Mingorrubio, cuatro franquistas y un funeral
Unas 300 personas se citan en El Pardo para cantar el 'Cara al Sol' y recibir como un h¨¦roe al golpista Tejero
Quer¨ªan haber sido miles, pero no han sido m¨¢s de 300. Los franquistas que se han dado cita esta ma?ana en Mingorrubio (El Pardo, Madrid) para recibir los restos del dictador Francisco Franco han dado rienda suelta a su fervor ultraderechista con muchos Cara al Sol, muchos viva Franco y mucho brazo en alto, pero m¨¢s de uno ha lamentado no formar parte de una multitud. Todos ten¨ªan un amigo que quer¨ªa venir, pero que al final no ha venido, y a¨²n as¨ª han hecho o¨ªr sus gritos durante toda la ma?ana en una colonia acostumbrada a no ver ni a un alma y al silencio que envuelve al monte de El Pardo.
El que s¨ª ha aparecido ha sido?el ex teniente coronel Antonio Tejero, que ha obligado al dictador, muerto desde hace 44 a?os, a compartir protagonismo.?Cuando el sol ha empezado a calentar una ma?ana que amaneci¨® fr¨ªa, el golpista ha hecho su aparici¨®n en la carretera que lleva al cementerio. "Viva Tejero", "arriba Espa?a", han gritado a su alrededor. "?Qu¨¦ pena que no tengas 40 a?os menos!", ha dicho otro. Pero ¨¦l tiene 87, y en su andar lento, ajeno a la gresca montada entre los suyos contra la prensa ¡ª"?periodistas, terroristas!"¡ª apenas ha murmurado alguna palabra. "?Qu¨¦ hace aqu¨ª?", le han preguntado. ¡°Est¨¢ donde Espa?a lo necesita, como siempre¡±, ha contestado uno de sus acompa?antes.?"Vamos, calma", se le ha o¨ªdo decir a ¨¦l.
Ha sido el momento culmen de una ma?ana que ha dado para casi de todo a este grupo, dif¨ªcil de describir por diverso. Hab¨ªa gente de todas las edades y condici¨®n, aunque algunos se quejaban de que las teles solo sacaban a los frikis, que por supuesto eran otros. A todos los un¨ªa lo mismo, la bandera del aguilucho, las canciones franquistas y la oraci¨®n. Aqu¨ª lo de menos era ver qu¨¦ pasaba porque, salvo un minuto de helic¨®ptero y los coches de la familia Franco pasando, no se ha visto nada m¨¢s.
Ya hacia el final de la ma?ana un cura se ha puesto a caminar entre la gente: "?El que quiera rezar, que venga!". Era el padre David, que se ha subido a un banco del parque y ha comenzado a rezar un rosario, seguido por el resto. Estaba, ha explicado, "invocando a todos los santos de Espa?a" cuando alguien le ha dicho al o¨ªdo que iban a abrir el operativo policial para permitir el acceso hacia el cementerio. "La virgen nos ha escuchado y nos van a permitir pasar", ha anunciado a los fieles. Una vez en el suelo, algunos le han besado las manos.?
"Ale, guapa, viva Cristo y viva Franco", se desped¨ªa una mujer por tel¨¦fono de una amiga que se hab¨ªa quedado en casa para verlo por la televisi¨®n. Otro grupo de mujeres ha tratado de calmar a Gloria G¨®mez, que estaba muy enfadada. "Que te van a llevar gratis a casa...", le ha dicho una en referencia? a la polic¨ªa. "Me indigna que toquen a los muertos", ha explicado G¨®mez, profesora durante 41 a?os y residente en Mingorrubio.
De la puerta del n¨²mero 4 de la calle de la Garita ha asomado una vecina, mujer de un ex guardia real, que con m¨¢s de 40 a?os en el barrio ha reconocido que estaba muy entretenida con el ir y venir de gente. Por la calle de arriba ha aparecido Ana, que ha pedido que se la identifique con ese nombre ficticio y ha explicado que era hija de un escolta de Franco y llevaba en la colonia desde hace 58 a?os. Lo que en otro lugar podr¨ªa resultar incre¨ªble, una reuni¨®n de nost¨¢lgicos del franquismo, en Mingorrubio, colonia construida durante la dictadura para los militares y sus familias, no ha llamado demasiado la atenci¨®n. Ana se ha quejado de que hab¨ªa poca gente y por eso le ha pedido al cartero que se uniese al grupo. Santiago, ¡°de aqu¨ª de toda la vida¡±, y con las tarjetas censales en la mano, se ha re¨ªdo de la ocurrencia y ha seguido con el buzoneo.
Otros han sacado unos altavoces para poner los grandes ¨¦xitos franquistas, que han unido a todos en un coro improvisado que ha puesto banda sonora a la llegada de la familia Franco a Mingorrubio (entonces sonaba Soy el novio de la muerte). Un grupo de andaluces, que se conocieron el a?o pasado en el Valle de los Ca¨ªdos, ha alquilado un microb¨²s y ha salido de madrugada de El Ejido (Almer¨ªa) y Granada. "Aunque Franco est¨¦ en una escombrera, no le faltar¨¢n nunca unas flores frescas", ha dicho uno de ellos, Jos¨¦ Ram¨®n Medina, de 39 a?os, que nunca se pide un d¨ªa en el trabajo, pero este jueves s¨ª lo ha hecho.?
No han sido los ¨²nicos que han viajado. Desde Ruman¨ªa directo a Mingorrubio ha llegado el padre Marius Visovan. ¡°Vengo a mostrar mis respetos al general Franco, h¨¦roe de la lucha contra el comunismo¡±, ha explicado mientras cog¨ªa un croissant de az¨²car que le ofrec¨ªan unas mujeres atra¨ªdas por el alzacuellos. Ha habido algunos insultos a la prensa, sobre todo con la llegada y la salida de Tejero, pero han sido los menos.?Tambi¨¦n para el presidente en funciones, Pedro S¨¢nchez, pero en general la gente estaba contenta por encontrarse con los suyos aunque se mostraba indignada si se les preguntaba. Mar¨ªa Jos¨¦, sin embargo, se ha ido a su casa en El Pardo envuelta en l¨¢grimas. ¡°Hemos olvidado a Dios¡±, ha dicho sin consuelo.
Pasaban de las tres de la tarde cuando el operativo policial ha permitido el acceso a la carretera. El padre David, seguido por un centenar de personas, ha enfilado rumbo al cementerio. Les han impedido el paso, pero all¨ª, m¨¢s cerca de su dictador, han retomado el rosario.
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