Una copia de seguridad para cristos y v¨ªrgenes
Una empresa de Granada escanea las tallas de Semana Santa para asegurar su supervivencia
Los cristos y v¨ªrgenes que se sacan en procesi¨®n en Semana Santa tienen a menudo un valor patrimonial tan grande que, en otras circunstancias, ser¨ªa dif¨ªcil exponerlos al traj¨ªn al que se les somete estos d¨ªas. Esculturas con 50, 100 o 300 a?os de antig¨¹edad se ven sujetos a montajes, traslados, movimientos violentos, humo de velas o desmontajes que someten a estas obras de arte a un estr¨¦s inimaginable en otras piezas patrimoniales. En ocasiones ocurren accidentes. El pasado domingo, en C¨®rdoba se parti¨® una palmera del paso de La Borriquita que hiri¨® a un costalero. El mismo d¨ªa, la talla del Cristo de las Gotas de Burgos se rompi¨® al ponerla en pie tras salir de la iglesia. Para conjurar esos riesgos, las nuevas tecnolog¨ªas han irrumpido en la imaginer¨ªa y han desarrollado herramientas que ayudan a preservar el patrimonio.
Javier Melero, profesor de la Universidad de Granada, realiz¨® sus tesis sobre modelos de representaci¨®n 3D, se especializ¨® en patrimonio y es aficionado al mundo de las cofrad¨ªas. Una mezcla que le llev¨® a crear junto a un compa?ero la empresa AgeO, enfocada a la digitalizaci¨®n 3D del patrimonio imaginero. AgeO cuenta con un esc¨¢ner l¨¢ser capaz de convertir con precisi¨®n cristos y v¨ªrgenes de madera en una malla tridimensional que cabe en un pen drive y que los reproduce en geometr¨ªa y color. Una copia de seguridad que cuesta entre 1.000 y 5.000 euros, dependiendo de la dificultad, y permitir¨ªa hacer r¨¦plicas exactas de las tallas en caso de desastre.
El archivo digital de la empresa incluye 30 im¨¢genes de 20 cofrad¨ªas. Con una precisi¨®n de seis micras (un cabello humano tiene 80 micras de ancho), AgeO es capaz de hacer una r¨¦plica virtual perfecta. ¡°La parte visible la recoge el esc¨¢ner con una precisi¨®n de 10 puntos por mil¨ªmetro cuadrado. Las zonas no visibles, como las manos entrelazadas de las v¨ªrgenes ¡ªapenas el 2% de la figura¡ª, las modelamos con algoritmos que intuyen qu¨¦ hizo el artista¡±, relata Melero. As¨ª, en caso de accidente, ¡°las cofrad¨ªas pueden tener la seguridad de reproducir lo da?ado¡±.
El archivo digital tambi¨¦n se usa con fines comerciales. Seg¨²n Melero, algunas de las cofrad¨ªas lo utilizan para sacar r¨¦plicas exactas en impresoras 3D que luego venden. No es el caso de las cofrad¨ªas sevillanas. Manuel Zamora, antiguo hermano mayor de la cofrad¨ªa del Cerro del ?guila, llam¨® a la empresa granadina para que digitalizaran dos de sus tres im¨¢genes, el Cristo del Abandono, del siglo XVII, y la Virgen de los Dolores, de mitad del siglo XX. ¡°Es por tener una copia fidedigna si ocurre algo, pero no pensamos hacer r¨¦plicas para venderlas¡±.
La hermandad de La Piedad de M¨¢laga tambi¨¦n ha usado el esc¨¢ner l¨¢ser de AgeO. ¡°Hicimos una restauraci¨®n y aprovechamos para hacer una copia digital¡±, explica Manuel Carri¨®n, hermano mayor. Ellos s¨ª han hecho reproducciones de su piedad a un tama?o de 20 cent¨ªmetros.
Juan Manuel Mi?arro, catedr¨¢tico de Escultura de la Universidad de Sevilla y cofrade, resume cu¨¢les son los principales riesgos a los que se enfrenta el patrimonio, incluso fuera del traj¨ªn de estos d¨ªas. Las im¨¢genes est¨¢n realizadas en madera y, adem¨¢s, se conforman ¡°de much¨ªsimas piezas¡±, explica. ¡°Si las im¨¢genes est¨¢n bien conservadas, el asunto de vibraciones o riesgos mec¨¢nicos en la calle son m¨ªnimos¡±.
Los dos peligros principales son ¡°las condiciones clim¨¢ticas mientras est¨¢n en las iglesias todo el a?o y el agua durante el recorrido procesional. La humedad puede afectar irreversiblemente a la madera. Tambi¨¦n el sol, pero eso es inevitable¡±, dice este catedr¨¢tico. Los cambios de temperatura en las iglesias que albergan las im¨¢genes son importantes. ¡°Es casi imposible climatizar una iglesia, aunque, por otra parte, no ser¨ªa bueno que a una imagen se le ponga en un estado muse¨ªstico 364 d¨ªas y que luego, el d¨ªa de la procesi¨®n, se le someta a un cambio brusco¡±, concluye.
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