El silencio de los abogados
Agentes de la Guardia Civil y de los Mossos relatan c¨®mo sufrieron juntos la violencia en v¨ªsperas del 1-O
Nunca hasta ahora los abogados hab¨ªan estado tan callados. Y es l¨®gico. Desde las diez de la ma?ana hasta las cinco de la tarde, lo ¨²nico que se ha escuchado en el Sal¨®n de Plenos es la voz de los que durante las v¨ªsperas del 1 de octubre sintieron en sus carnes que algo muy gordo se estaba preparando. En sus carnes y en las de los suyos. Porque el ministro Zoido estaba en Madrid ¡ªcuando no en Sevilla¡ª y tambi¨¦n el general P¨¦rez de los Cobos y no digamos Rajoy, parapetado en La Moncloa. Pero, a las ocho y diez de la noche del 20 de septiembre, el teniente de la Guardia Civil G97659Y se percat¨® de que una manifestaci¨®n de unas 2.000 personas se acercaba a la casa cuartel de Manresa y la seguridad de los que hab¨ªa all¨ª dentro ¡ª¡°160 personas de entre cero y 80 a?os¡±¡ª solo depend¨ªa de ¨¦l.
- ?Y qu¨¦ hizo?, le pregunta el fiscal Fidel Cadena.
- Ufff ¡ªresopla el oficial¡ª a ver c¨®mo explico yo eso¡
Y a continuaci¨®n, en un tono sereno, no exento de humor, el teniente construye un relato ¡ªsalpicado de palabras y de expresiones en catal¨¢n¡ª en el que, adem¨¢s de explicarle al fiscal las cuestiones operativas, logra dejar claro que su labor durante aquellas horas estuvo tambi¨¦n destinada a que la convivencia, que ya se estaba rompiendo, no lo hiciera en pedazos.
Por eso cerr¨® la puerta del cuartel. Por eso arri¨® la bandera espa?ola ¡ª¡°para evitar males mayores y que alguien quisiera hacer algo no muy acorde con la ense?a nacional¡±¡ª, y por eso dej¨® que los manifestantes independentistas izaran su estelada y luego se la llevaran.
- Recuerdo que, en plan jocoso, comentamos que se la pod¨ªan haber dejado de recuerdo. La verdad es que aquella noche fue un poco heavy¡
El teniente se pone serio cuando cuenta que, all¨ª dentro, en su casa al fin y al cabo, adem¨¢s de ni?os peque?os y ancianos, tambi¨¦n viven ¡°estudiantes que compart¨ªan instituto con algunos de los que estaban manifest¨¢ndose ante el cuartel¡±, y esa situaci¨®n provocaba temor, ¡°porque nunca se sabe¡¡±. Y luego a?ade: ¡°La mayor¨ªa de los que estamos all¨ª llevamos viviendo toda la vida en Manresa¡±. El teniente, que dice que la orden que le ven¨ªa de arriba y que ¨¦l practic¨® con convicci¨®n fue la de ¡°calma, calma, y aguantar, aguantar¡±, deja al final un detalle, o m¨¢s que un detalle una imagen que es una joya:
- La manifestaci¨®n estuvo desde las ocho a las diez de la noche aproximadamente, pero cuando se fueron no abrimos inmediatamente. Hicimos una gesti¨®n con los servicios de limpieza para que vinieran a limpiar la fachada. Yo no quer¨ªa bajo ning¨²n concepto que nadie captase la imagen de un guardia civil retirando una de las urnas de cart¨®n que se dejaron all¨ª. La imagen es importante.
Qu¨¦ l¨¢stima que, entre viaje y viaje a Sevilla, el ministro Zoido no se hubiera acercado a saludar al teniente del cuartel de Manresa. Seguramente le habr¨ªa contado algo muy parecido a lo que, durante el d¨ªa, relatan ante el tribunal los guardias civiles y los mossos. Que mientras el general P¨¦rez de los Cobos y el mayor Josep Lluis Trapero no se pod¨ªan ni ver, abajo, en la calle, guardias, polic¨ªas y mossos hicieron muchas veces todo lo posible por ayudarse, y que las patadas y los pu?etazos que recibieron juntos en m¨¢s de una ocasi¨®n proced¨ªan de las mismas botas y del mismo odio. El agente de los Mossos 11836 relata su intervenci¨®n en la calle San Ferran de Sabadell, donde la Guardia Civil pretend¨ªa llevarse a un detenido: ¡°Mientras intent¨¢bamos auxiliar a la Guardia Civil, vi a una persona golpear con un casco a nuestro inspector jefe. Lo cogi¨® del chaleco antibalas y lo zarande¨®. Nos insultaron, se nos abalanzaron, a m¨ª me zarandearon y me empujaron, mi pierna se qued¨® enredada entre la gente y me provoc¨® una lesi¨®n¡±. El siguiente agente de los Mossos, el 13143, refleja situaciones parecidas: ¡°Nos dieron patadas, pu?etazos, empujones. A todos, guardias civiles, polic¨ªas... A m¨ª me golpearon tres personas distintas, en el pie, en el codo, me torcieron un dedo para atr¨¢s. Estuve tres semanas de baja. De los 10 mossos d'Esquadra que actuamos, cinco terminamos lesionados. Nos llamaban mercenarios¡¡±.
Los abogados siguen en silencio. Apenas interrumpen la declaraci¨®n de los 10 guardias civiles y los cuatro mossos. Como ya se sabe, un par de d¨ªas antes del refer¨¦ndum, Trapero avis¨® a Puigdemont y Junqueras de lo que pod¨ªa suceder si no desconvocaba el refer¨¦ndum. Se equivoc¨® en el tiempo del verbo. Ya estaba sucediendo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.