Las portadas falsas
Esa primera p¨¢gina no sale publicada, pero permite ejecutar al dirigente pol¨ªtico de turno sobre la maqueta los deseos que suele expresar al tel¨¦fono
La Vanguardia ha invitado en campa?a a varios pol¨ªticos a hacer una portada del peri¨®dico; el pasado mi¨¦rcoles, Pedro S¨¢nchez. No es el primer peri¨®dico ni el primer pol¨ªtico que participa en una acci¨®n as¨ª; muchos personajes p¨²blicos, desde actrices hasta toreros, han sido invitados a confeccionar una portada en alg¨²n momento. Esa primera p¨¢gina, obviamente, no sale publicada como primera, pero permite ejecutar al dirigente pol¨ªtico de turno sobre la maqueta los deseos que suele expresar al tel¨¦fono. Es decir, ser director del peri¨®dico unas horas, las mejores del d¨ªa: aquellas en la que pol¨ªticos como ¨¦l no dan la brasa. De esta manera participan diversos l¨ªderes en una postiza reuni¨®n de primeras, donde se ponen sobre la mesa a discreci¨®n sus afectos y desafectos, y tienen que elegir las noticias en funci¨®n de su impacto en la sociedad, entendiendo por sociedad aquellos que compartan sensibilidades con ellos.
Pertenezco a una viej¨ªsima generaci¨®n que vio salir los peri¨®dicos con linotipia en los tiempos en los que Internet en la redacci¨®n era como el hielo en Macondo. De ah¨ª procede un respeto casi infantil por las maquetas, y siendo dado a todo tipo de chanzas, siempre me dio v¨¦rtigo las que ten¨ªan que ver con los titulares y pies de foto de broma que luego se imprim¨ªan para pasar entre compa?eros; estos ojos han visto salir a la calle al d¨ªa siguiente cosas que nadie creer¨ªa. Fruto de esa decencia intelectual respecto a las p¨¢ginas de co?a, mucho mayor que la que ten¨ªa respecto a las p¨¢ginas en serio, fui durante a?os el encargado de las portadas de despedida de los compa?eros que se iban. Con tanto celo y tanta profesionalidad, incluso en las entrevistas inventadas ("Seguir¨¦ haciendo entrevistas hasta que me salga una bien"), que me empez¨® a dejar de hablar todo el mundo y finalmente fui despedido de ese honor que yo me tomaba con tant¨ªsimo rigor.
Por eso creo que uno de los riesgos de invitar a un pol¨ªtico a hacer la portada del d¨ªa es que, hecha ¨¦sta, alguien en ese peri¨®dico puede pensar que no la va a mejorar, y la publique. O que se publique sin querer, y que nadie note la diferencia. Como diversi¨®n est¨¢ bien siempre que no se pretenda otra cosa. En M¨¦xico un escritor, Francisco Mart¨ªn Moreno, ha publicado un libro de "periodismo de ficci¨®n" porque, al no tener pruebas ni documentos ni investigaciones que prueben unas corruptelas de L¨®pez Obrador, ha conseguido mediante la ficci¨®n darle forma a lo que seg¨²n ¨¦l todo el mundo sabe pero no se ha podido probar a¨²n. El autor, en su libro, lo consigue demostrar. Periodismo de ficci¨®n aspira a ser el sintagma del a?o, matizando por supuesto que en M¨¦xico se encarga de ¨¦l la literatura y en Espa?a la justicia.
En un pa¨ªs, el nuestro, con tantos periodistas involucrados en la trama de difusi¨®n de noticias falsas, el espect¨¢culo no es que una redacci¨®n invite a pol¨ªticos a hacer la portada del d¨ªa, sino que lleve la iniciativa al extremo de invitar a un director de peri¨®dico.
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