La obsesi¨®n del guardia civil por su subalterna
Un cabo acus¨® falsamente de consumo de drogas al marido de una agente para romper su matrimonio
En 2012, el cabo primero se dirigi¨® a la guardia civil, destinada en una casa cuartel de Castilla-La Mancha, y le pidi¨® que saliese al aparcamiento, donde le entreg¨® un sobre cerrado rog¨¢ndole que no lo leyera hasta que estuviese sola. Lo que conten¨ªa el sobre era ¡°una carta declarando sentimientos personales hacia ella¡±. As¨ª comienza el auto del juzgado togado militar territorial n¨²mero 12 que ordena incoar sumario contra el cabo, como presunto responsable de un delito de abuso de autoridad.
La declaraci¨®n de amor de un superior no es, l¨®gicamente, lo que ha motivado la intervenci¨®n judicial, sino todo lo que vino despu¨¦s. ¡°Cuando volvi¨® a coincidir con el denunciado, le aclar¨® que no era posible la relaci¨®n pretendida [...] y le dej¨® claro que era feliz en su matrimonio y no deseaba ning¨²n otro tipo de relaci¨®n¡± con ¨¦l, m¨¢s all¨¢ de la profesional, seg¨²n la denuncia.
Hasta 2017, la relaci¨®n con esta mando, en los estrechos muros de un acuartelamiento, fue correcta; aunque, ¡°cada cierto tiempo, aprovechando que no hubiese nadie, le recordaba sus sentimientos e insist¨ªa en que no pod¨ªa quit¨¢rsela de la cabeza¡±.
Por esas fechas, el cabo empez¨® a publicar en Whatsapp mensajes sobre sus sentimientos, primero en tercera persona y luego dirigidos a ella, quien le insisti¨® en ¡°que no es posible lo que pretende, que tiene que olvidarse de ella y buscar en otro lado¡±.
Ante la ausencia de un compa?ero, la guardia tuvo que hacer un servicio como auxiliar del cabo y, estando en el coche oficial, ¨¦l se pas¨® todo el tiempo ¡°dici¨¦ndole lo que la quer¨ªa y que era la mujer de su vida¡±, frases que acompa?aba de comentarios negativos hacia su marido. ¡°Si supieras qui¨¦n es, no estar¨ªas con ¨¦l¡±, le insinu¨®. Al pedirle explicaciones, contest¨®: ¡°Tranquila, que te lo voy a demostrar¡±.
En 2018, el cabo le cont¨® que hab¨ªa parado a su esposo en un control de alcoholemia y drogas. ¡°Ha dado positivo, pero no le he hecho bolet¨ªn de denuncia porque sab¨ªa que al final lo ibas a pagar t¨²¡±, le asegur¨®. En diciembre pasado, le pregunt¨® si su marido le hab¨ªa contado algo. Ante la negativa de ella, ¨¦l le replic¨®: ¡°No va a ser sincero ni te va a decir nunca nada¡±.
En enero pasado, la guardia se encontr¨® un d¨ªa con que no pod¨ªa abrir su taquilla y tuvo que recurrir al cabo, encargado de material del acuartelamiento. Tras cambiar el bomb¨ªn, ¨¦l le dio las dos ¨²nicas llaves de la cerradura. O eso crey¨® ella entonces.
El 25 de febrero, a la vista de que el cabo insist¨ªa en las insinuaciones sobre su marido, la guardia le emplaz¨® a contarle lo que supiera. ¡°Le he hecho un seguimiento y le est¨¢ comprando droga a un camello. Adem¨¢s, la coloca en tu coche¡±, le asegur¨®. Ante la incredulidad de ella, el superior le dijo que se lo hab¨ªa contado el camello a cambio de pagarle la informaci¨®n: ¡°Tu marido le ha comentado al camello: '?D¨®nde va a estar la droga mejor escondida que en el coche de mi mujer que es picoleta?¡± Para disipar su sospecha de que el propio cabo hubiera puesto la droga en su coche, ¨¦ste le jur¨® que se hab¨ªa enterado por el servicio de informaci¨®n. ¡°A ver si despu¨¦s de esto no vas a dejar a tu marido¡±, remach¨®.
La agente acudi¨® a su coche acompa?ada por un compa?ero. Bajo la tapa que da acceso a la rueda de repuesto hall¨® una bolsa con papel de liar y una peque?a cantidad de picadura aparentemente de tabaco. ¡°No te acerques a m¨ª, no te dirijas a m¨ª, s¨¦ que has puesto esas cosas en mi coche, has accedido a mis cosas personales en mi taquilla y al interior de mi veh¨ªculo. Pide ayuda psicol¨®gica, la necesitas. A m¨ª d¨¦jame tranquila¡±, escribi¨® al cabo.
De momento, es ella quien ha tenido que pedir apoyo sicol¨®gico para superar un trastorno ansioso depresivo provocado por el acoso sexual de su superior, seg¨²n ha denunciado su letrada, Silvia Robledo Ure?a, del Gabinete Su¨¢rez-Vald¨¦s.
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