La Catalu?a del desgobierno

Catalu?a ha vivido en los ¨²ltimos d¨ªas episodios de tensi¨®n y violencia en las calles de sus principales ciudades. Tras la sentencia del Tribunal Supremo contra los dirigentes independentistas del proc¨¦s, el Ejecutivo de la Generalitat ha vuelto a evidenciar su desdoblamiento de personalidad, entre activismo e institucionalismo. Mientras el president Quim Torra encabezaba marchas de protesta y ped¨ªa en sede parlamentaria la apertura de una investigaci¨®n sobre la actuaci¨®n de los Mossos durante los incidentes, su consejero de Interior, Miquel Buch, respaldaba a la polic¨ªa auton¨®mica, de la que Torra, por otra parte, es m¨¢ximo responsable.

Estas actitudes acrecientan la sensaci¨®n de desgobierno, de Gobierno ausente, en la que vive Catalu?a, seg¨²n coincide en se?alar el arco parlamentario opositor, de Ciudadanos a En Com¨² Podem, pasando por el PSC y el PP. Todos piden la dimisi¨®n del president y la convocatoria de elecciones auton¨®micas. Catalu?a continua gobernada por los presupuestos de 2017 ¡ªel conjunto de Espa?a, por los de 2018¡ª, lo que no permite recuperar el pulso anterior a los recortes de la crisis de 2008. Los sectores m¨¢s golpeados por la recesi¨®n no logran levantar cabeza. La pobreza severa ha pasado de 380.000 personas en 2017 a 494.000 en 2018 (sobre 7,5 millones de habitantes), seg¨²n datos de la Generalitat. ¡°La pol¨ªtica no deber¨ªa impedir nunca el progreso econ¨®mico¡±, afirman desde Fomento, la gran patronal catalana, que ve con preocupaci¨®n la ausencia de presupuesto mientras la brecha social aumenta y el Gobierno de Torra sigue quemando toda su p¨®lvora en el proc¨¦s.

Por eso, hace unos d¨ªas, patronales y sindicatos mayoritarios (CC?OO y UGT) firmaron una declaraci¨®n en favor del di¨¢logo y en busca de una salida al conflicto. Tratan de hacer las tareas de suplencia de lo que no hacen los pol¨ªticos. ¡°Hay que tener tres certezas: seguridad jur¨ªdica, estabilidad presupuestaria y garant¨ªa de movilidad por todo el territorio catal¨¢n¡±, subrayan fuentes de Fomento, donde ven con preocupaci¨®n varias cuestiones: los vac¨ªos legales, cuando no ilegalidades, con los que juega el proc¨¦s; la ausencia de presupuesto como motor econ¨®mico-social; y las manifestaciones, en las que Torra participa, que colapsan las principales v¨ªas del territorio. ¡°Hay falta de liderazgo por parte de la Generalitat, motivado tambi¨¦n por la imposibilidad de interlocuci¨®n en el otro lado¡±, afirma Javier Pacheco, secretario general de CC?OO en Catalu?a. Sindicatos y patronales mantienen un discurso moderado. La pluralidad de sensibilidades pol¨ªticas existentes en sus filas obliga a muchos equilibrios.

Toda la oposici¨®n pide la dimisi¨®n del jefe del Govern, que participa en protestas contra el Supremo

Todos apuestan por el di¨¢logo y ponen ¨¦nfasis en la necesidad de desatascar la endiablada situaci¨®n. Las Entidades Catalanas de Acci¨®n Social (ECAS) sostienen que para el sector se ha perdido una d¨¦cada desde el punto de vista de la inversi¨®n. Por ejemplo, la tarifa por usuario para un centro de d¨ªa con terapia ocupacional era de 555,79 euros en 2009 y sigue siendo la misma 10 a?os despu¨¦s. ¡°La par¨¢lisis no afecta solo a la Generalitat, sino, lo que es m¨¢s grave, a las personas, pero el proc¨¦s lo tapa todo¡±, lamentan fuentes de ECAS, que reparten culpas entre el Gobierno central y el catal¨¢n por la improvisaci¨®n y la ausencia de pol¨ªticas presupuestarias serias.

¡°De momento, si el colapso no se ha producido es porque Catalu?a no es soberana; la Generalitat es un poder auton¨®mico¡±, se?ala Josep Maria Fradera, catedr¨¢tico de Historia de la Universitat Pompeu Fabra e investigador de la Instituci¨®n Catalana de Investigaci¨®n y Estudios Avanzados (ICREA, en sus siglas catalanas). ¡°Aunque el Gobierno catal¨¢n no cumpla con sus funciones, como sucede ahora, el desgobierno se limita al que es posible en una autonom¨ªa que no tiene posibilidad de trazar el futuro de infraestructuras, educaci¨®n, salud y orden p¨²blico¡±, agrega. Podr¨ªamos decir, a juicio de Fradera, que el colch¨®n del Estado del bienestar ¡ªel Estado central por arriba y los Ayuntamientos por abajo¡ª est¨¢ salvando ¡°a la sociedad catalana de la bancarrota¡±. Eso explica por qu¨¦ el proc¨¦s ha durado tanto. ¡°Al no ver sus condiciones de vida aniquiladas, las clases medias ¡ªque nutren mayoritariamente al independentismo y que pueden recurrir al sector privado¡ª no han sufrido tanto la crisis del 2008 ni el empeoramiento de los servicios p¨²blicos, que aunque deteriorados han respondido porque hay una ¨¦tica de la funci¨®n p¨²blica¡±, remacha el catedr¨¢tico de Historia.

Quienes s¨ª han sufrido la falta de acci¨®n pol¨ªtica y presupuestos por parte del Govern son los sectores m¨¢s castigados por la crisis. El lunes 14 de octubre, mientras los manifestantes cortaban calles, ocupaban el aeropuerto y obstaculizaban el transporte p¨²blico tras conocerse la sentencia del Supremo, dentro de la sede de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) la asamblea transcurr¨ªa con la normalidad de quien esta en riesgo de quedarse sin casa.

La portavoz de la PAH, Luc¨ªa Delgado, hace un diagn¨®stico demoledor de la situaci¨®n: la Generalitat ha ca¨ªdo en ¡°una gran dejaci¨®n de funciones, acentuada por la inacci¨®n ante la recuperaci¨®n desde febrero de este a?o de dos art¨ªculos clave de la ley catalana 24/2015¡±, recurrida por el Gobierno de Rajoy y que contribuye a paliar el desahucio de familias vulnerables. ¡°El Govern tiene herramientas y no las utiliza; los pisos vac¨ªos de los grandes tenedores podr¨ªan haber pasado hace ocho meses al parque p¨²blico de alquiler y no han hecho nada; tampoco han estado en la tarea de ofrecer vivienda social a las familias vulnerables: ni las campa?as publicitarias anunciadas ni la normativa que deb¨ªa desarrollar estas medidas se han hecho; y, por si fuera poco, desde 2015 la Generalitat no realoja a las familias desahuciadas y hay m¨¢s de 1.200 en lista de espera¡±, afirma Delgado.

La brecha social aumenta y? medio mill¨®n de personas est¨¢
en situaci¨®n de pobreza severa

¡°La otra Catalu?a, la de los recortes sociales en salud y educaci¨®n, la de la precariedad laboral y los falsos aut¨®nomos, la de la pobreza rampante, se siente abandonada por un Gobierno de la Generalitat ausente, paralizado, incapaz de garantizar los derechos sociales de los m¨¢s vulnerables¡±, sostiene Diosdado Toledano, uno de los impulsores de la Ley de Renta Garantizada de Ciudadan¨ªa, aprobada por unanimidad por el Parlament el 12 de julio de 2017. ¡°Llegan al 80% las denegaciones injustas de solicitud de la prestaci¨®n, la gesti¨®n de la Generalitat y el incumplimiento de la ley es criticado por el S¨ªndic de Greuges [Defensor del Pueblo catal¨¢n] y s¨ªndicos como los de Sabadell y Terrassa¡±, agrega.

La mara?a burocr¨¢tica desanima a buena parte de peticionarios de un segmento social poco dado a lidiar con los tecnicismos de una Administraci¨®n que busca ahorrarse prestaciones, asegura este impulsor de la renta garantizada de ciudadan¨ªa. En Catalu?a, m¨¢s de 1,8 millones de personas (el 24,7% de la poblaci¨®n) se encuentra en riesgo de pobreza, seg¨²n el indicador del Instituto Nacional de Estad¨ªstica. Cuanto m¨¢s lejos se halla un sector social del epicentro del procesismo, m¨¢s dif¨ªcil resulta lo cotidiano en esta comunidad con un Gobierno acusado por diversos colectivos de moverse en la ret¨®rica: hablar mucho del futuro y hacer poco en el presente.