Un hombre de Estado al servicio de Espa?a
Luchador por la libertad, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba contribuy¨® a forjar un pa¨ªs moderno, europeo y democr¨¢tico desde todos los puestos que ocup¨®
Es dif¨ªcil despedirse de Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. Lo ha sido todo para el Partido Socialista Obrero Espa?ol, al que entreg¨® lo mejor de su vida, pero tambi¨¦n para Espa?a. Su figura ¡ªy, ahora, su recuerdo¡ª trascienden las siglas de cualquier formaci¨®n y son parte ya de la memoria democr¨¢tica de nuestro pa¨ªs. Es miembro del admirable grupo de personas que, con solo evocar su nombre, nos permite reconocer toda una era de logros y progreso. Con ¨¦l en distintos puestos de responsabilidad, Espa?a cambi¨® para siempre y su legado es tan profundo que solo el paso del tiempo podr¨¢ hacerle verdadera justicia y rendirle el homenaje que merece. Hoy llora la familia socialista, pero tambi¨¦n el pa¨ªs en su conjunto. Rubalcaba era un hombre de Estado, y como tal se va: admirado y homenajeado por Espa?a, sin distinciones ni matices ideol¨®gicos.
Su biograf¨ªa se entrelaza con la lucha por las libertades y con la consolidaci¨®n de la democracia. Aunque hab¨ªa nacido en Cantabria en 1951, su infancia y juventud estuvieron ligadas a Madrid, ciudad a la que se hab¨ªa trasladado con sus padres siendo apenas un ni?o. Se afili¨® al PSOE en 1974, todav¨ªa en plena dictadura. Su capacidad de sacrificio y esfuerzo ¡ªera tambi¨¦n un consumado atleta¡ª, su talento y su reconocido instinto pol¨ªtico le llevaron pronto a destacar. Y comenz¨® as¨ª una vida entera de servicio a Espa?a desde una militancia que jam¨¢s le impidi¨® alcanzar acuerdos y tejer consensos.
Con el regreso de la democracia, Espa?a afrontaba el reto de progresar social y econ¨®micamente. Quer¨ªamos parecernos a los pa¨ªses m¨¢s avanzados de las entonces Comunidades Europeas un aut¨¦ntico anhelo tras la larga noche del franquismo. Y para ello era fundamental situar a Espa?a en niveles de desarrollo educativo similares a los de Francia, Alemania o Reino Unido. Nuestro pa¨ªs sufr¨ªa niveles de analfabetismo intolerables, y el n¨²mero de estudiantes de educaci¨®n secundaria y superior eran impropios del pa¨ªs que quer¨ªamos ser. Con apenas 35 a?os, en 1986, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba asumi¨® la Secretar¨ªa de Estado de Educaci¨®n, y en 1992 se convirti¨® en ministro de Educaci¨®n y Ciencia de Felipe Gonz¨¢lez. Su labor fue clave para conseguir uno de los logros que m¨¢s nos enorgullecen como socialistas, pero, sobre todo, como espa?oles: la universalizaci¨®n de la educaci¨®n p¨²blica y la reforma del sistema educativo.
Espa?a avanz¨® en cinco a?os lo que otros pa¨ªses hab¨ªan tardado d¨¦cadas en conseguir. Ese fue uno de los grandes logros de Alfredo, y sin duda, y el que m¨¢s destacaba ¨¦l mismo cuando se le preguntaba por su trayectoria pol¨ªtica.
La aportaci¨®n de Alfredo a Espa?a no dej¨® de crecer con el paso del tiempo, hasta hacer de ¨¦l la figura que hoy despedimos con dolor, pero tambi¨¦n con sincero y justo reconocimiento. Su labor como portavoz parlamentario durante el primer Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero fue brillante, y su capacidad oratoria era reconocida a un lado y a otro del hemiciclo. Como pol¨ªtico y servidor p¨²blico, Alfredo lo ten¨ªa todo, y en ¨¦l converg¨ªan fondo y forma, talento y esfuerzo.
Sin embargo, donde la figura de Alfredo consolida su talla hist¨®rica es en su labor como ministro del Interior y vicepresidente durante el Gobierno que finalmente, y tras muchos a?os de sufrimiento y esfuerzo colectivo, puso fin a la pesadilla del terrorismo de ETA. La banda terrorista era otra de las grandes r¨¦moras que arrastr¨¢bamos desde la dictadura, y su actividad criminal nos imped¨ªa decir sin matices que la historia democr¨¢tica de Espa?a era una historia de ¨¦xito sin paliativos. La derrota del terrorismo exigi¨® de ¨¦l lo mejor de su enorme capacidad de trabajo y talento pol¨ªtico, y tambi¨¦n puso a prueba su grandeza y su templanza emocional. Su vida es la de un hombre que decide entregar su vida al servicio p¨²blico y sacrificar muchas cosas ¡ªcomo sabe bien su mujer, Pilar Goya¡ª para construir un mundo mejor. Con esas precisas palabras: un mundo mejor.
El socialismo espa?ol llora al compa?ero que fue su secretario general entre 2012 y 2014, pero lo hace junto a Espa?a entera, el pa¨ªs moderno, europeo y en paz que ¨¦l tanto contribuy¨® a forjar all¨ª desde donde estuvo. Como socialista, siento dolor. Como espa?ol, admiraci¨®n, agradecimiento y orgullo. Descanse en paz.
Pedro S¨¢nchez es presidente del Gobierno en funciones y secretario general del PSOE.
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