Los asaltantes de la Embajada de Corea del Norte se grabaron para ¡°dar fe¡± de la acci¨®n a sus jefes

Los diez hombres que asaltaron la Embajada de Corea del Norte en Madrid el pasado 22 de febrero llevaban microc¨¢maras y se grabaron y fotografiaron tras ocupar la misi¨®n diplom¨¢tica "para dar fe a alguien de su acci¨®n", aseguran los investigadores, despu¨¦s de que el juez de la Audiencia Nacional Jos¨¦ De la Mata emitiera este martes las correspondientes ¨®rdenes internacionales de detenci¨®n contra los siete miembros del "comando" plenamente identificados.

Seg¨²n fuentes policiales, son v¨ªdeos distintos del publicado recientemente por The Washington Post, en el que se ve¨ªa a una persona rompiendo contra el suelo retratos de los l¨ªderes norcoreanos en una habitaci¨®n sin ning¨²n signo identificativo. Las grabaciones a las que se refieren los investigadores tendr¨ªan, en cambio, la finalidad de informar de que la acci¨®n hab¨ªa sido ejecutada a quien la hubiera encargado y financiado, aseguran las mismas fuentes.

El jefe del grupo ha sido identificado como Adrian Hong Chang, un "mercenario de origen norcoreano" con nacionalidad mexicana y residencia en Estados Unidos. Tiene 35 a?os, "es due?o de varias empresas de dudosa reputaci¨®n y mantiene contactos con diversos servicios de inteligencia", aseguran fuentes de la investigaci¨®n, que se?alan que "se est¨¢ indagando si ha tenido relaci¨®n con otros incidentes violentos contra los intereses norcoreanos en otros pa¨ªses".

En las inmediaciones de la sede diplom¨¢tica se encontr¨® un permiso de conducir italiano que le pertenec¨ªa pero con nombre falso. Se da la circunstancia de que desde enero pasado est¨¢ desaparecido el embajador de Corea del Norte de Italia, que habr¨ªa desertado misteriosamente.

Cinco d¨ªas despu¨¦s del asalto, ya de vuelta en Estados Unidos, Adrian Hong habr¨ªa entrado en contacto con el FBI para entregarle el material supuestamente obtenido en el asalto a la Embajada, a pesar de que el seguimiento del programa nuclear norcoreano es competencia de la CIA. Seg¨²n los investigadores, el objetivo de los atacantes de la legaci¨®n era apropiarse de "informaci¨®n sensible relacionada con el programa nuclear y de armamento de Corea del Norte", cinco d¨ªas antes de que se produjera la cumbre entre el l¨ªder norcoreano Kim Jong-un y el presidente de Estados Unidos Donald Trump, que se cerr¨® abruptamente y sin acuerdo el pasado 28 de febrero en Han¨®i. El jefe de la delegaci¨®n norcoreana en las conversaciones con EE UU era Kim Hyok Chol, embajador en Espa?a hasta septiembre de 2017, cuando el entonces ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, le expuls¨® precisamente por los ensayos nucleares.

La violencia con la que interrogaron y golpearon al actual responsable de la embajada, el encargado de negocios Yun Sok So, responde, seg¨²n las mismas fuentes, "a que trataron de conocer a trav¨¦s de ¨¦l donde se encontraba la documentaci¨®n y los ficheros que los atacantes sab¨ªan, a ciencia cierta, que se hallaban en esa sede". Otras fuentes sugieren que lo que buscaban en realidad era informaci¨®n comprometedora sobre el exembajador.

Los asaltantes se encerraron a solas con el encargado de negocios, le golpearon y "le llegaron a ofrecer una salida de Espa?a a un lugar seguro, renegando del r¨¦gimen norcoreano", a lo que este se neg¨®. Cuando se produjo el ataque hab¨ªa siete personas en el interior de la sede diplom¨¢tica, entre personal de la legaci¨®n y visitantes.

Pese a que los atacantes ¡ªla mayor parte de ellos j¨®venes surcoreanos con residencia en Estados Unidos¡ª, entrenados en estrategia y acciones militares y presuntamente reclutados por Hong Chang, se llevaron los discos duros de las grabaciones de las c¨¢maras de seguridad del edificio diplom¨¢tico, la r¨¢pida actuaci¨®n de la polic¨ªa permiti¨® extraer ¡ªantes de que se borrasen autom¨¢ticamente¡ª parte de los contenidos de esas c¨¢maras. Eso permiti¨® a los investigadores observar el tipo de actuaci¨®n, "extremadamente violenta y profesional", e identificarles.

A los cuatro d¨ªas del asalto, los investigadores de la Brigada Provincial de Informaci¨®n de Madrid (cuyo grupo de investigaciones sobre grupos islamistas se hizo cargo desde el principio de las pesquisas coordinadas por el comisario general de Informaci¨®n) ya conoc¨ªan la identidad del l¨ªder del comando y a la semana siguiente ya ten¨ªan identificados a casi todos sus miembros.

Informaciones a destiempo

Las investigaciones vincularon con la CIA, el servicio de inteligencia norteamericano, a dos de los protagonistas de uno de los incidentes diplom¨¢ticos m¨¢s graves ocurridos en suelo espa?ol. Sin embargo, hasta el pasado 19 de marzo, casi un mes despu¨¦s de los hechos y con las investigaciones de la polic¨ªa espa?ola casi completadas, el FBI no inform¨® a las autoridades espa?olas de que Adri¨¢n Hong Chang hab¨ªa contactado con ellos. Seg¨²n el auto judicial, el l¨ªder del comando que asalt¨® la legaci¨®n norcoreana en Madrid contact¨® con el FBI el 27 de febrero, poco despu¨¦s de regresar a EE UU, con la intenci¨®n de facilitarles "informaci¨®n relativa al incidente as¨ª como el material audiovisual obtenido con motivo del mismo".

Ni Hong Chang fue detenido ni las autoridades espa?olas informadas hasta tres semanas despu¨¦s, aunque el asunto ya hab¨ªa saltado a la prensa internacional. Las autoridades espa?olas pidieron explicaciones a la CIA, que ofreci¨® una contestaci¨®n "poco convincente". Fuentes de la Embajada de Estados Unidos en Madrid se limitan a decir que "no comentan p¨²blicamente asuntos de inteligencia en manos de las autoridades espa?olas" y que, "de haber existido alguna llamada oficial o informal, tampoco se comentar¨ªa".

Fuentes de la investigaci¨®n aseguran que el ataque estaba milim¨¦tricamente preparado y que, de acuerdo con los viajes, hospedajes, materiales y veh¨ªculos utilizados, la actuaci¨®n requiere de "una importante infraestructura y financiaci¨®n, que no tienen los implicados". Seg¨²n los investigadores, "durante aproximadamente un a?o sometieron al personal de la Embajada a seguimientos, vigilancias y controles, al igual que a sus instalaciones, de modo que sab¨ªan perfectamente d¨®nde estaba todo cuando entraron".

Operaci¨®n Noll¨¢n

Lo ¨²nico que no se pod¨ªan esperar los adiestrados asaltantes,?y es lo que da nombre a esta operaci¨®n, es que una mujer de la Embajada saltase por una ventana y alertara a la polic¨ªa en el momento del ataque. "Noll¨¢n" en coreano significa sorpresa y es as¨ª como se ha denominado policialmente a esta operaci¨®n. La acci¨®n desesperada de esa mujer asustada desbarat¨® los planes del "comando" y oblig¨® a sus miembros a improvisar una huida. Ocho de ellos escaparon usando los veh¨ªculos oficiales de la Embajada, que abandonaron despu¨¦s. Pero el l¨ªder del grupo y su lugarteniente se escaparon con "los discos duros y la informaci¨®n sensible en una mochila", saltando por el muro trasero de la vivienda en la que se ubica la representaci¨®n diplom¨¢tica norcoreana, en el adinerado barrio madrile?o de Valdemar¨ªn (Aravaca).

En su huida se deshicieron de las armas?¡ªpistolas simuladas, machetes, gafas de tiro, grilletes, linternas...¡ª, que posteriormente fueron encontradas por los agentes entre las zarzas. Llamaron a un veh¨ªculo de Uber y se esfumaron, "evitando un enfrentamiento con la polic¨ªa, que ya estaba fuera, y asegurando los materiales y documentos obtenidos", explican los investigadores. Incluso "dejaron pistas falsas", rompiendo determinados elementos de la Embajada que no les interesaban y abandonando alguna tarjeta de identidad italiana por el camino.

La Operaci¨®n Noll¨¢n ha logrado identificar con certeza al menos a siete de los asaltantes tras un total de cinco inspecciones oculares, reconstrucciones de los hechos, visionado de miles de horas de grabaci¨®n de toda clase de c¨¢maras que pudieron registrar a los asaltantes en alg¨²n momento (aeropuertos, trenes, alquileres de veh¨ªculos, establecimientos, hoteles...), escuchar las declaraciones de todos los testigos, realizar decenas de peticiones internacionales de informaci¨®n a organismos oficiales, adem¨¢s de proteger a las v¨ªctimas, alguna de las cuales tuvo que ser atendida en un hospital madrile?o por las lesiones sufridas durante el ataque.

Hoy los siete miembros de la Embajada norcoreana permanecen en su sede con protecci¨®n policial y las autoridades norteamericanas han recibido la petici¨®n del juez De la Mata de detener a sus atacantes, paso previo para solicitar su extradici¨®n. El juez les acusa de los delitos de allanamiento de morada, detenci¨®n ilegal, lesiones, amenazas, robo con violencia y organizaci¨®n criminal, con penas que sumadas pueden superar los 60 a?os de c¨¢rcel.