Polop, el pueblo en el que gana las elecciones la impunidad
El asesinato del alcalde Alejandro Ponsoda (PP) hace 11 a?os descompuso a los populares que, ahora, con el crimen sin juzgar y los sospechosos libres, vuelven a tener posibilidades
En Espa?a hay tres pueblos en los que a las elecciones no concurren solo los candidatos vivos sino tambi¨¦n los difuntos. En Polop (Alicante), Fago (Huesca) y Llanes (Asturias) fueron brutalmente asesinados alcaldes y concejales. En algunos casos, como en Polop, pese a que los hechos se produjeron hace m¨¢s de una d¨¦cada, siguen sin ser juzgados y los sospechosos conviven dif¨ªcilmente con los familiares de las v¨ªctimas separados por un silencio colectivo que sigue siendo ensordecedor. En otros casos, como en Fago y en Llanes, el crimen condiciona la vida social del pueblo y tambi¨¦n sus elecciones. Son pueblos marcados en los que otras variables afectar¨¢n a los resultados de los comicios de este domingo.
A la entrada del ayuntamiento de Polop de la Marina (Alicante), en el registro, est¨¢ Mar¨ªa Ponsoda, la hija menor de Alejandro Ponsoda Bou, el alcalde del PP acribillado a tiros en la puerta de su casa el 19 de octubre de 2007. Amablemente atiende a los reci¨¦n llegados y les da las indicaciones oportunas. Lo hac¨ªa antes de que mataran a su padre y lo sigue haciendo hoy, en un pueblo de 4.800 almas que contin¨²a su vida dividido por aquel crimen que a¨²n no ha sido juzgado y del que nadie quiere hablar porque ¡°no est¨¢ nada claro¡±.
Aquel asesinato a quemarropa, hacia las 21.30 de un viernes, hizo trizas al PP, que se descompuso en tres partes; y el PSOE de Gabriel Fern¨¢ndez, actual regidor, se alz¨® con el poder en las elecciones de 2011, apoyado incluso por una de esas facciones en las que quedaron divididos los populares. Sin embargo, ahora, casi 12 a?os despu¨¦s, cuando el PP pierde terreno en toda Espa?a, los populares de Polop, parecen haberse "limpiado" y obtenido el perd¨®n del pueblo, y vuelven a tener posibilidades de sumar votos (algo m¨¢s de un millar de papeletas suponen la mayor¨ªa).
La impunidad del crimen parece haber acostumbrado muchos de los ojos del pueblo a cruzarse con los del presunto culpable/inductor del asesinato: el empleado de banca y exconcejal de urbanismo Juan Cano, teniente de alcalde por aquel entonces y sustituto de Ponsoda como regidor tras su muerte. Tiene su gestor¨ªa en la esquina de una galer¨ªa comercial pr¨®xima al consistorio. All¨ª, al fondo de un local desangelado, un hombre enjuto, tras una mesa de despacho, un ordenador y un paquete de tabaco negro que fuma mientras masculla palabras en su soledad. Tiene 62 a?os, levanta la cabeza, apunta al visitante con un ojo estr¨¢bico: ¡°No tengo nada que decir, v¨¢yase, no me obligue a ser maleducado¡±, espeta mientras enciende otro pitillo.
Estuvo ocho meses en la c¨¢rcel de Villena, despu¨¦s de haber sido detenido en 2009 por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que le consideran autor intelectual de un asesinato planeado en la trastienda de un puticlub de las afueras de Benidorm, y ejecutado (por encargo) por unos matones de discoteca. El m¨®vil: el rencor por haber sido un impedimento para sus fines pol¨ªticos y urban¨ªsticos. En palabras de la Fiscal¨ªa, que le pide 25 a?os, Cano "sent¨ªa animadversi¨®n por Ponsoda por su cargo (...) y actu¨® con la idea de acabar con su vida".
Pero las pruebas presentadas, que apuntan a una trama urban¨ªstica y que se sustentan fundamentalmente en el testimonio de un portero de locales de alterne ¨Choy testigo protegido-- al que supuestamente habr¨ªan ofrecido 35.000 euros por matar a Ponsoda, han llevado a los jueces a dejar en libertad a los siete encausados: Cano, el due?o y el gerente del burdel (club Mesalina), un empresario local del sector del calzado, dos ¡°sicarios¡± checos y un narcotraficante extreme?o, a la espera de un juicio con jurado popular que la semana pasada anunciaron que presumiblemente se celebrar¨¢ entre el 13 y el 29 de enero de 2020. ¡°Cada cuatro a?os lo anuncian¡±, dice Fern¨¢ndez, el actual alcalde socialista con negocios en el sector de la alimentaci¨®n, que no hizo ni pegada de carteles la v¨ªspera del comienzo de campa?a y que, como todos, prefiere no mojarse: ¡°Ese es un asunto judicial".
Aunque las familias de v¨ªctima y presunto culpable siguen enfrentadas, el resto del pueblo vive parapetado por la inacci¨®n judicial y se ha acostumbrado a vivir con la incertidumbre de un crimen pol¨ªtico sin resolver: ¡°Como no se sabe, no se sabe¡±, responden huidizos por la calle.
Entretanto, el PP ¡°se ha limpiado¡± de todo lo que ol¨ªa a Juan Cano, de la mano de su presidente Antonio Pastor: ¡°Si me ve, se cruza de acera¡±, asegura. Su reciente renuncia ha puesto al frente del grupo a su segundo, el joven Susmozas, un chaval de Nuevas Generaciones, militante del partido desde su adolescencia, ¡°cachorro¡± de Cano y amigo de sus hijas en sus inicios; y tambi¨¦n amigo y compa?ero de las hijas de Ponsoda en su juventud, ¡°conocido por todos, porque a todos les ha arreglado algo¡±, ya que regenta la fontaner¨ªa de su padre, justo en la otra punta de la galer¨ªa comercial donde est¨¢ la gestor¨ªa de Cano. Un tipo templado, de verbo pausado y firme, que estudi¨® Ingenier¨ªa Industrial fuera y volvi¨® ¡°para crecer y hacer crecer el pueblo¡±, que como la mayor¨ªa de la zona vive de dar servicio y abastecer a Benidorm. Est¨¢ convencido de que, a la tercera (lista electoral), va la vencida. Puede que as¨ª sea, pero quien realmente gana o pierde las elecciones en Polop desde el asesinato de su alcalde sigue siendo la impunidad.