Los intentos de romper los dos bloques abren el abanico de pactos

El largu¨ªsimo periodo de campa?a electoral ha terminado, vienen cuatro a?os sin elecciones nacionales por delante, y vuelve la pol¨ªtica. El resultado de las elecciones municipales y auton¨®micas ha consagrado la nueva realidad espa?ola: ya no hay cuatro partidos, sino cinco y hasta seis en Madrid, y ni siquiera hay solo dos bloques, sino tres: porque a los de izquierda y derecha hay que sumar el independentista, como sucede en Barcelona.

La situaci¨®n a la italiana que se ven¨ªa fraguando en los ¨²ltimos a?os se ha consolidado y ha permitido un enorme protagonismo a quienes ofrecen soluciones tambi¨¦n a la italiana, con pactos cruzados como el que ha planteado Manuel Valls, que ofrece a Ada Colau sus votos para que Barcelona no caiga en manos del independentista Ernest Maragall, o ??igo Errej¨®n, que ofrece los suyos para buscar un pacto con Ciudadanos y el PSOE que evite que la extrema derecha sea decisiva para gobernar la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital.

M¨¢s informaci¨®n

Elecciones 26-M: reacciones y pactos | Los Ayuntamientos de Madrid y Barcelona, pendientes de acuerdos a derecha e izquierda

El PSOE se abre a incorporar a miembros de Podemos en su Gobierno

Ahora que somos muchos m¨¢s, ?mucho mejor?

Mientras los socialistas se muestran muy satisfechos con las dos jugadas, que les permiten abrir los bloques, Ciudadanos est¨¢ cada vez m¨¢s inc¨®modo, y el PP tambi¨¦n se muestra inquieto ante la posibilidad de perder Madrid, la joya de la corona y el lugar desde el que Pablo Casado pretende hacerse fuerte para apuntalar su liderazgo y lanzar la oposici¨®n a Pedro S¨¢nchez.

Albert Rivera y su negociador de m¨¢xima confianza, Jos¨¦ Manuel Villegas, han dado muestras claras de que prefieren quedarse en el bloque de la derecha, donde creen que est¨¢ su verdadera batalla. Rivera, seg¨²n su entorno, est¨¢ convencido de que la decisi¨®n del llamado cord¨®n sanitario al PSOE ha sido un acierto porque le ha permitido llegar a 57 diputados, y no quiere salirse de ese eje de momento. Villegas explic¨® ayer en TVE que su estrategia pasa por forzar a Vox a votar a favor de sus acuerdos con el PP como hicieron en Andaluc¨ªa: a cambio de nada.

Esta vez Vox pide al menos una fotograf¨ªa con el grupo de Rivera. En Ciudadanos no descartan aceptarla. Pero no ser¨ªa una cita para negociar un pacto de Gobierno, sino para presentarles el que hayan alcanzado con el PP, explican en el partido naranja. La ¨²nica l¨ªnea roja clar¨ªsima de Ciudadanos es que Vox no puede entrar en los gobiernos municipales y auton¨®micos. Y eso parece factible porque el partido de Santiago Abascal no lo pone como condici¨®n indispensable.

Las negociaciones en la derecha, el plan A tanto del PP como de Ciudadanos, avanzan con la confianza de que habr¨¢ acuerdo. Pero desde la izquierda, conscientes de que esa jugada de pactos a la andaluza ya se est¨¢ fraguando desde la noche electoral, tambi¨¦n se mueven para meter presi¨®n y lograr que el partido de Rivera no lo tenga tan f¨¢cil para usar los votos de Vox.

Los socialistas est¨¢n muy satisfechos por la jugada de Errej¨®n, que fuerza a Ciudadanos a retratarse porque le plantea una alternativa clara a Vox. El PSOE vive su propia tensi¨®n en su bloque, por la insistencia de Unidas Podemos en entrar en el Gobierno de Pedro S¨¢nchez, y cualquier movimiento que abra la posibilidad de que Ciudadanos salga del cord¨®n sanitario al PSOE es muy bienvenido.

Geometr¨ªa variable

A los socialistas les preocupa no tener m¨¢s opciones para aprobar leyes que la de depender de los 42 esca?os de Pablo Iglesias. S¨¢nchez estar¨ªa mucho m¨¢s c¨®modo si pudiera jugar a la llamada geometr¨ªa variable, esto es poder aprobar unas reformas con Podemos y otras con Ciudadanos. Pero Rivera no parece dispuesto a abrirse y sigue centrado en su batalla para ocupar el espacio del PP. Todo juega para que Ciudadanos no se mueva, tambi¨¦n algunos medios conservadores, que presionan para que Rivera no acepte el posible cambio de cromos: hacer presidente al socialista ?ngel Gabilondo a cambio de lograr la alcald¨ªa de Madrid para Bego?a Villac¨ªs.

Si Rivera no entra a la jugada, como todo parece indicar, el PSOE y Podemos volver¨¢n a la casilla de salida: la entrada en el Gobierno de ministros de Podemos. S¨¢nchez prefiere meter a independientes bien vistos por Iglesias. Pero varios dirigentes socialistas consultados admiten un problema de fondo. S¨¢nchez ya tiene la investidura casi garantizada, dicen. Iglesias no puede forzar nuevas elecciones. Pero despu¨¦s vienen decenas de votaciones cada semana en las que los 42 esca?os de Podemos son claves. Si no cuenta con Ciudadanos, no puede empezar la legislatura enfrentado con Iglesias, se?alan, as¨ª que habr¨¢ que buscar una salida que no humille a Podemos. ¡°La pol¨ªtica es el arte de lo que no se ve¡±, resume uno de los negociadores. En estas dos semanas se ver¨¢ muy poco pero se mover¨¢ much¨ªsimo. La soluci¨®n empieza el 15 de junio, cuando se eligen todos los alcaldes. Hasta entonces habr¨¢ de todo.