Muere Luis Ortiz, uno de los ¨²ltimos esclavos del franquismo, a los 102 a?os

Este jueves ha fallecido en Bilbao Luis Ortiz Alfau. Ten¨ªa 102 a?os y una vida marcada por la represi¨®n franquista. Durante su juventud combati¨® en la guerra de Espa?a en las filas del Ej¨¦rcito republicano, donde alcanz¨® el grado de teniente. En la contienda vivi¨® momentos muy duros, pero el que recordaba con m¨¢s dolor fue el del bombardeo de Gernika: ¡°Cuando llegamos a la ciudad tuvimos que recoger muchos muertos y heridos. Todav¨ªa sue?o con lo que vi all¨ª, el recuerdo es horroroso. Ver a los ni?os gritando, a padres ensangrentados quitando escombros para buscar a sus hijos¡±, recordaba siempre con enorme tristeza. Ortiz es el protagonista de un reportaje que publica El Pa¨ªs Semanal: Terror en los campos de Franco.

Tras la dura derrota huy¨® a Francia, de la que regres¨® muy pronto, creyendo en las promesas del r¨¦gimen franquista de que no habr¨ªa represalia alguna contra quienes no tuvieran las manos manchadas de sangre. A partir de ese momento empez¨® un periplo como prisionero que le llev¨® a pasar por varios campos de concentraci¨®n, entre ellos los habilitados en Ir¨²n, Miranda de Ebro (Burgos) y en la universidad bilba¨ªna de Deusto. Luis Ortiz fue posteriormente enviado a los terribles batallones de trabajadores en los que fue testigo de numerosas atrocidades.

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Terror en los campos de Franco

Tras recuperar una libertad siempre vigilada en 1943, consigui¨® rehacer su vida, no sin grandes dificultades, trabajando para la empresa Uralita. Tras d¨¦cadas de un forzado silencio, en los albores del siglo XXI comenz¨® a relatar su sufrimiento. Su activismo encaminado a recuperar la memoria de sus compa?eros prisioneros lo compagin¨® con otras actividades igual de altruistas. Hasta el ¨²ltimo d¨ªa de su vida, Luis Ortiz fue voluntario en el Banco de Alimentos de Bizkaia, recibiendo numerosas distinciones por ser el miembro m¨¢s veterano de toda Espa?a.

Hasta las pasadas navidades el viejo luchador bilba¨ªno goz¨® de un envidiable estado de salud. ¡°Pronto cumplir¨¦ los 103 y aqu¨ª sigo, dando guerra¡±, sol¨ªa decir a quien se encontraba con ¨¦l por las calles del casco viejo de la ciudad. En apenas dos meses su reloj biol¨®gico comenz¨® a ralentizarse hasta que ayer jueves, 7 de marzo, se detuvo para siempre.