Iglesias, en su regreso: ¡°Hemos dado verg¨¹enza ajena con nuestras peleas internas¡±

Pablo Iglesias volvi¨® a la pol¨ªtica activa en la noche del s¨¢bado sin moverse un mil¨ªmetro de 2014. El l¨ªder de Podemos regres¨® a sus or¨ªgenes: los de abajo contra los de arriba. Aunque a la "casta" ahora la llama "los poderosos". Una vez identificado el enemigo a batir, hizo autocr¨ªtica. "Hemos dado verg¨¹enza ajena con nuestras luchas internas, pero nunca nos equivocamos de lado", reconoci¨® sin mencionar a ??igo Errej¨®n, su amigo, con el que fund¨® Podemos, que se integr¨® en la plataforma de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y abri¨® la peor crisis del partido a tres meses del 28-A. Justo en el momento en que estaba de permiso de paternidad.

La ¨²ltima imagen de Iglesias antes de que se retirara temporalmente fue en La Moncloa, al lado de Pedro S¨¢nchez,?firmando un acuerdo de Presupuestos que se qued¨® en papel mojado. Era la foto de un partido que ya era parte de las instituciones, del sistema que prometi¨® hace cinco a?os que iba a trastocar desde dentro. "Hemos jugado con las reglas de juego de los adversarios. Rodeados de mentirosos, a veces confundimos la cortes¨ªa con dejar de decir las cosas claras. S¨¦ que hemos decepcionado a mucha gente". Asumi¨® as¨ª un "error".

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La noche del s¨¢bado quiso cambiar esa estampa. "Los protagonistas sois vosotros. Somos vulnerables. Tarde o temprano acabar¨¢n con nosotros", dijo tratando de restarse importancia en un acto centrado en su persona. Un encuentro con la militancia que el partido ha convertido en el verdadero inicio de la campa?a de Podemos que tendr¨¢ por lema La historia la escribes t¨².

"Dadnos el poder suficiente para que puedan cambiar las cosas", apel¨® a las miles de personas que le rodearon en la plaza del Museo Reina Sof¨ªa de Madrid. Algunos de ellos se subieron al escenario. Dirigentes de Podemos, IU y Equo, una taxista, una estudiante, un activista antidesahucios, l¨ªderes territoriales... Hasta 17 personas adoquinaron el camino a Iglesias y su dec¨¢logo de verdades. Sus verdades. El l¨ªder de Podemos rememor¨® una conversaci¨®n con uno de esos directivos que, en sus palabras, "tienen m¨¢s poder que un diputado". "Me dijo que van a hacer lo posible para que las f¨®rmulas de gobierno en las pr¨®ximas generales dejen a Unidas Podemos fuera", relat¨®. "Saben que si hay ministros de Unidas Podemos algunas cosas van a cambiar", dijo.

Iglesias asume que lidera una coalici¨®n que formar¨¢ parte de un Ejecutivo con el PSOE, si el 28 de abril suman los n¨²meros. Por eso, su artiller¨ªa apunta al "tr¨ªo de Col¨®n", la posible alianza entre PP, Ciudadanos y Vox. Los describi¨® como "esos patriotas de pandereta", mientras que Podemos trata de enarbolar la bandera de "los servicios p¨²blicos, las mujeres y un pueblo que habla muchas lenguas y que se identifica con s¨ªmbolos distintos".

Para sus posibles socios de Gobierno solo tuvo una advertencia. La misma que repite desde las elecciones de 2015. No descarta un nuevo pacto entre el PSOE y Cs, aunque el partido de Rivera ha descartado cualquier acuerdo con Pedro S¨¢nchez. Podemos pretende evitar ser "muleta" de los socialistas. E Iglesias mantuvo este s¨¢bado esa prudente distancia de seguridad.

Carmena recibi¨® el que tal vez fue el otro dardo m¨¢s duro de la noche. "Hoy, a pocas semanas, le pregunto a la alcaldesa a qui¨¦n votar. Y no me hago ilusiones. La gente no va a tolerar que alguien se ponga de medio lado en unas elecciones tan importantes", le espet¨® a la alcaldesa de Madrid a la que apoyaron hace cuatro a?os. "Estoy orgulloso de que Podemos hiciera posible que Manuela Carmena fuera alcaldesa".

"Estamos m¨¢s cerca que nunca", defendi¨® Iglesias. No se cree las encuestas que les otorgan un 14,5% de intenci¨®n de voto, frente al 21% de electores que consiguieron en 2016. Si se cumplen los pron¨®sticos, el suelo electoral de Podemos empieza a tambalearse. Su objetivo es reactivar a la militancia y tratar de frenar a los votantes que se plantean optar por el PSOE (al menos, un 15% seg¨²n las encuestas).

"No son unas elecciones generales, aunque formalmente lo sean. Son unas elecciones de car¨¢cter constituyente", plante¨®, casi como un plebiscito, con una copia de la Constituci¨®n en la mano. Repasando art¨ªculos que, prometi¨®, har¨¢ que se cumplan. "No renunciamos a nada. Pero dependemos del poder pol¨ªtico que nos d¨¦ la gente".