El Camino de Santiago como terapia de reinserci¨®n para reclusos
Un grupo de internos de la prisi¨®n de Segovia recorre esta ruta como la ¨²ltima etapa antes de salir en libertad y enfrentarse a su nueva vida

Mi¨¦rcoles 3 de abril. Un grupo de seis internos atraviesa por primera vez en muchos a?os la puerta de la prisi¨®n de Segovia, alguno lleva m¨¢s de una d¨¦cada dentro. Salen con sus mochilas a cuestas para vivir una experiencia ¨²nica, que es a la vez una terapia de reinserci¨®n, para la que se han estado preparando mental y f¨ªsicamente. Ellos han sido seleccionados entre otros presos para hacer la etapa final de sus condenas fuera de la c¨¢rcel como peregrinos del Camino de Santiago, el primer contacto que tendr¨¢n con el exterior.
Marcos, Iv¨¢n, Rafa, Adil, Bouthk Ourt y Leoncio tienen entre 28 a 45 a?os, cada uno con su particular historial delictivo. Pero tienen en com¨²n no solo la experiencia de la prisi¨®n, que les ha unido estos a?os, sino tambi¨¦n su adicci¨®n a las drogas. El grupo se ha sometido a un programa de deshabituaci¨®n y juntos han conseguido superar el s¨ªndrome de abstinencia, la meta m¨¢s dif¨ªcil del tratamiento. Ahora les espera la integraci¨®n en la sociedad y conf¨ªan en que esta les d¨¦ una oportunidad, aunque saben que esto tampoco ser¨¢ f¨¢cil.
Junto a ellos caminan dos educadores del penal y un voluntario de la Fundaci¨®n Padre Garralda-Horizontes abiertos, una ONG dedicada desde hace 30 a?os a la integraci¨®n social de los presos cuya labor de apoyo ha resultado fundamental para los centros penitenciarios. Jes¨²s Hern¨¢ndez, responsable del grupo, es un experto veterano en reclusos drogodependientes y programas de reinserci¨®n, y uno de los miembros m¨¢s antiguos de la Junta de Tratamiento de la prisi¨®n.
¡°Esta experiencia es ¨²nica, una forma de superaci¨®n personal y de entrenamiento para la nueva vida que les espera a estos muchachos, la mejor terapia que pueda haber¡±, comenta el educador, que ya ha participado en otras peregrinaciones. ¡°En esta ocasi¨®n hemos afrontado una experiencia m¨¢s dura, como la vida misma¡±, apunta Jes¨²s Hern¨¢ndez.
Las nevadas y la lluvia les han acechado todo el camino. ¡°Pero los chicos estaban mentalizados, entrenados para superarlo y no ha habido deserciones ni intentos de abandonar, todo lo contrario¡±, cuenta Hern¨¢ndez, satisfecho de que el grupo ya est¨¦ a punto de alcanzar la catedral de Santiago de Compostela.
Detr¨¢s de este peregrinaje hay mucha preparaci¨®n terap¨¦utica y psicol¨®gica. Meses, incluso a?os de duros tratamientos con personal especializado. Luego, los educadores hacen un perfil de los internos, en funci¨®n del momento terap¨¦utico de cada uno y de la progresi¨®n de sus condenas para seleccionar los grupos. ¡°Hay que prevenir que no surjan problemas con presos conflictivos¡±, dice el educador. ¡°Pero el balance es muy positivo, hay una relaci¨®n de empat¨ªa, se f¨ªan de nosotros, nos respetan y saben que estamos ah¨ª para tenderles la mano¡±.
Para llevar a cabo estas experiencias hay que mover mucha burocracia. ¡°Es fundamental que haya personas que crean que la reinserci¨®n es posible, como Jos¨¦ Luis Castro, el juez de vigilancia penitenciaria de la Audiencia Nacional¡±, cuenta Hern¨¢ndez. En esta ocasi¨®n tambi¨¦n han contado con el apoyo del juez de Valladolid, Florencio Madruga, la concejal de Patrimonio Hist¨®rico y Turismo de Segovia, Claudia de Santos, y la Cruz Roja, que ha prestado apoyo log¨ªstico.
¡°Tenemos que concienciarnos de que la drogadicci¨®n tambi¨¦n es uno de los problemas m¨¢s acuciantes entre la poblaci¨®n reclusa¡±, insiste el educador. ¡°Aunque los estragos de la hero¨ªna y el sida ya son mucho menores, ahora hay otras nuevas adicciones, como las drogas de dise?o, que no afectan tanto a la salud f¨ªsica sino mental, y con da?os enormes¡±, subraya.
Despu¨¦s de someterse al tratamiento de deshabituaci¨®n, los educadores eval¨²an si estos internos est¨¢n preparados para pasar del ¡°encierro a la libertad¡± en las mejores condiciones posibles. ¡°Casi todos tienen miedo a encontrarse fuera ante la sociedad y que esta no le ofrezca ninguna oportunidad¡±, explica el educador. ¡°La sociedad tiene que saber que ella forma parte de la terapia, que estos internos han pagado su error y est¨¢n luchando por salir adelante¡±, insiste. ¡°Su estigma como expresos es grande, pero el reto social tambi¨¦n lo es, y tenemos que darles una respuesta humana¡±, a?ade.
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