Vox siembra su ideolog¨ªa
La ultraderecha arrastra a los gobiernos bipartitos de PP y Ciudadanos a asumir parte de su discurso en igualdad y lucha contra la violencia de g¨¦nero
"Que no olvide nadie que Vox har¨¢ valer sus votos¡±. El primer aviso lleg¨® la noche del 26 de mayo. Se acababan de conocer los resultados de las elecciones auton¨®micas y locales y el l¨ªder del partido, Santiago Abascal, compareci¨® exultante. El PP y Ciudadanos los necesitaba para apuntalar el maltrecho poder de la derecha desde las generales del 28-A. Y Vox no estaba dispuesto a vender su apoyo gratis. Optaron por la estrategia m¨¢s efectista y medi¨¢tica, poner toda su artiller¨ªa en la ideolog¨ªa.
El desprecio por el feminismo, la negaci¨®n de la violencia de g¨¦nero y la reducci¨®n de los derechos del colectivo LGTBI concentran el grueso de sus ataques. Se trata de dar la batalla contra todas aquellas luchas que abander¨® la izquierda espa?ola hasta convertir al pa¨ªs en pionero en Europa y utilizar el lenguaje como arma. ¡°Vox necesita elementos discursivos e imponer su marca en t¨¦rminos ideol¨®gicos para diferenciarse de PP y Cs, ya que en materia econ¨®mica son bastante parecidos¡±, explica el polit¨®logo Pablo Sim¨®n.
En Andaluc¨ªa, que se impone como ejemplo de gobierno dependiente de la ultraderecha por sus ocho meses de andadura, la negociaci¨®n de los presupuestos les supuso su mayor ¨¦xito en fondo y forma. A nivel est¨¦tico lograron doblar la mano a Ciudadanos y el documento del acuerdo incluye por primera vez las siglas de los tres partidos, a lo que los de Albert Rivera siempre se hab¨ªan negado. Con respecto al contenido, lograron colar algunos de sus principales marcas ideol¨®gicas.
Entre ellas, la creaci¨®n de un tel¨¦fono para v¨ªctimas de la violencia intrafamiliar, un concepto que tratan de imponer en su batalla de negaci¨®n de la violencia machista. ¡°La Ley de Violencia de G¨¦nero va contra los hombres¡±, proclama la dirigente ultranacionalista Roc¨ªo Monasterio. Tambi¨¦n lograron que PP y Cs accedieran a sustituir el t¨¦rmino transversalidad de g¨¦nero por ¡°principio de igualdad de trato¡±, que responde a su tesis de negar la posici¨®n de desigualdad de la mujer frente al hombre. ¡°La brecha salarial es un fake¡± es una frase reciente del l¨ªder andaluz de Vox, Francisco Serrano. Buscan ¡°convertir en problemas situaciones a las que ya se les hab¨ªa dado una respuesta por los poderes p¨²blicos y en las que parec¨ªa que exist¨ªa un cierto consenso de la ciudadan¨ªa¡±, lamenta la profesora de Ciencias Pol¨ªticas Bel¨¦n Bl¨¢zquez Vilaplana. Una estrategia que tras el buen resultado andaluz se est¨¢ trasladando a otras comunidades.
El t¨¦rmino ¡°violencia intrafamiliar¡± est¨¢ incluido tambi¨¦n en el acuerdo entre el PP y Vox en Madrid capital y en Murcia, que adem¨¢s incluye el compromiso de crear una ley de Protecci¨®n a la Mujer Embarazada, fruto de la oposici¨®n de Vox a la Ley del Aborto, que da a entender que las mujeres gestantes est¨¢n actualmente en una situaci¨®n de desprotecci¨®n.
En la Comunidad de Madrid, el acuerdo para la investidura de la popular Isabel D¨ªaz Ayuso incluye medidas en materia de inmigraci¨®n, otra de las banderas de Vox, para que las fuerzas de seguridad tengan acceso a los datos de la Administraci¨®n sobre los inmigrantes en situaci¨®n irregular o la redirecci¨®n de las ayudas al desarrollo y la cooperaci¨®n a medidas de repoblaci¨®n. Monasterio, que apret¨® a PP y Cs en la Comunidad de Madrid hasta el final, ya ha anunciado que har¨¢ ¡°una f¨¦rrea oposici¨®n¡±. As¨ª que, tras los acuerdos de investidura, PP y Cs tendr¨¢n que volver a negociar con ellos para aprobar los Presupuestos.
¡°Vox tira del extremo y est¨¢ consiguiendo arrastrar a sus compa?eros de viaje¡±, alerta la polit¨®loga Cristina Monge para referirse a la pol¨¦mica de esta semana por la campa?a del Gobierno bipartito andaluz sobre la violencia machista. La carteler¨ªa, en lugar del consensuado violencia de g¨¦nero o machista ¡ªque Vox refuta¡ª, usa el concepto malos tratos, ya en desuso. Las mujeres que ilustran la campa?a est¨¢n sonrientes, parecen felices. El Ejecutivo defiende que es una invitaci¨®n a denunciar a los maltratadores, pero los expertos rebaten esa versi¨®n dulcificada. ¡°Es una campa?a cruel que responsabiliza a las mujeres. Si denuncias, ser¨¢s feliz. Si no lo haces, no. Creo que viene muy marcada por la presi¨®n de la extrema derecha¡±, dice Monge.
Otra de sus dianas es la Ley de Memoria Hist¨®rica, que Vox considera ¡°totalitaria¡±. El Gobierno andaluz, en una de sus primeras medidas, cre¨® la figura del Comisionado para la Concordia ¡ªabrazando otra vez el lenguaje de la ultraderecha¡ª y en junio anunci¨® la eliminaci¨®n de la Direcci¨®n General de Memoria y las Oficinas de Atenci¨®n a v¨ªctimas de la Guerra Civil y la posguerra. En contrapartida, el acuerdo para los presupuestos incluy¨® el compromiso de crear el programa 1492: un nuevo mundo?una medida que quiere acabar con ¡°la leyenda negra¡± que, dicen, pesa sobre el descubrimiento de Am¨¦rica para presentarlo como una ¡°haza?a cient¨ªfica y t¨¦cnica¡±.
El efecto en las pol¨ªticas
PP y Ciudadanos minimizan los logros de Vox, pero los expertos consultados alertan de lo conseguido por la ultraderecha. ¡°Lo preocupante no es tanto la posici¨®n de Vox, sino que el PP se vea arrastrado y se salga del discurso acordado. No podemos dar por garantizados ni los consensos ni las pol¨ªticas p¨²blicas que existen para proteger los derechos civiles¡±, dice Sim¨®n. En la misma l¨ªnea el polit¨®logo Jorge Galindo cree que Vox ¡°puede mover pol¨ªticas a la derecha¡±, pero considera que a¨²n ¡°no tiene capacidad de romper el consenso social¡±.
Para Paloma Rom¨¢n Marug¨¢n, doctora en Ciencias Pol¨ªticas, mientras PP y Cs necesiten sus votos seguir¨¢n cediendo ante la ultraderecha, pero defiende que ¡°el movimiento feminista no est¨¢ dispuesto a permitir esta regresi¨®n y por ello va a ser dif¨ªcil que su discurso cale en la sociedad¡±. Su colega Bel¨¦n Bl¨¢zquez avisa de que ¡°Vox ha destapado a una parte de la sociedad que estaba agazapada, pero tambi¨¦n ha despertado a aquellos y aquellas que est¨¢n viendo peligrar la sociedad en la que quieren vivir y en la que creen¡±.
Con la investidura de D¨ªaz Ayuso en Madrid este mi¨¦rcoles, todos los gobiernos locales y auton¨®micos en los que Vox ten¨ªa palabra quedar¨¢n constituidos. Se cierra as¨ª el primer asalto al poder de la ultraderecha. La siembra de la semilla ideol¨®gica.
La ira contra la diversidad sexual
Si hay un consenso social en Espa?a, un acuerdo que hasta ahora no diferenciaba entre los partidos con representaci¨®n parlamentaria, es el apoyo a la igualdad de derechos del colectivo LGTBI. Hasta ahora. Consciente de lo dif¨ªcil que lo tiene para obligar al PP y a Ciudadanos, con voto de este colectivo, a asumir alguna de sus exigencias en este aspecto, la ultraderecha busca nuevas estrategias.
Vox se ha lanzado contra las charlas sobre diversidad sexual que se imparten en los colegios. En Madrid solicitaron un listado con los nombres y apellidos de las personas que dan las charlas, a lo que la Consejer¨ªa respondi¨® que carec¨ªa de esos datos. La oposici¨®n tach¨® la petici¨®n de ¡°caza de brujas¡±. ¡°A ver si ahora no se va a poder fiscalizar lo que se hace con la educaci¨®n de nuestros hijos¡±, protest¨® Monasterio. En Murcia arrancaron el compromiso del PP de que los alumnos no podr¨¢n asistir a estos eventos sin el ¡°consentimiento expreso¡± de sus padres.
La celebraci¨®n del Orgullo Gay en Madrid, a la que denominaron ¡°aquelarre¡±, es otra de las dianas de la formaci¨®n, que quiere prohibir que se celebre en el centro.
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