Islas Baleares, gestionar entre el ¨¦xito y el exceso
La izquierda aspira a reeditar el pacto de gobierno en una comunidad dependiente del turismo
La sociedad balear afronta las pr¨®ximas elecciones con un pie puesto en el verano. La temporada alta arranc¨® motores hace semanas y los turistas se cuentan por miles. La izquierda aspira en la cita electoral a conseguir un cuarto gobierno de pacto progresista multipartito, en una comunidad con una econom¨ªa en auge que creci¨® un 2,7% durante 2018. Los vientos favorables en el empleo ¡ªel paro se sit¨²a en el 10,9%¡ª han permitido al archipi¨¦lago ser una de las pocas regiones que crece en poblaci¨®n, hasta alcanzar 1.148.947 habitantes en enero de este a?o, con un porcentaje de poblaci¨®n extranjera de casi el 25%.
Una sociedad multicultural que consigue con el turismo de verano su mayor fuente de ingresos. Baleares vive su temporada ¨¢lgida a partir de la Semana Santa, cuando la planta hotelera abre sus establecimientos, que en los ¨²ltimos a?os se han sumido en un profundo proceso de renovaci¨®n para actualizar unas instalaciones obsoletas. Las Baleares batieron el a?o pasado su propio r¨¦cord de visitantes, con m¨¢s de 16 millones, cifra que alej¨® el fantasma de que la tasa tur¨ªstica recuperada por el pacto lastrar¨ªa el n¨²mero de viajeros. La b¨²squeda de un turismo de calidad frente al low cost y los focos de borrachera que han granjeado una fama nefasta a lugares como Magaluf o Sant Antoni, es uno de los anhelos de las autoridades y del sector empresarial.
La gesti¨®n de los flujos tur¨ªsticos y una desestacionalizaci¨®n que permita repartir visitantes durante todo el a?o forman parte del debate hist¨®rico de una regi¨®n donde se han alzado voces que piden poner freno a la masificaci¨®n. Seg¨²n un ¨²ltimo informe de los ecologistas de Terraferida, en Baleares se dispararon un 37% las plazas tur¨ªsticas en los ¨²ltimos cuatro a?os hasta superar el medio mill¨®n, con municipios que tienen m¨¢s oferta para viajeros que habitantes censados.
La regulaci¨®n del alquiler vacacional es uno de los principales caballos de batalla. La reforma emprendida por el Gobierno de Francina Armengol (PSOE) restringi¨® en su totalidad la pr¨¢ctica de esta actividad en pisos de Palma y puso condiciones para llevarla a cabo en el resto de las islas. La ofensiva tambi¨¦n se dirigi¨® a las nuevas plataformas comercializadoras, lideradas por Airbnb y Homeaway, que han sido sancionadas con multas millonarias.
En el lado opuesto se sit¨²an los movimientos sociales que tratan de luchar contra la gentrificaci¨®n de los cascos antiguos de Palma e Ibiza, ahora dominados por tiendas franquiciadas y viviendas propiedad de inversores del norte de Europa que ofrecen cantidades millonarias para hacerse con inmuebles que posteriormente incorporan al mercado del lujo. Barrios como el de Santa Catalina en Palma han entrado ya en un proceso irreversible, con la mitad de sus viviendas en manos de propietarios extranjeros.
La expulsi¨®n de los residentes de toda la vida enfrenta a quienes la sufren con otro de los problemas que reinan en las tertulias: las dificultades para acceder a una vivienda. Durante el primer trimestre, el precio del metro cuadrado para comprar un inmueble alcanz¨® los 2.014 euros, un crecimiento del 6% respecto al a?o pasado seg¨²n la tasadora Tinsa. Y en el mercado del alquiler los datos no mejoran, con una situaci¨®n especialmente dram¨¢tica en Ibiza, donde la escasez de vivienda asequible ha provocado la falta de efectivos policiales, m¨¦dicos y profesores, profesionales que prefieren no ser destinados a la isla y que piden un cambio de residencia en cuanto pueden solicitarlo.
Abandono escolar
La gran dependencia de la industria tur¨ªstica y las facilidades que el sector ofrece a los j¨®venes son algunas de las causas que se esconden tras la elevada tasa de abandono escolar temprano, que se situ¨® en el 24,4%, seg¨²n la ¨²ltima EPA. El sector educativo ha tenido cuatro a?os para recuperarse de la brecha abierta por el que fuera presidente durante la pasada legislatura, Jos¨¦ Ram¨®n Bauz¨¢ ¡ªreciente fichaje de Ciudadanos, tras abandonar el PP¡ª, que prendi¨® la mecha de la batalla pol¨ªtica sobre la lengua en las aulas.
Las diferencias sobre la lengua son solo uno de los puntos que alejan a la candidata socialista a la reelecci¨®n, Francina Armengol, de formaciones como la de Albert Rivera. ¡°Se han autodescartado desde el inicio, incluso para poder pactar alianzas sobre pol¨ªticas concretas. Siempre han mantenido una posici¨®n muy cercana al PP y ¨²ltimamente a Vox¡±, les reprocha la presidenta. Todas las formaciones de izquierda dejaron claro antes de las elecciones generales que reeditar¨¢n el pacto de gobierno si la aritm¨¦tica se lo permite, con un resquicio abierto a los apoyos de los regionalistas de Proposta per les Illes (PI), que aspiran a convertirse en la llave del futuro Ejecutivo. ¡°El PI va a ser decisivo para la conformaci¨®n de un gobierno¡±, afirma su cabeza de lista, Jaume Font.
Etapa convulsa de Matas
Ciudadanos tambi¨¦n anhela gobernar y sobrepasar al PP. ¡°Vistos los resultados de las generales, tenemos la moral muy alta para quedar por delante del PP¡±, afirma el candidato, Marc P¨¦rez Ribas. En 2015, los votantes acabaron de un plumazo con la mayor¨ªa absoluta de los conservadores. Para borrar el legado de Bauz¨¢ y erradicar todo rastro de la etapa convulsa de Jaume Matas, los populares eligieron a Biel Company, un l¨ªder de talante regionalista cuyo proyecto top¨® con el giro a la derecha de la direcci¨®n nacional. ¡°Nosotros nunca nos hemos movido del discurso del PP de toda la vida, el del sentido com¨²n y la moderaci¨®n¡±, remarca el candidato popular.
En un mandato con pocos sobresaltos, el candidato de M¨¦s per Mallorca y socio del Gobierno, Miquel Ensenyat, cree que uno de los mayores logros del pacto es demostrar que diferentes partidos ¡°hayan sido capaces¡± de entenderse. Podemos ha prestado su apoyo a la mayor¨ªa progresista desde fuera, algo que cambiar¨¢ si la izquierda suma de nuevo. ¡°No podemos desaprovechar todo el caudal pol¨ªtico y de derechos que se ha conseguido en esta legislatura¡±, dice su candidato. Juan Pedro Yllanes. Sea del color que sea, a¨²n queda una lista de asuntos pendientes para el pr¨®ximo inquilino del Consolat de Mar.
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