As¨ª funciona la ¡®app¡¯ dist¨®pica de Tsunami Democr¨¤tic que controla las protestas en Catalu?a

La revuelta del independentismo se juega en la calle. Y en Internet. Grupos de protesta como los Comit¨¦s de Defensa de la Rep¨²blica (CDR), el colectivo Anonymous Catalu?a, Picnic X la Rep¨²blica y la estrella del momento, Tsunami Democr¨¤tic, se organizan con una nueva app de mensajer¨ªa, clave para coordinar las estrategias del movimiento independentista. Los canales de Telegram de estos grupos avisan sobre localizaciones a las que es necesario acudir para secundar acciones ¡ªcomo la interrupci¨®n de v¨ªas de transporte¡ª y para controlar los movimientos de la polic¨ªa. Estas organizaciones, a diferencia de las hasta ahora principales aglutinadoras de las bases independentistas ¡ªla Assemblea Nacional Catalana (ANC) y ?mnium Cultural¡ª, no reh¨²yen el enfrentamiento con las fuerzas de seguridad.

El movimiento Tsunami Democr¨¤tic se activ¨® el pasado 2 de septiembre con el apoyo p¨²blico del presidente de la Generalitat, Quim Torra, su vicepresidente, Pere Aragon¨¨s, y del presidente del Parlament, Roger Torrent. Se desconoce qui¨¦nes son sus l¨ªderes, pero la polic¨ªa cree que el pistoletazo de salida se produjo en una reuni¨®n en Ginebra (Suiza) entre el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, Torra, representantes de los partidos nacionalistas catalanes, la ANC y ?mnium Cultural. Asistentes a la reuni¨®n aseguraron a EL PA?S que el proyecto del Tsunami fue presentado por los representantes de la CUP. Una de sus l¨ªderes, Anna Gabriel, reside en Ginebra.

Tsunami Democr¨¤tic tiene tres canales de comunicaci¨®n para convocar protestas: una cuenta en Twitter, un canal en la red de mensajer¨ªa Telegram y la citada app, la gran desconocida. En un mensaje distribuido ayer, Tsunami anunciaba que hasta el d¨ªa 26 de octubre no har¨ªa ninguna convocatoria m¨¢s. Poco despu¨¦s se borr¨® ese mensaje para decir que "la pr¨®xima acci¨®n se anunciar¨¢ cuando seamos miles de gotas conectadas con la app".

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Una de las ventajas de las apps (aplicaciones dise?adas para ser ejecutadas en tel¨¦fonos inteligentes, tabletas y otros dispositivos m¨®viles) es su facilidad para calar con rapidez entre los usuarios. Miles de catalanes que no usaban Telegram se lo han descargado en las ¨²ltimas horas para seguir el canal de Tsunami, que tiene m¨¢s de 300.000 seguidores. La de Anonymous tiene cerca de 105.000; la de los CDR unos 40.000. Tsunami tiene por ahora solo 15.000 aplicaciones activadas, seg¨²n sus propios datos.

?Por qu¨¦ la app crece m¨¢s despacio? Porque le cuesta m¨¢s escalar: en lenguaje tecnol¨®gico, "escalar" es una funci¨®n b¨¢sica. Pasar de 1.000 usuarios a un mill¨®n es relativamente sencillo, solo hay que utilizar los servicios de descarga de aplicaciones de Android y Apple: Play y App Store. Pero Tsunami no est¨¢ ah¨ª. Hay que ir a una web espec¨ªfica y descargar una de las dos versiones que ofrece. Y esperar que funcione. Ah¨ª aparecen las llamadas fricciones: trabas que dificultan la escalada.

La mayor fricci¨®n de aplicaci¨®n de Tsunami es el c¨®digo QR, que alguien tiene que facilitar y que solo dispone de 10 usos. Eso mejora la seguridad, pero impide que el n¨²mero de usuarios despegue. Lo que Tsunami llama "el largo camino hacia la desobediencia civil no violenta" tiene obst¨¢culos tecnol¨®gicos.

EL PA?S ha hablado con cuatro ingenieros e inform¨¢ticos que han analizado el c¨®digo de esta herramienta app para ver c¨®mo ser¨¢ el d¨ªa que se ponga en marcha. Solo cuando eso ocurra se ver¨¢ c¨®mo fluye el tr¨¢fico por ella y qu¨¦ pide exactamente. De momento, ayer segu¨ªa en silencio.

El objetivo principal es lograr una comunicaci¨®n cifrada entre nodos seguros. Pero en la app de Tsunami no todo el mundo tiene el mismo nivel: hay un grupo dirigente que emite mensajes, decide acciones, genera y reparte c¨®digos QR, y miles de nodos que reciben esa informaci¨®n y la ejecutan, lo que la misma aplicaci¨®n llama "gotas": "Un espacio donde se puede compartir el propio compromiso en forma de tiempo y recursos. El Tsunami est¨¢ hecho de gotas", seg¨²n dice una descripci¨®n de la aplicaci¨®n dentro de su c¨®digo.

"Una red de bots humanos"

"Los liderazgos no son visibles. Hay una confianza ciega, sin cuestionar nada. Es como si hubieran logrado una red de bots humanos para lanzarlos a alguna operaci¨®n", dice Enric Luj¨¢n, profesor de Ciencia Pol¨ªtica especializado en tecnolog¨ªa de la Universidad de Barcelona y miembro del grupo Cr¨ªptica. Es f¨¢cil imaginar a un grupo en su centro de mando haciendo que lluevan "gotas" en una carretera o estaci¨®n de Catalu?a y viendo en directo los resultados. Ese manejo de voluntades se acerca a la distop¨ªa.

La app pide permisos para saber la localizaci¨®n precisa, hacer fotos y activar el micr¨®fono de cada tel¨¦fono de la red. Cada usuario debe adem¨¢s detallar de qu¨¦ medios de transporte dispone ¨Cdesde un patinete a un tractor¨C y los d¨ªas y horas libres en que puede participar. La mayor¨ªa de mensajes en el c¨®digo de la herramienta van destinados a realizar acciones concretas: "Tu zona geogr¨¢fica no tiene ninguna acci¨®n en curso" "?Confirmas que han llegado los piolines al lugar de la acci¨®n?" "?Confirmas que has llegado al lugar de la acci¨®n?" "Si durante la acci¨®n hay alguna incidencia relevante, contacta con el coordinador para notificarla". Esos coordinadores deben formar parte de los dirigentes de esta organizaci¨®n.

Cada miembro del grupo solo conoce al escal¨®n inmediatamente superior: a quien le ha pasado el c¨®digo QR. Los controladores en cambio pueden ver a todos los miembros espec¨ªficamente. Si tienen todas las comisar¨ªas de Catalu?a delimitadas, pueden saber si alguno de los miembros entra en una de ellas a menudo.

Para evitar peligros con infiltrados, la aplicaci¨®n tiene al menos dos hipot¨¦ticos remedios. Por un lado, detecta patrones extra?os y puede eliminar su conexi¨®n. Adem¨¢s, si un infiltrado logra entrar solo ve lo que ocurre en su nodo y zona geogr¨¢fica: si vive en Barcelona, no deber¨ªa ver las convocatorias en Tarragona.

La complejidad de elaborar una app F2F (Friend to Friend, de amigo a amigo) es destacable, no porque t¨¦cnicamente sea muy compleja sino porque requiere un alto grado de especializaci¨®n. "Esto no lo han hecho solo en Barcelona, te lo puedo asegurar, requiere de mucho asesoramiento", dice uno de los ingenieros que ha analizado la aplicaci¨®n y prefiere mantener el anonimato. "No se hace en un rato, ni en un mes ni dos. La arquitectura requiere conocimientos especiales. Sab¨ªan qu¨¦ hac¨ªan. Pueden hacerlo menos de 10 personas, dos o tres programadores y unos cuantos arquitectos de sistemas. Pero con mucho asesoramiento. Es el mismo tipo de gente que recomend¨® a Puigdemont cambiar de coche en el t¨²nel cuando huy¨®", a?ade.

El modo m¨¢s sencillo de saber qu¨¦ ocurre en la app es infiltrarse, pero no es una labor de unas semanas. Hay alternativas m¨¢s r¨¢pidas, pero muy ruidosas: "Suponiendo que funcione de forma similar a RetroShare [un software de comunicaci¨®n cifrada entre usuarios], el tr¨¢fico que genera la aplicaci¨®n es at¨ªpico, especialmente procediendo de dispositivos m¨®viles", dice Sergio L¨®pez, inform¨¢tico especializado en virtualizaci¨®n y sistemas. "No s¨¦ si las operadoras de telefon¨ªa tienen obligaci¨®n de suministrar esta informaci¨®n a las autoridades, pero sospecho que para ellas no ser¨ªa dif¨ªcil analizar el tr¨¢fico y crear un mapa de los usuarios, donde se vea qu¨¦ dispositivos son los nodos principales. Esta es una de las razones por la que los manifestantes en Hong Kong intentan evitar la red de datos, usando Bluetooth en su lugar", a?ade L¨®pez. As¨ª puede analizarse la red, pero derribarla es un grado m¨¢s alto de intromisi¨®n.

Hong Kong como modelo

Hong Kong est¨¢ inspirando algunos aspectos de la desobediencia en Catalu?a. En los ¨²ltimos meses se han sucedido declaraciones por parte de pol¨ªticos independentistas estableciendo comparaciones con esta regi¨®n aut¨®noma china, como ha sido el caso de Josep Costa, vicepresidente del Parlament y diputado de Junts per Catalunya: ¡°Lo que sucede en Hong Kong nos ense?a algunas cosas, por ejemplo, que las sociedades ricas tambi¨¦n pueden rebelarse con todas las consecuencias¡±.

Se han producido acciones parecidas a los altercados en Hong Kong, como el intento del pasado lunes de invasi¨®n del aeropuerto de El Prat y la estratagema de facilitar el acceso a sus instalaciones con tarjetas de embarque falsas. Picnic X la Rep¨²blica recomienda en su web tres canales de Telegram de activistas de Hong Kong para aprender a organizar las movilizaciones. Ide¨®logos del independentismo como el fil¨®sofo Xavier Antich o el editor Vicent Partal vaticinaron a principios de septiembre que ¡°be water my friend¡±, frase c¨¦lebre del actor Bruce Lee y que ha servido de lema para las protestas en Hong Kong, tambi¨¦n ser¨ªa un buen eslogan para el Tsunami Democr¨¤tic. As¨ª acab¨® siendo durante la jornada de invasi¨®n del aeropuerto.