este v¨ªnculo provoc¨® otra gran crisis en el partido cuando los dirigentes compraron un chal¨¦ a las afueras de Madrid. No pudieron controlar la repercusi¨®n, como en tantas ocasiones en las que los problemas internos de Podemos adquieren mayor relevancia que sus propuestas pol¨ªticas. Reconocen que cada vez que se repite esta situaci¨®n ahondan en ¡°el mismo error¡±. En esta campa?a se volver¨¢n a empe?ar en hablar solo de los temas sociales que vertebrar¨¢n su programa.
La sucesi¨®n
En junio de 2018, tras un a?o y medio de trabajo en el Parlamento, Montero lider¨® con Iglesias en Podemos la moci¨®n de censura que termin¨® con el Gobierno de Mariano Rajoy. Su intervenci¨®n parlamentaria aquel d¨ªa lanz¨® un poderoso mensaje que hoy perdura: el relevo estaba en marcha en Podemos.
Al poco tiempo, tuvo que retirarse de la pol¨ªtica activa por el parto prematuro de sus mellizos. Un mes antes, su padre hab¨ªa fallecido. ¡°Si algo he aprendido en estos ¨²ltimos meses, quiz¨¢ lo m¨¢s valioso, es que la esperanza puede vencer al m¨¢s terrible de los miedos¡±, dijo en su acto de regreso, rodeada de mujeres. Volv¨ªa para sustituir como l¨ªder interina a Iglesias, el padre de sus hijos. Ambos hab¨ªan acordado, que, aunque no tuvieran derecho a los permisos oficiales por ser miembros del Congreso, se repartir¨ªan al 50% el cuidado de sus hijos.
Aquel 9 de enero, emocionada hasta las l¨¢grimas, se puso al frente de Podemos convencida de que seguir¨ªa en el Congreso al mismo tiempo que allanar¨ªa el camino para las elecciones auton¨®micas y municipales del 26 de mayo. Se encontr¨® con un adelanto electoral.
El pr¨®ximo 23 de marzo, cuando Iglesias termine su permiso de paternidad, Montero volver¨¢ a ser la n¨²mero dos. Una posici¨®n que puede cambiar a partir del 28 de abril, cuando se cierren las urnas. Es la fecha que Iglesias marca para concretar su futuro pol¨ªtico. ¡°El resultado determinar¨¢ muchas cosas¡±, escribe en el libro Nudo Espa?a (Arpa) con el periodista Enric Juliana. ¡°Si las ganamos, o si somos la primera fuerza, tendremos que lograr un acuerdo de Gobierno. Si no, tendremos que buscar otro tipo de acuerdo, y all¨ª se definir¨¢ mi futuro pol¨ªtico¡±. Y el de Montero.
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