Iglesias juega al todo o nada en la estrategia para formar un Gobierno de izquierdas
En el peor de los escenarios, Unidas Podemos se enfrentar¨¢ a la disyuntiva de votar la investidura de S¨¢nchez a cambio de nada o dejar caer al presidente socialista
Pablo Iglesias f¨ªa toda su carrera pol¨ªtica a un objetivo rotundo: entrar en el Gobierno de Espa?a. Pero las respuestas algo displicentes ofrecidas hasta ahora por el Ejecutivo en funciones de Pedro S¨¢nchez obligan al l¨ªder de Podemos a afinar su estrategia. En el peor de los escenarios, Unidas Podemos se enfrentar¨¢ a la disyuntiva de votar la investidura de S¨¢nchez a cambio de nada o dejar caer al presidente socialista por haberse negado a darles entrada en el Gobierno. El partido de Iglesias comienza este lunes a calibrar sus opciones.
La pausa que se ha tomado este fin de semana Podemos concluye el lunes por la tarde. El partido ha convocado a su Consejo Ciudadano Estatal, m¨¢ximo ¨®rgano de decisi¨®n, para debatir la que probablemente sea la apuesta m¨¢s trascendente de la formaci¨®n desde su nacimiento en 2014: aspirar al Gobierno central. Al igual que el regreso de Iglesias de su permiso por paternidad ¡ªa finales de marzo, justo a tiempo para iniciar la campa?a electoral al 28-A¡ª insufl¨® nuevos ¨¢nimos a militantes y votantes, el partido conf¨ªa en que de la cita de este lunes salga un plan s¨®lido, impulsado por su dirigente, para convencer a S¨¢nchez de que el Gobierno de coalici¨®n resulta inevitable.
¡°Tenemos que producir una segunda gran transformaci¨®n del pa¨ªs despu¨¦s de la enorme ola neoliberal que trajo Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Hay que abordar enormes retos y eso solo se puede hacer con un Gobierno estable¡±, reflexiona Yolanda D¨ªaz, diputada de Unidas Podemos por Galicia. Entre los miembros del partido que participaron en la negociaci¨®n presupuestaria con el PSOE cunde la impresi¨®n de que se cre¨® un clima de confianza. Las cuentas de 2019 fracasaron por falta de otros apoyos, pero ese primer pacto entre socialistas y UP dej¨® poso.
Mensajes muy medidos
La formaci¨®n mide al mil¨ªmetro sus mensajes para no caer en lo que hoy considera errores de 2016. Tras las elecciones de diciembre de 2015, Iglesias pidi¨® a Pedro S¨¢nchez una vicepresidencia y varias ¨¢reas de Gobierno a cambio de su apoyo parlamentario. Ese movimiento fue interpretado como el desencadenante de una gran p¨¦rdida de apoyos de la formaci¨®n. Tras la cura de humildad que supuso dejarse m¨¢s de un mill¨®n de votos en la convocatoria electoral de 2016 y, m¨¢s adelante, las fisuras internas que desestabilizaron al partido, Podemos acab¨® adoptando la postura inversa en la moci¨®n de censura: votar, sin condiciones, a favor de investir a S¨¢nchez.
La formaci¨®n morada aboga ahora por una postura intermedia. No habr¨¢ exigencias de carteras, pero tampoco v¨ªa libre. ¡°Le dimos a S¨¢nchez un cheque en blanco con 84 diputados, algo que solo se explica porque ten¨ªamos en el poder al PP, el partido con m¨¢s corrupci¨®n de Europa. Pero ese ciclo ha terminado¡±, advierte D¨ªaz, cercana a Iglesias.
Esa apuesta por el todo o nada entra?a ciertos riesgos. El secretario general de Podemos ha ganado algo de confianza en S¨¢nchez tras las conversaciones que mantuvieron durante los presupuestos. Adem¨¢s, considera que lo improbable de un pacto con Ciudadanos deja a UP como ¨²nica opci¨®n. Pero el l¨ªder socialista aguardar¨¢ como m¨ªnimo a conocer el resultado de las elecciones europeas, auton¨®micas y municipales del 26 de mayo para tomar decisiones. Si Podemos, que ya ha experimentado una importante ca¨ªda en las generales ¡ªde 71 diputados a 42¡ª, da nuevas muestras de agotamiento, su posici¨®n perder¨¢ fuerza. Y ese retroceso puede visibilizarse muy claramente con la p¨¦rdida de la alcald¨ªa de Madrid, uno de los s¨ªmbolos de los llamados ayuntamientos del cambio.
Aunque no haya certezas hasta junio, las referencias a la pol¨ªtica de pactos durante la nueva campa?a ser¨¢n ineludibles. ¡°Es evidente que el debate de investidura se cruzar¨¢ en la campa?a. Insistiremos en que un gobierno de coalici¨®n dar¨¢ mayor fuerza y estabilidad para afrontar los retos que Espa?a tiene en la UE¡±, se?ala el eurodiputado Ernest Urtasun, que aspira a la reelecci¨®n como n¨²mero tres de la lista del partido a las europeas.
La coalici¨®n UP no quiere ponerse en la tesitura de conformarse con un mero apoyo parlamentario al PSOE y limitarse a influir por esa v¨ªa. Iglesias conf¨ªa en que la f¨®rmula a la valenciana ¡ªestablecer equipos mixtos en cada ministerio, como en esa comunidad, en lugar de crear feudos del PSOE y otros de UP¡ª seduzca a los socialistas. De momento no hay plan b.
La resistencia al pacto no est¨¢ solo en el PSOE
Las reticencias a constituir un equipo conjunto entre el PSOE y UP no est¨¢n solo en la familia socialista. La l¨ªnea oficial del partido que dirige Pablo Iglesias tiene un foco de contestaci¨®n interna. Podemos Andaluc¨ªa, liderado por la corriente anticapitalista, rechazar¨¢ este lunes la f¨®rmula de Ejecutivo conjunto y abogar¨¢, en su lugar, por la f¨®rmula a la portuguesa: Gobierno socialista en solitario, con respaldo parlamentario de otras fuerzas de izquierda. La direcci¨®n conf¨ªa en que se trate de una postura minoritaria, pero no est¨¢ descartado que surjan otras voces. El eurodiputado Ernest Urtasun se muestra contrario a esta opci¨®n: ¡°El modelo portugu¨¦s no puede ser la referenc¨ªa porque all¨ª el desequilibrio de las fuerzas de izquierdas es mucho mayor que en Espa?a. Aqu¨ª la ciudadan¨ªa expres¨® un mandato m¨¢s plural¡±.
Otro posible escollo al intento por confluir con el PSOE en el Gobierno deriva de las declaraciones p¨²blicas que se hagan durante este tiempo. El partido est¨¢ decidido a abordar el proceso sin grandilocuencias comunicativas, pero algunos acontecimientos, incluso ajenos a la formaci¨®n de Gobierno, pueden jugar malas pasadas. En el Ejecutivo de S¨¢nchez han sentado mal las declaraciones de Iglesias a cuenta de la crisis en Venezuela. El dirigente de Podemos no tuvo reparos en decir p¨²blicamente que el Ministerio de Exteriores le hab¨ªa asegurado a su formaci¨®n que fue un error reconocer a Juan Guaid¨® como presidente interino del pa¨ªs. El ministro en funciones, Josep Borrell, lo neg¨® rotundo. Probablemente en el ¨¢nimo de Iglesias influy¨® tambi¨¦n haberse enterado aquel d¨ªa ¡ªel 1 de mayo, al parecer por la prensa¡ª de que S¨¢nchez hab¨ªa citado en La Moncloa a los l¨ªderes del PP y de Ciudadanos antes que a ¨¦l.
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