La vig谷sima jornada del juicio del proc谷s estuvo marcada por el odio que sintieron los agentes, pero tambi谷n por algunos datos interesantes. Como la revelaci車n de que la Generalitat calculaba que necesitar赤a 22.800 millones para sobrevivivr tras la declaraci車n de independencia. De estos, 11.000 se supon赤a que podr赤an llegar de China. Tambi谷n se supo por la declaraci車n de un guardia civil, que una de las tretas del 1-O fue enga?ar a los agentes con urnas falsas. Mientras estos interven赤an en el supuesto local de votaci車n, los vecinos introduc赤an las papeletas en un garaje.
Cr車nicas
- El odio de la gente corriente, por Pablo Ordaz
- 22.800 millones para la futura rep迆blica, por Reyes Rinc車n
- Guardias civiles aseguran que sintieron ※odio§ y ※violencia§ el 1-O, por R. Rinc車n
Lo que me ha quedado es c車mo me miraban, a m赤 nunca por hacer mi trabajo me hab赤an escupido
Un agente que intervino el 1-O
Protagonista
Relatos de hostilidad
※Desde que salimos a la calle el 1 de octubre, el ambiente era muy hostil, enrarecido, te pitaban desde otros coches, te hac赤an gestos ofensivos con las manos, te insultaban, se burlaban de ti. En solo unas horas se hab赤a evaporado el sentido del respeto a la autoridad§, narr車 una agente.
Opini車n
- Catalu?a no era Euskadi, por Xavier Vidal-Folch
El secretario judicial nos pidi車 ayuda para que no lo identificaran. Le dimos un pa?uelo y se tap車 la cara. Ten赤a miedo. Era para tenerlo. La gente estaba muy exaltada
Un cabo primero de la Guardia Civil
Apuntes
Votar en un garaje
Uno de los agentes relat車 c車mo en Sant Marti Sesgueioles, un pueblo de la provincia de Barcelona, intentaron enga?arles con urnas falsas y electores ficticios. Mientras los agentes interven赤an en un local en el que hab赤a una urna de cart車n, los vecinos votaban en un garaje.
Un 'software' de 241.000 euros
La Generalitat ya hab赤a comprado un programa inform芍tico a IBM para la gesti車n de la futura agencia tributaria catalana, seg迆n uno de los testigos. Supuestamente, pag車 241.000 euros por 谷l.
No ri?a al testigo. ?l est芍 intentando dar su versi車n
Marchena, al abogado de la defensa Jordi Pina