Guerra de nervios contra el reloj
El pulso pol¨ªtico entre S¨¢nchez e Iglesias se acerca a su final. El 23 de julio, probable fecha para la investidura, seg¨²n fuentes del Gobierno
Han llegado tan lejos que uno de los dos tiene que perder. O uno de los tres. La jugada de p¨®ker entre Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias, dos resistentes que han sido dados por muertos muchas veces, marca la recta final de un pulso del que depende la gobernabilidad en Espa?a. Y el tercero en discordia, Albert Rivera, el que podr¨ªa resolver el pulso entre los otros dos con su abstenci¨®n, tambi¨¦n parece dispuesto a llegar hasta el final a¨²n a costa de una grave crisis interna. Los tres son hombres, j¨®venes pero ya experimentados pol¨ªticos. Los tres gozan de un hiperliderazgo sin sombra en sus partidos. Son, con Pablo Casado, mucho m¨¢s debilitado internamente, los m¨¢ximos representantes de una nueva generaci¨®n pol¨ªtica que tiene que gestionar el sistema m¨¢s fraccionado de la reciente historia democr¨¢tica y sin embargo parecen incapaces de lograr ning¨²n pacto.
La normalidad europea, los parlamentos fraccionados, se consolida en Espa?a. Pero los pactos que necesita para ser gestionada se hacen esperar. Como dijo Felipe Gonz¨¢lez, Espa?a se volvi¨® Italia sin italianos para gestionarla. En La Moncloa incluso piensan en f¨®rmulas para cambiar la Constituci¨®n en el futuro para que no sea elegido el que tiene m¨¢s s¨ªes que noes, sino el candidato con m¨¢s s¨ªes, como en el Pa¨ªs Vasco, para evitar as¨ª un bloqueo que se arrastra desde 2016 y solo se rompi¨® dinamitando el PSOE para que se abstuviera.
Sin embargo, aunque todo camine hacia el precipicio como en la m¨ªtica escena de Rebelde sin causa en la que los rivales juegan a ver qui¨¦n salta el ¨²ltimo de dos coches que van a toda velocidad hacia el acantilado ¡ªpor si no lo recuerdan, acaba muy mal¡ª ninguno de los pol¨ªticos consultados en estas semanas cree que el escenario de repetici¨®n electoral, que ser¨ªa el precipicio, est¨¦ realmente en la ecuaci¨®n. El problema es que ambos, sobre todo S¨¢nchez e Iglesias, los que juegan la partida m¨¢s fuerte, parecen convencidos de que el otro saltar¨¢ antes, como en la pel¨ªcula de 1955.
S¨¢nchez, seg¨²n fuentes del Gobierno, cree que todo va a cambiar en cuanto haya una fecha de investidura. Hasta ahora, en su visi¨®n, todos est¨¢n especulando y jugando a presionar porque no est¨¢ fijado el momento en el que hay que votar. Pero el martes, cuando se anuncie, empezar¨¢ el reloj y los debates internos sobre qu¨¦ hacer, y las posiciones tan duras cambiar¨¢n. O eso cree La Moncloa. S¨¢nchez decide la fecha y nadie le discutir¨¢, por tanto hasta el martes puede variar, pero estos d¨ªas varios miembros del Ejecutivo y del PSOE apuntan hacia el 23 de julio. El 9, la primera fecha posible para que una no deseada repetici¨®n de elecciones cayera en domingo ¡ªser¨ªan el 27 de octubre en ese caso¡ª se antoja demasiado pronto.
S¨¢nchez quiere hacer una nueva ronda como la de hace dos semanas, ¨¦l con los tres grandes, y Adriana Lastra y Jos¨¦ Luis ?balos con los dem¨¢s. Si se fijara el 9 indicar¨ªa que conf¨ªa poco en un giro y la da casi por perdida. El 16 de julio llevar¨ªa al 3 de noviembre, en pleno puente de todos los santos. As¨ª que el 23 parece la fecha m¨¢s factible, aunque S¨¢nchez puede decidir lo que quiera en el ¨²ltimo momento y con ¨¦l nunca hay certezas, le gusta el factor sorpresa. S¨¢nchez cree que una de sus dos opciones ceder¨¢ a la presi¨®n. O Iglesias aceptar¨¢ lo que le ofrece, un Gobierno de cooperaci¨®n con cargos intermedios en la Administraci¨®n pero sin ministros, o algo parecido, o Rivera asumir¨¢ que tiene que abstenerse si no quiere arriesgarse a una repetici¨®n de elecciones en la que podr¨ªa ser el principal perjudicado, con Unidas Podemos.
"Espa?a no se puede parar, no se debe parar. Espa?a necesita un Gobierno en el mes de julio, no en agosto, en septiembre, en octubre. Necesitamos tener Presupuestos, desarrollar pol¨ªticas de reconstrucci¨®n de derechos. No est¨¢n bloqueando al PSOE sino la voluntad mayoritaria de los espa?oles", lanz¨® el s¨¢bado S¨¢nchez desde Osaka, en Jap¨®n, al concluir la cumbre del G20, en una clara presi¨®n a Podemos, que se est¨¢ instalando en la idea de que en julio la investidura no saldr¨¢ pero en septiembre el presidente acabar¨¢ cediendo y aceptando que haya ministros del grupo de Iglesias. S¨¢nchez insiste en que ¨¦l se ha movido con una oferta de cargos intermedios, mientras el l¨ªder de Unidas Podemos sigue bloqueado en su oferta del primer d¨ªa: ministros o nada.
Iglesias, a su vez, parece convencido, seg¨²n fuentes de Podemos, de que S¨¢nchez ser¨¢ el que ceda tarde o temprano. No solo porque tiene 42 diputados, y por tanto sin ¨¦l el PSOE no puede aprobar nada, sino porque est¨¢ convencido de que tiene mucho menos que perder que el presidente. El PSOE juega con la amenaza de una repetici¨®n electoral que hundir¨ªa a Podemos, pero ellos no la contemplan porque creen que S¨¢nchez se arriesgar¨ªa a perder La Moncloa al tirar los dados otra vez sin garant¨ªas de un buen resultado. Una repetici¨®n de elecciones ser¨ªa la ruptura definitiva entre el PSOE y Podemos, lo que har¨ªa inviable un Gobierno de izquierda despu¨¦s de las elecciones y podr¨ªa desmovilizar a los votantes progresistas, mientras la derecha podr¨ªa reagruparse si Vox se debilita y Ciudadanos tambi¨¦n.
"Si vamos a elecciones se puede precipitar el regreso del bipartidismo imperfecto que iba a suceder de forma natural en cuatro a?os", augura un dirigente del PSOE que a¨²n as¨ª cree que al que peor le ir¨ªa es al propio Iglesias. S¨¢nchez y los socialistas no se pueden creer que Podemos est¨¦ dispuesto, como en 2016, a llegar hasta forzar elecciones, pero desde este grupo insisten en que tanto su l¨ªder como la formaci¨®n tienen clar¨ªsimo que si no est¨¢n en el Gobierno hay que votar no.
S¨¢nchez no contest¨® en Osaka a la pregunta de si estar¨ªa dispuesto a ir a elecciones antes que tener ministros de Podemos, pero en su entorno dicen que el presidente ya ha dado muchas pruebas de que es mejor no poner a prueba su resistencia. ?l cree tener un argumento democr¨¢tico: las urnas se plantearon por parte de la derecha "como un plebiscito para echar a S¨¢nchez", y perdieron, as¨ª que tiene derecho a gobernar porque no hay alternativa. Mientras, Iglesias se present¨® con la idea de un Gobierno de coalici¨®n y perdi¨® 25 esca?os, as¨ª que los ciudadanos no le dieron la raz¨®n, dicen los sanchistas. Iglesias replica que no hay ning¨²n pa¨ªs europeo ni comunidad espa?ola en el que alguien con un 14% de los votos y 42 diputados pida entrar en el Gobierno y le digan que no, pero a la vez le reclamen su apoyo.
Iglesias est¨¢ forzando la m¨¢quina todo lo que puede, y cuando S¨¢nchez dice que juntos no suman, y que por eso no quiere una coalici¨®n, le anima a ir con ese pacto a la investidura a comprobar si sale o no, convencido de que el PNV y PRC lo apoyar¨ªan y los independentistas se abstendr¨ªan en cualquier caso, con lo que la investidura est¨¢ garantizada en cuanto haya acuerdo PSOE-Podemos. Los d¨ªas pasan y tanto S¨¢nchez como Iglesias reciben mensajes indirectos de intermediarios, amigos comunes, personas de la cultura, gente cercana que les anima a ponerse de acuerdo, pero ambos contestan que es el otro quien tiene que ceder.
Casado ha logrado evitar la presi¨®n, aunque ser¨ªa tal vez el m¨¢s dispuesto a abstenerse pero lo ve inviable porque es el l¨ªder de la oposici¨®n. Y Rivera ha dado un golpe de autoridad interno con amenazas claras a los cr¨ªticos para dejar claro que no duda ni un minuto. Nadie parece dispuesto a bajarse del burro. Pero todos creen que el otro lo har¨¢. Alguien tiene que tener raz¨®n en alg¨²n momento.
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