Caen 18 miembros de una organizaci¨®n de narcos que introduc¨ªa hach¨ªs en la costa oriental de M¨¢laga
Los delincuentes siguen buscando rutas alternativas tras la presi¨®n policial ejercida en C¨¢diz
La Guardia Civil ha detenido a 18 integrantes de una banda criminal que introduc¨ªa?hach¨ªs desde Marruecos hasta la costa oriental de M¨¢laga y se ha incautado de 1,2 toneladas de esta sustancia. La operaci¨®n, denominada Latesco, tiene lugar despu¨¦s de que en julio de 2018 el Gobierno desplegase 350 agentes para el Plan Especial de Seguridad del Campo de Gibraltar, en C¨¢diz, lo que ha obligado a los narcos a buscar rutas alternativas para introducir los estupefacientes en Espa?a.?
La organizaci¨®n recibi¨® el primer golpe en mayo de 2019?en la playa de El Ca?uelo, un arenal alejado del bullicio y con acceso asfaltado en Nerja (M¨¢laga). Los agentes de la Guardia Civil detectaron una embarcaci¨®n sospechosa y pusieron en marcha un dispositivo que implicaba un barco del Servicio Mar¨ªtimo Provincial y varias unidades de tierra para realizar un seguimiento y, llegado el caso, interceptar el alijo.
Seg¨²n el relato de la Guardia Civil, la narcolancha les llev¨® hasta El Ca?uelo, donde los agentes llegados de Nerja, Rinc¨®n de la Victoria, Algarrobo y Almu?¨¦car encontraron a un equipo de nueve personas en pleno alijo. Todas fueron detenidas en un operativo que culmin¨® con la incautaci¨®n de 1,2 toneladas de hach¨ªs distribuidas en 38 fardos que se encontraban ya almacenadas en una furgoneta camino a una vivienda cercana que servir¨ªa de almac¨¦n. En otro veh¨ªculo hab¨ªa un millar de litros de gasolina envasados en numerosas garrafas que servir¨ªan para el posterior repostaje del bote usado para el transporte de la mercanc¨ªa.
Tras la intervenci¨®n, los investigadores determinaron la conexi¨®n entre este alijo y una organizaci¨®n asentada en la provincia de M¨¢laga a la que segu¨ªan la pista desde principios de a?o. Su l¨ªder resid¨ªa en Marbella y, desde all¨ª, se encargaba de coordinar la introducci¨®n de grandes cantidades de hach¨ªs desde Marruecos hasta M¨¢laga, especialmente en el litoral oriental usando las diferentes playas existentes a lo largo de la comarca de La Axarqu¨ªa. La droga era repartida por guarder¨ªas ubicadas en distintas viviendas de este litoral y, m¨¢s tarde, era entregada al comprador que, por carretera, la transportaba hacia diferentes pa¨ªses europeos.
Una vez conocidos los v¨ªnculos entre el alijo y la banda que estaba siendo investigada, la Guardia Civil asest¨® un segundo golpe semanas despu¨¦s a trav¨¦s de tres registros domiciliarios: uno en Nerja y otros dos Estepona y una peque?a casa de San Pedro de Alc¨¢ntara, donde los agentes encontraron hach¨ªs, marihuana, una gran navaja y dinero en met¨¢lico. En esta fase se detuvo a otras nueve personas. Entre ellas, el principal responsable del grupo criminal y los encargados de la log¨ªstica de la organizaci¨®n.?
La operaci¨®n ha sido desarrollada por agentes pertenecientes al Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas (EDOA) de la Unidad Org¨¢nica de Polic¨ªa Judicial de la Guardia Civil de M¨¢laga, as¨ª como del Equipo de Polic¨ªa Judicial de la Compa?¨ªa de la Guardia Civil de V¨¦lez-M¨¢laga. Tambi¨¦n han contado con el apoyo de Unidades de la Comandancia de la Guardia Civil de Granada, del Servicio Mar¨ªtimo Provincial y del Grupo de Acci¨®n R¨¢pida.
MANO DE OBRA LOCAL
El l¨ªder de la organizaci¨®n criminal desarticulada resid¨ªa en Marbella, desde donde manejaba los hilos. Pero la Guardia Civil explica que los responsables de dirigir las operaciones de cada alijo se desplazaban hasta tierras malague?as desde Campo de Gibraltar. Sobre el terreno, su experiencia era importante para que la introducci¨®n de hach¨ªs se realizara sin sobresaltos y todo estuviera perfectamente organizado cada vez que una narcolancha se acercase hasta el litoral malague?o.
Sin embargo, para completar los equipos, buscaban mano de obra local. ¡°Tiraban de j¨®venes de la zona cuando les faltaba gente¡±, cuentan fuentes de la Guardia Civil. Adrenalina y dinero r¨¢pido son los principales argumentos de los narcotraficantes para convencer a los j¨®venes de la Axarqu¨ªa, que pueden cobrar unos 1.000 euros por ejercer de aguadores -vigilar y avisar por tel¨¦fono en el caso de que vean presencia policial o movimientos sospechosos- y entre 2.000 y 3.000 euros por realizar la descarga de los fardos.
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