?Qui¨¦n es Foreman y qui¨¦n Muhammad Ali?

Ya no hay tiempo para juegos. Arranca la recta final. Ahora cada movimiento est¨¢ medido con precisi¨®n hasta el 23 de septiembre, el ¨²ltimo d¨ªa posible para una votaci¨®n que evite las elecciones. Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias, los dos protagonistas de esta largu¨ªsima jugada de p¨®ker en la que se han convertido las negociaciones de la investidura, se miran de reojo. Como en el dilema del prisionero, ninguno de los dos sabe hasta d¨®nde est¨¢ dispuesto a llegar el otro. Ambos son expertos en resistencia, pero eso ya no basta. Son conscientes de que ha llegado la hora de moverse y cada paso ahora es definitivo, porque los ciudadanos, sobre todo los votantes de izquierda, cada vez m¨¢s indignados seg¨²n todas las encuestas, est¨¢n mirando con lupa lo que hace cada uno.

El domingo, Iglesias, como ¨²nica reacci¨®n a la entrevista de S¨¢nchez en EL PA?S, lanz¨® un mensaje en las redes para comparar la situaci¨®n con el combate m¨¢s m¨ªtico de la historia del boxeo: el de George Foreman contra Muhammad Al¨ª en 1974, en Kinshasa. Al¨ª gan¨® con paciencia, resistiendo los golpes de Foreman hasta asestar el suyo, que tumb¨® al invicto campe¨®n, siete a?os m¨¢s joven. Obviamente, en su visi¨®n, ¨¦l es Al¨ª.

Pero los sanchistas creen que Iglesias se equivoca. Para ellos, S¨¢nchez es el resistente, esto es el boxeador antes llamado Cassius Clay. que cambi¨® de nombre al convertirse al islam. El presidente, dicen ellos, es el que aguanta m¨¢s y se mueve m¨¢s, como hac¨ªa Al¨ª en la pista.

S¨¢nchez tiene preparado un paso casi cada d¨ªa de aqu¨ª al 23. Todo est¨¢ medido para dejar a Iglesias el m¨ªnimo espacio posible para recuperar la idea del Gobierno de coalici¨®n, que el PSOE da por muerto definitivamente. Ayer era el d¨ªa clave de esta recta final de septiembre.

¡°Se lo est¨¢ poniendo muy dif¨ªcil a Iglesias¡±, se?alaban varios dirigentes socialistas a la salida del acto. Otros, los m¨¢s proclives al acuerdo, los que apoyaban la coalici¨®n en julio y empujaron al presidente a negociarla, lo ven al rev¨¦s. Conf¨ªan en que S¨¢nchez se lo ponga muy f¨¢cil al l¨ªder de Podemos para permitir que ¨¦l, en el ¨²ltimo momento, pueda explicar ante los suyos un giro que le haga apoyar la investidura del secretario general del PSOE con o sin pacto program¨¢tico, con margen por tanto para hacer oposici¨®n desde la izquierda.

En la tribuna, S¨¢nchez traslada optimismo. ¡°No hay una sola raz¨®n objetiva para ir a nuevas elecciones¡±. Pero en los pasillos, las cosas se ven de otra manera. Hasta el 23 hay tiempo para cambiar el guion, pero la mayor¨ªa de los dirigentes da por hecho que lo m¨¢s probable es la repetici¨®n electoral. Y todos, con una seguridad sin fisuras. se?alan que es completamente imposible que sume la derecha, uno de los tres grandes fantasmas que sobrevuelan los cuarteles generales del PSOE y Unidas Podemos en el momento de la decisi¨®n final.

El segundo es el de la desaceleraci¨®n econ¨®mica, que complicar¨ªa unas posibles elecciones dentro de un a?o. El PSOE da por seguro que un Gobierno de coalici¨®n con Podemos no aguantar¨ªa mucho m¨¢s.

Y el tercero, que afecta sobre todo a Podemos, es la consolidaci¨®n del proyecto de ??igo Errej¨®n, el que fuera alma gemela de Iglesias.

Ese es uno de los grandes problemas para el acuerdo. Ambos sectores trasladan en privado que, si hay que ir a elecciones, es mejor ahora que dentro de un a?o. Pero a¨²n queda mucha partida. En el ¨²ltimo minuto, las presiones y los miedos juegan tanto como los c¨¢lculos. Quedan dos semanas y media para cambiar el boxeo por la negociaci¨®n.