Balsas de juguete para escapar de las mafias
El uso de botes hinchables para cruzar el Mediterr¨¢neo crece un 335% y los servicios de rescate interceptan 649 en 2018
La primera balsa de juguete cruzando el Estrecho fue identificada hace, por lo menos, una d¨¦cada. Entonces era un medio de transporte excepcional. El a?o pasado, sin embargo, se convirti¨® en uno de los m¨¢s utilizados. En 2018 se interceptaron 649 botes de tipo toy intentando alcanzar las costas espa?olas, un 335% m¨¢s que el a?o anterior, cuando fueron 194, seg¨²n datos de la Guardia Civil. Un alza que ya hab¨ªa marcado un r¨¦cord en 2014, pero referido entonces a un ¨²nico d¨ªa: el 12 de agosto de aquel a?o se rescataron a 920 personas a bordo de 93 embarcaciones de juguete. El d¨ªa anterior fueron 299 migrantes que viajaban en 34 de estas precarias balsas con las que juguetean los ni?os en las orillas del Levante espa?ol.
Adquirirlas es sencillo. Se compran en grandes almacenes ¡ªen el Decathlon de T¨¢nger se encuentran modelos por apenas 45 euros¡ª y en bazares y jugueter¨ªas, donde se adquieren por un centenar de dirhams, unos diez euros. Tambi¨¦n se hacen con ellas a trav¨¦s de Internet.
Estos botes son un trozo de pl¨¢stico endeble que flota, pero tambi¨¦n la alternativa para escapar de las mafias que operan en el Estrecho, explican fuentes policiales. Con ellas evitan pagar precios desorbitados por viajar hacinados en una embarcaci¨®n neum¨¢tica m¨¢s robusta o de madera. Un viaje que, en esas condiciones, es incluso m¨¢s peligroso. "Con buena mar hay m¨¢s seguridad en las barcas de juguete, porque viajan muchas menos personas", explica un agente de la Guardia Civil. "Pero solo si el clima acompa?a", sugieren fuentes de Cruz Roja, entidad desde la que subrayan que el riesgo siempre es grande porque estos botes no est¨¢n fabricados para grandes viajes y pueden volcar con cualquier golpe de mar. M¨¢s a¨²n con los vientos del Estrecho "que pueden convertir a este tipo de balsas en una trampa mortal". El mayor grupo encontrado a bordo de una de estas embarcaciones ha sido de 15 personas.
Las embarcaciones de pl¨¢stico son utilizadas principalmente para realizar el viaje hasta las playas de C¨¢diz, ya que la traves¨ªa hacia M¨¢laga, Granada o Almer¨ªa es mucho m¨¢s larga ¡ªcien millas m¨¢s en el caso de la ruta almeriense¡ª. Por ello, seg¨²n fuentes de Salvamento Mar¨ªtimo, "su uso es aislado o nulo" en aguas del Mar de Albor¨¢n. Aun as¨ª, son el segundo tipo de embarcaciones m¨¢s utilizados por los migrantes tras las balsas neum¨¢ticas (1.138 el a?o pasado), seg¨²n los c¨¢lculos de la Guardia Civil. Le siguen las pateras (344) y las motos de agua (33). Tambi¨¦n se han detectado kayaks, aunque no hay datos exactos sobre ello. Y otras 46 personas que llegaron a nado. En a?os anteriores ha habido migrantes que han viajado a bordo de tablas de surf, piraguas de fibra, hidropedales o llantas de camiones.
"Lo que une a todos estos medios es que dejan en condiciones muy precarias a los migrantes", subraya el teniente coronel Antonio Miguel Doblas, jefe del Centro de Coordinaci¨®n para la Vigilancia Mar¨ªtima de Costas y Fronteras. Como ¨¦l, hasta tres cargos diferentes de este organismo destacaron el "fen¨®meno toy" en unas jornadas celebradas para conocer el trabajo del Centro de Coordinaci¨®n de Operaci¨®n en el Estrecho, el equipo de la Guardia Civil que gestiona a todos los implicados en la gesti¨®n de la inmigraci¨®n irregular, desde diferentes ministerios hasta Salvamento Mar¨ªtimo o Cruz Roja.
"Es un hecho que responde a la situaci¨®n de desesperaci¨®n de muchas personas migrantes", subraya Rafael Lara, miembro del equipo de Frontera Sur de la Asociaci¨®n Pro Derechos Humanos de Andaluc¨ªa (APDHA). "A saber cu¨¢ntas de estas barcas se han hundido", a?ade quien lleva a?os luchando por conseguir "v¨ªas legales y seguras" para evitar muertes en el Mediterr¨¢neo. El pasado a?o murieron casi 800 personas intentando cruzar el Estrecho, seg¨²n la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones (OIM). Otras 57.498 personas s¨ª lo consiguieron. Buena parte de ellas, a bordo de un juguete.
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