Papas y mojo para sacar el esca?o
Coalici¨®n Canaria tira de antisanchismo y costumbrismo para movilizar el voto
A 1,6 kil¨®metros del guachinche M¨¢s que carne, un restaurante popular de Tenerife donde Coalici¨®n Canaria (CC) celebr¨® este fin de semana un acto con unos 200 militantes y simpatizantes, est¨¢ la c¨¢rcel de Tenerife II. All¨ª duerme desde hace semanas Miguel Zerolo, exalcalde de Santa Cruz y uno de los hist¨®ricos del partido, condenado a siete a?os de prisi¨®n por prevaricaci¨®n y malversaci¨®n. Pero el ¨¢nimo no estaba deca¨ªdo entre la gente, bulliciosa, aunque el CIS apunta a que CC podr¨ªa perder su ¨²nico esca?o.
"Si no me creo ni mis propias encuestas, menos me voy a creer las oficiales", respond¨ªa a este peri¨®dico Jos¨¦ Manuel Berm¨²dez, actual alcalde de Santa Cruz, mientras disfrutaba entre vecinos del pollo asado y el bistec con mojo y papas fritas. Pero lo cierto es que, desde las generales de 2000 hasta ahora, con la escisi¨®n de Nueva Canarias de por medio, CC ha perdido 170.000 votos en las elecciones al Congreso.
Antes, desde el atril, la candidata al Congreso y diputada Ana Oramas atiz¨® duramente a Pedro S¨¢nchez. Acompa?ada por el presidente canario Fernando Clavijo, que el mi¨¦rcoles declarar¨¢ como imputado, acus¨® a S¨¢nchez de enviar a Catalu?a dinero que correspond¨ªa a los canarios. "El 28 de abril, ni Casado ni el coletas ni S¨¢nchez. Nuestra gente".
Una m¨ªstica de la lucha sufrida que conecta a CC con sectores populares. "Est¨¢ intentando articular un mensaje para sus caladeros, que van a misa y a la recova [mercado en Canarias]", afirma Fernando R¨ªos, exdiputado de CC en el Congreso, que dej¨® el partido en 2015 por desencuentros ideol¨®gicos. "Pero esa pobreza no es identitaria, se da igual en Andaluc¨ªa o en Extremadura. Es de clase".
Dentro del acto, los convencidos explicaban el sendero hasta CC. "Mi padre, toda la vida fue de Ani Oramas, y nosotros hemos seguido el camino que ¨¦l nos traz¨®. La vemos como m¨¢s humana", cuenta Mari. "M¨¢s que nacionalistas, somos de Coalici¨®n Canaria".
La canariedad de CC tiene algo difuso. Para el historiador Domingo Gar¨ª, profesor de la Universidad de La Laguna, es una reformulaci¨®n del costumbrismo cat¨®lico espa?ol al que se le han a?adido elementos como el carnaval, el insularismo o cierto guanchismo blanqueado "despojado" de su dimensi¨®n africana. "Algunos de los dirigentes hist¨®ricos de CC ten¨ªan lazos con el franquismo", afirma.
Eso contrasta, seg¨²n Gar¨ª, con el primer nacionalismo canario, que emergi¨® al calor de la independencia de las ¨²ltimas colonias espa?olas en Am¨¦rica. "Ese movimiento era urbano, obrerista y con pulsiones anarquistas. En CC, lo canario es la se?ora llorando cuando llevan la virgen de la Candelaria por la autopista, que parece algo casi de Bu?uel".
El soci¨®logo Alberto B¨¢ez, profesor de la Universidad de la La Laguna, destaca sin embargo la capacidad estrat¨¦gica de CC, que se ha situado en medio del tablero pol¨ªtico canario, intercambiando apoyos en Madrid con Gobiernos de PP y PSOE para seguir gobernando en las islas, donde llevan 26 a?os en el poder. "Coalici¨®n Canaria surgi¨® como un punto de encuentro de gente que ven¨ªa del centro-izquierda y del centro-derecha, y lo que les un¨ªa fue el nacionalismo, defender Canarias desde Canarias", afirma.
Esa entente comenz¨® a fracturarse con la escisi¨®n en 2005 del sector progresista, que form¨® Nueva Canarias, a la que el CIS sit¨²a fuera del Congreso. "Si ni CC ni NC tienen importancia en la gobernabilidad del Estado, a Canarias le esperan cuatro a?os muy duros. De invisibilidad absoluta", afirma el polit¨®logo Ayoze Corujo.
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