Un programa social como elemento de negociaci¨®n

Partiendo de la actual situaci¨®n c¨ªclica de la econom¨ªa espa?ola, S¨¢nchez ha enumerado los grandes retos econ¨®micos de nuestra econom¨ªa: empleo, pensiones, digitalizaci¨®n, econom¨ªa baja en carbono y la lucha contra la desigualdad.

Ejes todos ellos de un programa econ¨®mico abierto y ambicioso, con medidas y objetivos que pueden ejercer como palancas de un cambio duradero: reconocimiento del derecho a la educaci¨®n a lo largo de la vida, pactos de estado por la educaci¨®n, la ciencia y la industria, ley de cambio clim¨¢tico, estrategia de econom¨ªa circular, con una acertada referencia al papel de las ciudades, apostando por el capital humano como factor de crecimiento y de desarrollo sostenible.

Un programa sensato y poco cuestionable. Se echa en falta una mayor concreci¨®n en la pol¨ªtica fiscal y en la senda para cumplir los objetivos de deuda y d¨¦ficit p¨²blico. Un programa que mira m¨¢s a 2030 que a 2020.

Como en muchos pa¨ªses europeos, la pol¨ªtica social se enfrenta en Espa?a a una serie de retos: precariedad juvenil, la adaptaci¨®n de nuestro sistema de bienestar a la emergencia de nuevos riesgos sociales o el cierre de la brecha que ha dejado tras de s¨ª la crisis en materia de desigualdad social.

Estos retos han sido clave en el discurso de S¨¢nchez, de marcado car¨¢cter social, en el que los riesgos sociales m¨¢s tradicionales -sobre todo pensiones y desempleo- han convivido con asuntos m¨¢s recientes como la brecha generacional, la pobreza infantil, la desigualdad econ¨®mica de las mujeres o la emergencia de un colectivo de "trabajadores pobres".

El ¨¦nfasis de S¨¢nchez en la necesidad de adaptar nuestro modelo de bienestar abre una ventana de esperanza a que el nuevo Gobierno inicie, por fin, un verdadero proceso de reformas de inversi¨®n social. Pero no olvidemos que ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil decirlo que hacerlo: los bloqueos pol¨ªticos e institucionales ser¨¢n, en s¨ª mismos, uno de los mayores retos a los que se enfrente.

Pedro S¨¢nchez ha pronunciado este lunes el discurso de investidura m¨¢s verde de la historia de Espa?a. Pol¨ªticas ante la emergencia clim¨¢tica, planes de adaptaci¨®n y mitigaci¨®n del cambio clim¨¢tico, defensa del Madrid Central de Carmena como acci¨®n eficaz por la calidad del aire, apuesta por las energ¨ªas limpias, emisi¨®n de bonos verdes, etc. Todo ello dentro de una visi¨®n relativamente transversal que alcanza desde la industria automovil¨ªstica hasta el turismo, incorporando los criterios de transici¨®n justa y una visi¨®n positiva de la creaci¨®n de oportunidades que supone.

Con todo, no ha aportado demasiados elementos nuevos que no vinieran haci¨¦ndose ya en el ejecutivo socialista a¨²n en funciones. El PSOE se identifica as¨ª con los postulados de la transici¨®n ecol¨®gica, que hace suyos, y evita que sus posibles socios de gobierno se adue?en de esta bandera. Sin embargo, los retos pendientes son muchos y la necesidad de profundizar y ser m¨¢s ambiciosos tambi¨¦n. Quiz¨¢ estas negociaciones sean el espacio en el que plantear una estructura transversal a todo el Gobierno que consiga no s¨®lo hacer pol¨ªticas verdes, sino reverdecer el conjunto de las pol¨ªticas.

Pedro S¨¢nchez he hecho un discurso carente de referencias al futuro pol¨ªtico de Catalu?a, m¨¢s concretamente, a cu¨¢les son las propuestas concretas que deben ser adoptadas respecto de la crisis constitucional abierta en lo relativo a la organizaci¨®n territorial.

Evidentemente esto no esconde, como suger¨ªa Casado, que S¨¢nchez tenga un ¡°proyecto de ruptura de Espa?a¡± por considerar que hay que retomar la discusi¨®n de un nuevo Estatuto para Catalu?a. Olvida el se?or Casado que gran parte de la doctrina constitucional considera que la decisi¨®n del Tribunal Constituci¨®n de 2010 fue una mala decisi¨®n jur¨ªdica. Catalu?a necesita reordenar su estatuto pol¨ªtico, necesita una renovaci¨®n de su pacto social (auton¨®mico) que pase por un nuevo acuerdo ciudadano e institucional.

Pero m¨¢s all¨¢, Espa?a necesita una actualizaci¨®n del pacto constitucional tambi¨¦n en lo relativo a la organizaci¨®n territorial que, si es impulsado por un gobierno del PSOE (y Podemos), deber¨ªa ser de naturaleza federal. Sin embargo, no hemos escuchado ninguna alusi¨®n clara a esta iniciativa. Las propuestas de reforma constitucional siguen sin ser de fondo.

En Espa?a, la investidura comienza primero con el dep¨®sito de la confianza parlamentaria en el jefe del Ejecutivo y su programa de gobierno. La presentaci¨®n y formaci¨®n del equipo de ministros viene despu¨¦s. Este sesgo presidencialista en el orden de la secuencia chirr¨ªa un poco cuando se requieren coaliciones de gobierno, en las que algunos de los ministros ser¨¢n tan relevantes como el propio presidente.

Y si se inicia la investidura sin acuerdo todav¨ªa, como sucede en estos momentos, el discurso program¨¢tico se convierte en una carta m¨¢s de la negociaci¨®n entre los posibles socios.

S¨¢nchez ha planteado en su presentaci¨®n un programa plenamente socialdem¨®crata, al que dif¨ªcilmente Podemos podr¨ªa darle la vuelta. Con ello, S¨¢nchez le devuelve a Podemos la presi¨®n que Iglesias se quit¨® de encima el pasado viernes renunciando a una cartera ministerial.

Y de paso deja en evidencia que, si acaba saliendo investido con la abstenci¨®n del independentismo, ser¨¢ porque PP y Ciudadanos lo habr¨¢n hecho inevitable. Con ello, S¨¢nchez persigue dos metas: reduce la capacidad de Podemos de elevar la apuesta socialdem¨®crata en pol¨ªticas de bienestar; y deja su marca personal en una agenda de izquierdas que bien podr¨ªa funcionar como propuesta electoral ante posibles nuevas elecciones.

S¨¢nchez no se dejar¨¢ adelantar por la izquierda socialdem¨®crata tan f¨¢cilmente. Para gui?os m¨¢s expl¨ªcitos con unos u otros, habr¨¢ que esperar al segundo discurso, si hubiera acuerdo al final.

Pedro S¨¢nchez ha pedido la confianza del Congreso para liderar en Espa?a una nueva ¡°gran transformaci¨®n¡±. Como la primera, iniciada en 1975, la segunda estar¨ªa estrechamente ligada al proceso de construcci¨®n europea. Europa es de nuevo la soluci¨®n. Contribuir a la mejora de la UE no representa un ¨²nico ¡°vector¡±, empleando un t¨¦rmino que siempre suena bien en boca de Josep Borrell; es ¡°el¡± vector. El candidato S¨¢nchez ha enfatizado propuestas program¨¢ticas presentadas por su partido tanto en los comicios de abril como en las elecciones de eurodiputados de mayo, tales como la defensa de los derechos humanos, incluyendo la igualdad de g¨¦nero, o el impulso de una pol¨ªtica migratoria basada en la solidaridad y la responsabilidad. No obstante, lo m¨¢s importante de su discurso europeo ha girado en torno a la idea de soberan¨ªa compartida, la propia coincidencia entre los ciclos pol¨ªticos de la UE y nacional, y el mayor protagonismo espa?ol en la Uni¨®n un poco m¨¢s francesa que se espera de la Comisi¨®n von der Leyen 2019-2024.