El Rey expresa su ¡°afecto y gratitud¡± a las familias de los militares muertos en misiones en el exterior

La celebraci¨®n del D¨ªa de las Fuerzas Armadas en Sevilla ha servido este s¨¢bado para rendir homenaje a los casi 200 militares que han perdido la vida en el exterior desde que un pu?ado de oficiales espa?oles, bajo bandera de la ONU, se despleg¨® en Angola hace ahora 30 a?os.

En la recepci¨®n ofrecida en el Casino de la Exposici¨®n Universal de 1929, con la que han culminado los actos en la capital andaluza, el Rey ha expresado su ¡°afecto, gratitud y emoci¨®n¡± a los familiares de los fallecidos, ¡°cuya vocaci¨®n fue servir asumiendo el m¨¢ximo riesgo¡± y demostrar que Espa?a es ¡°capaz de arrimar el hombro all¨¢ donde se necesite para preservar la paz y la seguridad¡±. Tambi¨¦n ha tenido un recuerdo para el guardia civil Ferm¨ªn Cabeza, que perdi¨® la vida el jueves en C¨¢diz mientras persegu¨ªa a un presunto narcotraficante.

El Ministerio de Defensa invit¨® este a?o a participar en la conmemoraci¨®n a 245 familiares de los militares fallecidos, incluidas las 62 v¨ªctimas del accidente del Yak-42, la mayor cat¨¢strofe del Ej¨¦rcito espa?ol en tiempo de paz; o el cabo Soria, muerto por un proyectil israel¨ª en el sur de L¨ªbano. La cifra total de bajas en el exterior est¨¢ sujeta a controversia: hasta ahora se cifraban en 173, pero el Rey habl¨® de 186. Seg¨²n fuentes militares, no se ha querido ser cicatero y se han incluido casos hasta ahora no contabilizados; por ejemplo, los que se producen en traves¨ªas internacionales como las del buque escuela Juan Sebasti¨¢n?Elcano, que no corresponden propiamente a misiones en el exterior.

A pesar de que el term¨®metro superaba los 35 grados, miles de sevillanos se agolparon en el paseo de Col¨®n, paralelo al Guadalquivir, para seguir el desfile, en el que participaron 2.600 miembros de los tres ej¨¦rcitos y la Guardia Civil, 80 aeronaves y unos 200 veh¨ªculos. La tribuna de autoridades, que imitaba un burladero, se levant¨® frente a la plaza de toros de La Maestranza.

Adem¨¢s del Rey, con uniforme de capit¨¢n general de la Armada, y la Reina, con vestido rojo, asistieron los ministros de Defensa y Exteriores en funciones, Margarita Robles y Josep Borrell, el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, el alcalde sevillano en funciones, Juan Espadas, el jefe del Estado Mayor de la Defensa, general Fernando Alejandre, y los jefes de los tres ej¨¦rcitos. Por parte de Podemos, la vicepresidenta primera del Congreso, Gloria Elizo, y su portavoz en Defensa, Juan Antonio Delgado. Como observadores especiales, los ministros de Defensa de Senegal y Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo.

Tambi¨¦n por vez primera fueron invitadas las asociaciones profesionales de militares. Dos de ellas, Asfaspro y la UMT, declinaron asistir; mientras que otras dos, AUME y ATME, acudieron, pese a sus diferencias con el Ministerio, para subrayar el car¨¢cter institucional de la jornada.

Las rachas de viento y la densidad de p¨²blico obligaron a suspender el lanzamiento de los paracaidistas que deb¨ªan llevar la ense?a nacional hasta el pie de la tribuna, pero los asistentes, de todas las edades y muchos con banderas espa?olas, pudieron contemplar las tres pasadas de la Patrulla ?guila (la ¨²ltima ligeramente adelantada) que dibujaron en el cielo azul la rojigualda con humo de colores; el estruendo de los pesados carros de combate Leopardo sobre el asfalto; o el desfile acelerado de la Legi¨®n (160 pasos por minuto), que cambi¨® su tradicional cabra por un poni bautizado como Paco.