Una urbanizaci¨®n malague?a acosada por los jabal¨ªes: ¡°Campan a sus anchas a diario¡±
Diversas piaras corretean por el asfalto, destrozan jardines y asustan a los residentes en Sitio de Calahonda (Mijas)
Un jabal¨ª pesa unos 70 kilos de media. Es fuerte. Y emite sonidos que pueden asustar a cualquier ser humano. Si se enfada o asusta, corre veloz y ¨¢gilmente por el campo. Y cuando la comida escasea, deja la monta?a para acercarse a las zonas m¨¢s cercanas a las ciudades. Por eso eligen cada vez m¨¢s grandes urbanizaciones a las afueras: estas disponen de zonas verdes y agua. Es la causa por la que numerosos vecinos de Sitio de Calahonda, en Mijas (M¨¢laga), la presencia es mayor a?o a a?o. Diversas piaras corretean por el asfalto, destrozan jardines y asustan a los residentes. ¡°Campan a sus anchas a diario¡±, denuncia una vecina, Coral Castru?o. ¡°?Cu¨¢ndo har¨¢n algo? ?Tendremos qu¨¦ esperar a que haya un herido?¡±, se pregunta.
Se les ve husmear entre los cubos de basura, amamantar a las cr¨ªas en los jardines, pasear por las rotondas de acceso a la autov¨ªa. ¡°Les falta ba?arse en la piscina para refrescarse en el verano¡±, subraya C¨¦sar Contreras, presidente de la Entidad Urban¨ªstica Colaboradora (EUC) Sitio de Calahonda, que se encarga de ofrecer los servicios municipales a las m¨¢s de 6.300 viviendas que acoge la urbanizaci¨®n, algunas de las cuales se adentran hacia el norte en plena sierra. La zona dispone de m¨¢s de 600.000 metros cuadrados de zonas verdes, todo un para¨ªso para el jabal¨ª, que en 2012 vio c¨®mo buena parte de su entorno natural qued¨® destrozado por el fuego. Las llamas arrasaron 8.000 hect¨¢reas. ¡°Fue un punto de inflexi¨®n. Desde entonces, se les ve m¨¢s por aqu¨ª¡±, subraya Contreras, que asume que hay vecinos que alimentan a estos animales y eso les atrae.
Son ya varias las generaciones de jabal¨ªes que conocen Sitio de Calahonda. Y muchos de los nuevos ejemplares han nacido en los peque?os bosques y jardines que integran este enorme complejo residencial. ¡°Est¨¢n c¨®modos y no temen al ser humano¡±, asegura, ¡°pero tampoco atacan, no ha habido accidentes ni problemas de ese tipo¡±, a?ade el responsable. Una publicaci¨®n del perfil de Facebook de la EUC, sin embargo, alertaba el pasado 3 de mayo: ¡°Hace unos d¨ªas entraron en un jard¨ªn de un complejo y corrieron detr¨¢s de un ni?o peque?o que fue salvado por sus familiares¡±. El texto gener¨® decenas de comentarios que propon¨ªan dr¨¢sticas medidas, la instalaci¨®n de pasos canadienses o culpaban a la urbanizaci¨®n de adentrarse en territorio del jabal¨ª.
Contreras pide una soluci¨®n para detener a una poblaci¨®n que sigue en aumento. Cree que el control de la natalidad ser¨ªa una soluci¨®n ¡ªcitando el pienso anticonceptivo que C¨¢diz da a las palomas¡ª y, tambi¨¦n, la expulsi¨®n de las piaras monte arriba. Pero critica que ni el Ayuntamiento de Mijas ni la Junta de Andaluc¨ªa ofrezcan una soluci¨®n. ¡°Nadie se hace responsable¡±, subraya. Desde la Administraci¨®n auton¨®mica explican que, al ser terreno urbano, la responsabilidad es municipal. Y que el Ayuntamiento puede pedir ayuda a la Consejer¨ªa de Agricultura, Ganader¨ªa, Pesca y Desarrollo Sostenible para autorizar el uso de jaulas o la realizaci¨®n de batidas con perros y sin armas para ahuyentar a los animales. En el Consistorio apuntan que son precisamente las dos peticiones que realizaron el a?o pasado a la Junta andaluza. ¡°No recibimos la autorizaci¨®n¡±, explican al tiempo que han reiterado la solicitud y que esperan ¡°pronto¡± una respuesta.
Tras las quejas vecinales en Sitio de Calahonda y otros puntos del municipio, el Consistorio mije?o present¨® en febrero de 2018 un estudio sobre la situaci¨®n del jabal¨ª en el t¨¦rmino municipal. En sus conclusiones se destaca que no existe una superpoblaci¨®n y que el n¨²mero de ejemplares ¡°debe considerarse normal¡±. De hecho, de las 14.241 fotograf¨ªas tomadas durante casi 5.000 horas de manera autom¨¢tica en el monte, solo en 207 aparec¨ªa este animal. El informe alega que la alerta p¨²blica solo se debe a ¡°la presencia de animales concentrados en determinadas zonas y durante ciertos momentos del a?o¡±. Fundamentalmente en los meses de calor, cuando la alimentaci¨®n es m¨¢s dif¨ªcil de conseguir. El documento propone como soluci¨®n la instalaci¨®n de mejores cercas y vallas perimetrales, la instalaci¨®n de pastores el¨¦ctricos o la captura de animales. En Sitio de Calahonda disponen de jaulas. ¡°Pero los jabal¨ªs son listos y no entran. Apenas capturamos un par al a?o¡±, asegura.
¡°Lo que deja claro el documento es que hay diversas concentraciones de jabal¨ªes, pero no una grand¨ªsima poblaci¨®n¡±, a?ade Librada Moreno, responsable de comunicaci¨®n de Ecologistas en Acci¨®n Mijas y de la federaci¨®n malague?a de Ecologistas en Acci¨®n. En su opini¨®n, debe ser la propia urbanizaci¨®n la que utilice m¨¦todos de rechazo como pastores el¨¦ctricos o dispersar productos que repelen a los jabal¨ªes para que estos no se acerquen a las viviendas. Y, si no funciona, solicitar apoyo de la Junta de Andaluc¨ªa para aumentar las capturas. ¡°Pero estamos totalmente en contra de hacer batidas. Hay muchas soluciones disuasorias y el exterminio debe ser la ¨²ltima opci¨®n¡±, a?ade Moreno, que recuerda que ese m¨¦todo de caza tambi¨¦n afecta a otras especies que viven en la zona como la jineta, el zorro, el tej¨®n o la cabra montesa.
Mayor presencia en la Costa del Sol
El jabal¨ª est¨¢ presente en toda la provincia de M¨¢laga en mayor o menor medida. Son habituales sus incursiones incluso en algunas barriadas de M¨¢laga, como Ciudad Jard¨ªn o Pinares de San Ant¨®n, en El Palo. Sin embargo, su n¨²mero es mayor en el litoral occidental. Y la propia Diputaci¨®n Provincial de M¨¢laga subraya que es ¡°muy abundante en la zona costera urbanizada de la Costa del Sol¡±, seg¨²n indica su p¨¢gina web de turismo. En este ¨¢rea, la poblaci¨®n se ha ido expandiendo desde la sierra de Estepona, casi en el l¨ªmite con C¨¢diz. All¨ª, en Los Reales, exist¨ªa la poblaci¨®n m¨¢s importante. Y los cambios en el mundo rural, que han favorecido el aumento de la masa forestal y de matorral, han supuesto toda una autopista para que el jabal¨ª campe a sus anchas entre urbanizaciones de lujo, hoteles tur¨ªsticos y numerosos campos de golf. ¡°El ser humano tambi¨¦n ha contribuido matando al lobo, su depredador natural¡±, recuerda Librada Moreno, de Ecologistas en Acci¨®n.
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