Fago: una viuda, un candidato y cualquier partido
El asesinato del alcalde dej¨® sin relevo a quien le sustituy¨® hace 11 a?os, ¨²nico aspirante: "Antes se presentaba por el PP y ahora por el PAR, que da m¨¢s cosas"
En Espa?a hay tres pueblos en los que a las elecciones no concurren solo los candidatos vivos sino tambi¨¦n los difuntos. En Polop (Alicante), Fago (Huesca) y Llanes (Asturias) fueron brutalmente asesinados alcaldes y concejales. En algunos casos, como en Polop, pese a que los hechos se produjeron hace m¨¢s de una d¨¦cada, siguen sin ser juzgados y los sospechosos conviven dif¨ªcilmente con los familiares de las v¨ªctimas separados por un silencio colectivo que sigue siendo ensordecedor. En otros casos, como en Fago y en Llanes, el crimen condiciona la vida social del pueblo y tambi¨¦n sus elecciones. Son pueblos marcados en los que otras variables afectar¨¢n a los resultados de los comicios de este domingo.
Desde que el 12 de enero de 2007 mataron a Miguel Grima, entonces alcalde de Fago (Huesca), este peque?o municipio ¡ªde ahora 23 habitantes empadronados y entonces 33¡ª mantiene el mismo regidor, Enrique Barcos Barcos. En aquella ¨¦poca era teniente de alcalde por el PP y, tras el asesinato que ¡°puso al pueblo en el mapa¡± (en palabras de sus vecinos), Barcos sustituy¨® a Grima en el cargo. Ahora, ¡°igual de arisco¡± y convertido en el ¨²nico candidato elecci¨®n tras elecci¨®n, sigue siendo alcalde pero por el PAR (Partido Aragon¨¦s), ¡°de derechas¡±, aclaran los pocos lugare?os (una decena) que viven durante todo el a?o en esta min¨²scula localidad, mancomunada con el pueblo vecino de Ans¨®, en el extremo occidental de la comarca pirenaica de la Jacetania, fronteriza ya con tierras navarras. Con los ansotanos comparten t¨¦rmino municipal y a Ana, la secretaria del ayuntamiento, ¡°que viene los mi¨¦rcoles¡±.
¡°Aqu¨ª ni a nosotros ni al alcalde nos importa el partido, como en cualquier pueblo peque?o en el que todo el mundo se conoce se vota a la persona, y en este caso a la ¡°¨²nica¡± persona que se presenta para que sigamos teniendo ayuntamiento, principalmente, y por la formaci¨®n pol¨ªtica que m¨¢s cosas nos da, ni m¨¢s ni menos¡±, resume uno de los vecinos, que elude identificarse. Curiosamente, en las pasadas elecciones generales, los 15 votos registrados en Fago estuvieron muy repartidos y se decantaron hacia la izquierda: seis al PSOE, tres al PP, otros tres a Unidas Podemos, dos a ciudadanos y uno a Vox.
Pero si algo ha quedado en Fago ¡ªaparte de que solo hay un candidato¡ª despu¨¦s de aquel crimen que atrap¨® la atenci¨®n de toda Espa?a (¡°Matan a un concejal del PP en Huesca¡±, rezaban los titulares 12 d¨ªas despu¨¦s de que ETA rompiera la tregua y atentara en la T4 del Aeropuerto de Madrid), es un rechazo visceral a los periodistas. ¡°No tengo ning¨²n inter¨¦s en atender a ning¨²n periodista¡±, responde cortante Enrique Barcos a la reportera. "?Lo oyen? Es el silencio" del alcalde que vino despu¨¦s.
Durante casi un mes que dur¨® la investigaci¨®n de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil el pueblo se convirti¨® en un plat¨® de televisi¨®n del que no pod¨ªan huir sus habitantes y en el que se amplificaban los chismorreos y se multiplicaban los sospechosos. La viuda de Grima, de 50 a?os, hizo una lista de 19 personas entre las que, curiosamente, no se encontraba el asesino, Santiago Mainar, un guarda forestal venido de Zaragoza y amigo del alcalde asesinado, ¡°a quien ¨¦l mismo trajo hasta el pueblo¡±, recuerdan los lugare?os, que repiten los detalles del asesinato como si hubiese sido ayer: "El sitio y la hora a la que fue a comprar el pan tras salir de la reuni¨®n de la junta comarcal, las piedras que le cortaron el paso en la carretera, el m¨¦dico que se cruz¨® al pasar por el camino con presunto asesino, que le invit¨® a seguir adelante con su coche..., la mujer de Miguel Grima que no alert¨® de que su marido no hab¨ªa llegado a dormir a casa hasta el d¨ªa siguiente y la escopeta nunca apareci¨®...". La idea de que el asesino no actu¨® solo sigue sobrevolando ese precioso valle lleno de cuevas.
¡°No sospech¨¦ de ¨¦l hasta que le detuvo la Guardia Civil¡±, dir¨ªa Celia Estalrich, viuda de Grima, en el juicio en el que Mainar fue condenado a 21 a?os de c¨¢rcel por ser el asesino ¡ª¡°solo o acompa?ado de otros¡±, dec¨ªa la sentencia¡ª del alcalde del partido popular.
Celia, que ante el juez asegur¨® que su marido estaba muy deprimido por la persecuci¨®n de una serie de vecinos, se ha quedado a vivir en el pueblo. Reside en la ¨²nica casa que hay encima de la iglesia, donde empieza el camino del cementerio en el que, sin embargo, no est¨¢ enterrado su esposo.
"La gente de aqu¨ª no se mata porque, de acuerdo a reglas no escritas, se tendr¨ªan que ir despu¨¦s, rechazados, y la casa en estos montes es como la patria, es casa-patria. Por eso, en este caso, v¨ªctima y verdugo eran de fuera, de Zaragoza", comenta otro vecino que tambi¨¦n prefiere no identificarse. "Aqu¨ª nos conocemos todos", recuerda. "Los dos, Mainar y Grima, llegaron como amigos y acabaron enfrentados, Grima gastaba gran parte del presupuesto muncipal en pleitos contra vecinos que, adem¨¢s, perd¨ªa; y Mainar, mucho m¨¢s seductor, era arbitrario aplicando la ley, eg¨®latra, con ¨ªnfulas desmedidas y con cierto aire mesi¨¢nico, como en el juicio, que en su declaraci¨®n daba a entender que ¨¦l se com¨ªa ¨¦l el marr¨®n de otros", cuenta este lugare?o.
La viuda de Grima sale sola a dar largos paseos y ¡°tiene algunos amigos aqu¨ª¡±, aseguran sus vecinos. Es propietaria de la ¨²nica casa rural que se mantiene activa en el pueblo ("lleg¨® a haber cuatro y un bar con terraza regentado por gente de Madrid"). "La casa rural de Mainar la vendieron para pagarle la indemnizaci¨®n a ella, como las tierras y la explotaci¨®n de vacas que ten¨ªa", recuerdan los vecinos. El "crimen de Fago" dej¨® moribundo a todo el pueblo, que acude a las urnas con la complicidad del silencio.