Duelo en el m¨ªtico Estudio 1

El m¨ªtico Estudio 1 de Prado del Rey, uno de los m¨¢s grandes del mundo, acogi¨® en otros tiempos las grandes funciones dram¨¢ticas de TVE. Hace varios a?os tuvo que cerrar sus puertas para someterlo a un complejo proceso de desamiantado. Este lunes, con un suelo brillante y un decorado moderno y sobrio, fue el escenario del primero de los dos debates a cuatro de esta campa?a.

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El azar tiene mucho que ver con los debates electorales, aunque algunos partidos lo acepten a rega?adientes. El sorteo determina la posici¨®n de los candidatos en el plat¨®, el orden de intervenci¨®n, qui¨¦n abre y qui¨¦n cierra cada bloque. En el enfrentamiento a cuatro de RTVE todo ha sido fortuito, inopinado, fruto del destino. Incluso la hora de acceso a las instalaciones de RTVE determinada por la suerte.

Amenazaba lluvia. Los candidatos fueron llegando a las instalaciones de Prado Rey en el orden previsto. Al PP le toc¨® presentarse el primero y acat¨® el compromiso sin necesidad de recurrir ante la Junta Electoral Central. Acompa?ado por su esposa y muy sonriente, Pablo Casado salud¨® a los anfitriones. En el comit¨¦ de bienvenida estaban la administradora ¨²nica de RTVE, Rosa Mar¨ªa Mateo; el director de TVE, Eladio Jare?o, y la directora de RNE, Lourdes Zuriaga. ¡°Os conoc¨¦is de los Goya¡±, record¨® Casado, y ya ubicado en su puesto para la foto oficial pregunt¨®: ¡°?Soy el primero, no?¡±. A continuaci¨®n lleg¨® Albert Rivera, con semblante m¨¢s serio y cierta prisa. Pedro S¨¢nchez, el tercero en acudir admiti¨® ante del enjambre de periodistas que ten¨ªa enfrente que llegaba con los l¨®gicos nervios pero con ganas de debatir. El ¨²ltimo en pisar Prado del Rey fue un Pablo Iglesias que se confes¨® ¡°animado¡± para confrontar ideas y propuestas.

Posaron para los fot¨®grafos como estrellas de cine y r¨¢pidamente se dirigieron a sus camerinos para reunirse con sus asesores y pasar por el obligado set de maquillaje. Todos saben que no se puede cometer el error de Nixon, que declin¨® el retoque cosm¨¦tico y eso le llev¨® a perder su enfrentamiento contra Kennedy, radiante durante todo el programa.

Ya en el plat¨®, los candidatos saludaron al moderador, Xabier Fortes, y entraron en faena. No tuvieron piedad con la cadena anfitriona. Rivera abri¨® el debate en tromba para arremeter contra la administradora ¨²nica de RTVE por haber propuesto un cambio en la fecha del debate para hacerlo coincidir con el que Atresmedia tiene previsto para este martes. El l¨ªder de Ciudadanos dedic¨® su primer minuto a recordar que el programa se estaba celebrando de milagro y de paso pedir la dimisi¨®n de Rosa Mar¨ªa Mateo. Iglesias aprovech¨® esta ¡°crisis de los debates¡± para recordar que la televisi¨®n p¨²blica no debe ser el brazo de un Gobierno y reclamar que los encuentros televisivos se regulen durante las campa?as.

Para este debate, TVE modific¨® ligeramente el decorado respecto al que el martes pasado acogi¨® el formato a seis en el mismo estudio. Las pantallas del decorado proyectaban unos fondos alimentados por un ¡°sin fin¡± que en ocasiones distra¨ªa la atenci¨®n del espectador. Pese a que los tiempos de intervenci¨®n estaban tasados y, cronometrados por ¨¢rbitros de baloncesto, el debate fue fluido, con interrupciones entre los adversarios, ritmo televisivo y pulso period¨ªstico. Los candidatos son grandes oradores y est¨¢n acostumbrados a los plat¨®s. Antes de acceder a la secretar¨ªa general del PSOE, Pedro S¨¢nchez particip¨® asiduamente en tertulias pol¨ªticas; Pablo Iglesias ten¨ªa en La Tuerka su propio programa de entrevistas; Pablo Casado ha sido vicesecretario general de Comunicaci¨®n del PP y Albert Rivera gan¨® en 2001 la Liga Nacional de Debate Universitario celebrada en Salamanca. Pese a todo, los aspirantes han eludido a menudo mirar a c¨¢mara, la manera m¨¢s directa y eficaz de colocar un mensaje.

El de RTVE ha sido el primero de los dos duelos televisivos de los cuatro aspirantes a La Moncloa. Este martes ser¨¢ un d¨ªa para repasar aciertos y enmendar errores ante el choque de vuelta en Atresmedia. Como en los partidos de f¨²tbol, tan importante es el debate como el posdebate. Sus coletazos pueden ser eternos.